domingo

Lema Orante Semanal

 

Misterio Creador: una explosión de Amor, constante

20 de mayo de 2024



La Llamada Orante nos sitúa, nos trata de orientar a propósito de nuestra presencia en el Universo. Y como si fuera un embudo, desde lo más ancho, infinito, se precipitan sus señales, signos, muestras, en lo más estrecho de ese embudo, en cada ser; con lo cual tenemos toda la formación e información de nuestras “hechuras”, de nuestras maneras... universales.

Pero cierto es que ocurre que, al concentrarse en diferentes espacios, tiempos, momentos, el ejercicio del hacer, del sentir, del pensar, se suele quedar concentrado en la demanda, en la arrogancia, en el aplauso, en la pena, en el éxito, en el fracaso –etcétera-, del lugar, del momento.

Y tiene cierta lógica que así sea, para resaltar el análisis de nuestra presencia y descubrir nuestras dotes, nuestras realizaciones, nuestras sensibilidades y nuestras carencias; para que así podamos establecer vínculos de solidaria consistencia, que nos permitan ascender por ese embudo de nuestro ser, por esa esdrújula y sinuosa hélice que se mueve –una alegoría poética-.

Pero cierto es que lo más habitual es que el ser se quede ahí, en su gueto de razones, de explicaciones, de... como el “bamboleo” de la canción: un vacilar sin modificaciones, sin análisis, sin criterio, tan sólo con lo que la mayoría opine o el poderoso decrete.

Y resulta que somos, cada uno de nosotros, singulares, únicos e irrepetibles. Y en cambio, a la hora de responder, de actuar, habitualmente se hacen respuestas comunes, nada singulares, nada originales... y menos aún universales.

Todo esto no es peor ni mejor. La Llamada Orante nos pone en evidencia algo.

Nos pone en evidencia el desarrollo preponderante de lo particular, sin ver la trascendencia que esa particularidad tiene. En cuyo caso, nuestra visión cambia. ¡Mucho! Nuestra sensibilidad cambia. ¡Mucho! Y un detalle sin importancia es trascendente, y un hecho importante no tiene ninguna trascendencia. Es una vulgaridad. Por ejemplo, ¿eh?



No fue, no es –en la intemporalidad de lo infinito- no fue, no es, no será –para entendernos-, el Misterio Creador, una manifestación inteligente. Eso se nos antoja, orantemente, que es una característica muy, muy, muy, muy, muy, muy secundaria. La cual nosotros apreciamos como muy, muy, muy, muy importante.

Algo ha pasado en la línea de transmisión para que, la preponderancia de la inteligencia, del saber, del conocer, y ese largo etcétera de poderes, se instale como “las verdades”.



La Llamada Orante nos orienta a que la pizca –”pizca”, ¿eh?- de intuición que podemos tener a propósito del Misterio Creador, es que es una explosión de Amor, constante. En consecuencia, nada inteligente.

Esto va a ser especialmente significativo, porque los sentires ocupan un espacio, tiempo, momento, que poco a poco va siendo cada vez menor, porque la inteligencia –ahora que estamos además con el boom de la inteligencia artificial: un verdadero boom-...

Se nos hace inútil, poco práctico –desde la óptica orante-, poco beneficioso, ¡poco rentable!, el sentir.



Y si uno tiene afecto por el amanecer, siempre habrá algún práctico que dirá: “¡Qué obsesión con el amanecer! ¿Por qué no te levantas a las doce y te olvidas del amanecer? ¡Qué poco inteligente! Una persona inteligente no, no, no, no, no se levanta para ver el amanecer. ¡Eso pasa todos los días! ¡Hay que ser prácticos!”.

Por ejemplo.



Si la pizca –esa pizca tan... tan pizca- nos dice que es una explosión –como las que están ocurriendo ahora en el sol-... una explosión incontrolable de Amor, y ello da origen a todo... Entre ello, esa otra pizca que es lo viviente, la vida. Que nos parece y sentimos que es lo más maravilloso que existe en el Universo. ¿Seguro?

¿En el Universo? ¿Seguro?

¡No! No tenemos la seguridad. Pero sí es un hecho –hasta donde alcanza nuestra ignorancia- original, insólito, sorprendente.



Y he aquí –a consecuencia de todo lo manifestado- que sentires de arraigo, sentires de emoción... deben ir a buen recaudo. Hay que cuidarlos. Son esas vibraciones que sintonizan con nuestro origen, con nuestro mantenedor, con la inspiración de la originalidad de la vida.

Sí. Porque la trayectoria de la especie ha recalado en sus potencias, en sus practicidades, en sus inteligencias –como decíamos-, y razona, especula, calcula...

“Razona, especula, calcula”...

Y ahí, como que no cabe ni media sonrisa.

Hay que aguardar el momento de intimidad para atreverse a emitir una lágrima o una queja. Una queja sin castigo, sin culpas, pero una queja; que, en la medida en que se amplifica, se cicatriza de inmediato.



Así que... toca, toca moverse entre esa practicidad inteligente y ese intimismo amoroso que, según la manifestación orante, es de naturaleza explosivamente amorosa.

Por supuesto, muy, muy, muy, muy, muy... No hay medidas y no hay comparación con lo que nosotros podemos percibir o sentir que es amar. Pero sí, sí, sí, sí, que ese sentir procede, se mantiene, se entretiene, se desarrolla y evoluciona en base a esa inabordable fuente.



Así que cuando nos condolemos, nos dolemos, además de buscar consuelo...

¡Tan difícil! Porque a veces, cuando nos condolemos, nos animan como a los perritos: “¡Venga, venga, venga, venga! ¡Que no pasa nada, que no pasa nada, que no pasa nada!”.

¡Sí, sí pasa algo! Estamos dolidos, estamos tristes, estamos…

Quizás con el perrito funcione, pero con una condolencia, no. Buscamos... –en esa condolencia- buscamos auxilio, buscamos caricia y ternura.

¡No buscamos directrices nuevas que nos lleven a salir o a entrar de otro estado a otro estado de consciencia! ¡No! Pero, claro, la inteligencia enseguida va a lo práctico, y te pueden dar una pastilla para regular la serotonina y que así estés más contento, y ya se te pase el enfado, el malestar, el condolido momento.



¿Acaso cuando el niño tropieza y cae, y toma consciencia de sus rodillas, le decimos: “¡No te preocupes! ¡Si dentro de 26 años serás ingeniero y tendrás a tu cargo 200 empleados! ¡Qué tontería, ahora, molestarse por una rodilla!”?

¿Solemos decir eso? ¿O más bien nos inclinamos a decir: “Curita sana, curita sana, culito de rana, lo que no sana hoy, sanará mañana”? Y cogemos un poquito de saliva y le suavizamos... Y a la vez, sí, le animamos a que preste la atención a otra cosa, o a que lo vuelva a intentar con más cuidado.

¡No le vamos a decir!: “¡No te preocupes!, si... ¡Tonterías! Mañana se te habrá olvidado”.

Ya, ¡pero no estoy en mañana! Estoy en ¡ahora!

Pues sí: la inteligencia es tan práctica, tan rentable, tan urgente, tan demandante, tan exigente, que no permite ninguna debilidad. Y la condolencia es... ¡débil! ¡No produce! ¡No es rentable!



Ese punto sensiblero que a veces, como chispa de lo Eterno, aparece, y nos entristece y nos ¡conmueve!...

.- ¡No, no, no! Es un signo de debilidad.

.- Ah, ¿sí?

.- Sí. Así no se va a ninguna parte.

.- ¡Ah! Justo es lo que yo quería: ir a ninguna parte.

Ahí habrá que emplear otro método, claro.



La máxima inteligente termina diciendo: “No te permitas ningún momento de sensible emoción, que puede interpretarse como debilidad. Acabarán contigo”.

Porque solo predomina el imperturbable, el indomable, el constante, el...

Y a ese respetarás. A ese que se impone, ¡que impone! A ese rendirás culto, porque tiene, porque posee, porque domina, porque te domina.



Y es así que lo sensible se hace caricatura; se hace... pena.



Y, como pena, no merece la pena.



¿Habrá que saber guardar la esperanza? La esperanza emocional, la esperanza que fantasea, la esperanza enamorada que... por momentos llora y se desespera, pero es flexible, dúctil, adaptable, emocionante.

Habrá que saber guardarla.

Porque el entorno práctico exige ¡contundencia!, ¡resultados!

Habrá que hablar bajito... para expresar una emoción. No vaya a ser que alguien la escuche, y ponga cara de traición... al comprobar que eso no es inteligente, y no es de debida razón.



¡Oh!, ¡sí, sí, sí, sí! ¡Todo!, todo lo orante es exagerado. ¡Claro!

Y si escuchamos lo orante con nuestra inteligente razón, nuestra lógica, nuestra comprensión y nuestro entendimiento, lo que escuchamos es ¡una exageración descomunal!

Pero es que es lo que emana del Misterio Creador.

Y con mucha, mucha, mucha, mucha, mucha e infinita contención, muestra algo que nos resulta, en nuestro dominio y nuestro control, nos resulta exagerado.

¡Qué exageración!

¡Oh, sí!” –habría que contestar-. “Ciertamente es exagerado vivir; que exista la vida en un lugar como una galaxia, como un sistema, como un infinito... Es ¡exagerado!

¡Es exagerado que las tres cuartas partes de este lugar llamado “planeta” sean agua! ¡Qué exageración!

¡Tantas especies, tanta biodiversidad!, ¡qué exageración!”.

Claro, cuando se pretende controlar, dominar y administrar, hay que reducir todo a lo práctico y a lo… a lo que se puede atender. Todo lo que se salga de eso es exagerado.



Y cualquier versión que hagamos bajo la óptica del poder organizado es “exagerado”.

Si decimos que la conquista de América fue “una conquista” –no un descubrimiento-, una conquista insolente...

¡Qué exageración! ¡Qué exageración! Gracias a ella muchos indios aprendieron español. Gracias a ella conocieron el caballo y… la tónica Schweppes”. Por ejemplo.

Y ya está.

Y si decimos: “El predominio de lo masculino ha mutilado, seccionado y reprimido las instancias femeninas”.

.- ¡Qué exageración! ¡Toda la culpa se la echan a los hombres! ¡Qué exageración!

.- Vale...

.- ¡Habrá alguien que habrá...! ¡Pero noooo! Si mi madre era una santa, y mi padre también...

¡Qué curioso! Todos tienen madres santas y padres santísimos. Salvo cuando se habla en intimidad, que hay algunas cosillas que no cuadran, ¿verdad?



Sí. Así ocurre que, cuando la sensibilidad se universaliza, rápidamente aparece el dominio, el control y el poder para restringir lo universal, ridiculizarlo incluso, y tomar el control de lo que pasa y lo que ocurre y… –“la culpa la tienen los emigrantes”, “la culpa la tiene el cambio climático”- y buscar reducir al máximo cualquier visión trascendente, amplificada, ¡sentida!, ¡¡evidenciable!!

Y como cada uno puede opinar lo que quiera, cada uno se siente feliz y contento de opinar lo que quiere, aunque no sepa absolutamente nada de lo que opina.

.- ¡Guau! ¿Cómo se puede opinar de algo que no se sabe?

.- ¡Ah! Vete a España y lo verás. ¡Fantástico! No necesitan mucho para opinar, decir, por supuesto criticar y etcétera. ¡No!, no necesitan mucho. Con leer tres o cuatro editoriales –el título, ¿eh?, nada más- tienen suficiente para saber, opinar...

.- ¡Qué bárbaro!

.- Sí, España es un sitio bueno para descubrir eso, pero ocurre en todas partes.



Cualquier muestra exagerada y trascendente –y, al ser trascendente, es exagerada para el dominio y el control, la opinión y la manipulación- va a encontrarse con esa verja; con esa verja que enreda, que cerca, que exige.



En definitiva, molesta el sentir, molesta el amar. Molesta, molesta. Se hace molesto, porque se escapa del control. ¡Guau! Sí, se escapa. ¡Se escapa del dominio! Se escapa de “la común razón”: de ese sentido común, que no es sentido realmente, y no es común. Pero se esgrime para, razonablemente, mantener un punto de vista.

Y así, cada cual esgrime su “yo creo”, “yo creo”, “yo creo”, “yo creo”, y no hay coordenadas de referencia, salvo las que cada uno tenga de sí mismo.

¡Ay, qué pena!



Se hace así, el ser, un hedonista masturbador, continuado, de sus propias referencias. Termina agotado y aburrido de sí mismo.

Por supuesto, esto no es instantáneo, lleva su tiempo.

Pero la Llamada Orante nos orienta para que nos demos cuenta, para que evaluemos nuestra permanencia, nuestras actitudes y nuestras posiciones.



¿Saben? Se considera que uno de los principales martirios a los que se puede someter a un ser humano es no dejarle dormir. Que se duerma, y a los diez minutos se le despierta. Luego se vuelve a dormir, y a las dos horas se despierta.

Poco a poco, así, conseguimos enloquecerlo.

¿Saben? Se produce un deterioro orgánico, general. Y, sobre todo, una degeneración cerebral.

Es curioso, ¿no? Sólo perturbando su sueño.

Quizás no sea difícil incorporar esta circunstancia, en forma esquiva, para lo que lo orante nos muestra, exageradamente, hoy.







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Creative Mystery: a constant explosion of Love

2024-05-20



The Prayer Call places us, tries to guide us regarding our presence in the Universe. And as if it were a funnel, from the widest, infinite, its signals, signs, samples rush into the narrowest part of that funnel, into each being; with which we have all the formation and information of our “doings”, of our universal… ways.

But it is true that it happens that, when concentrating on different spaces, times, moments, the exercise of doing, feeling, thinking, tends to remain concentrated on demand, arrogance, applause, pain, success, failure -etc-, of the place, of the moment.

And it makes some sense that this is so, to highlight the analysis of our presence and discover our gifts, our achievements, our sensitivities and our shortcomings; so that we can establish links of solidarity and consistency, which allows us to ascend through that funnel of our being, through that odd and sinuous propeller that moves –a poetic allegory-.

But it is true that the most common thing is for the being to remain there, in its ghetto of reasons, of explanations, of song, of... like the “wobble” of the song: a wavering without modifications, without analysis, without criteria, only with what the majority thinks or the powerful decrees.

And it turns out that we are, each one of us, singular, unique and unrepeatable. And on the other hand, when it comes to responding, to acting, we usually respond in a common way, not at all singular, nothing original... and even less universal.

All this is neither worse nor better. The Prayer Call brings something to our attention.

It reveals to us the preponderant development of the particular, without seeing the transcendence that particularity has. In which case, our vision changes. A lot! Our sensitivity changes. A lot! And an unimportant detail is transcendent, and an important fact has no transcendence. It's a vulgarity. For example, ¿hm?



It was not, it is not -in the timelessness of the infinite- it was not, it is not, it will not be -to understand ourselves-, the Creative Mystery, an intelligent manifestation. That seems to us, prayerfully, to be a very, very, very, very, very, very secondary characteristic. Which we appreciate as very, very, very, very important.

Something has happened in the transmission line so that the preponderance of intelligence, knowledge, knowing, and that long etcetera of powers, is installed as “the truths”.



The Prayerful Call guides us that the pinch –“pinch”, eh?- of intuition that we can have regarding the Creative Mystery, is that it is a constant explosion of Love. Consequently, not intelligent.

This is going to be especially significant, because feelings occupy a space, time, moment, which little by little is becoming smaller, because intelligence -now that we are also experiencing the boom in artificial intelligence: a true boom -...

Feeling becomes useless, impractical –from the prayerful perspective-, not very beneficial, not very profitable!



And if one has affection for the sunrise, there will always be someone very practical who will say: “Such an obsession with the sunrise! Why don't you get up at twelve and forget about dawn? How little unintelligent! An intelligent person does not, no, no, no, does not get up to see the sunrise. That happens every day! We have to be practical!”.

For example.



If the little pinch -that pinch so... so pinch- tells us that it is an explosion -like those that are happening now in the sun-... an uncontrollable explosion of Love, and this gives rise to everything... Amongst it, that other pinch that is the living thing, life. It seems to us and we feel that it is the most wonderful thing that exists in the Universe. Sure?

In the Universe? Sure?

No! We are not sure. But it is a fact –as far as our ignorance reaches- original, unusual, surprising.



And here -as a result of all that has been said- that feelings of rootedness, feelings of emotion... must be kept safe. We must take care of them. They are those vibrations that tune with our origin, with our maintainer, with the inspiration of the originality of life.

Yes. Because the trajectory of the species has been based on its powers, its practicalities, and its intelligence -as we said- and it reasons, speculates, calculates...

“Reasons, speculates, calculates”…

And there, there's no room even for half a smile.

One has to wait for the moment of intimacy to dare to shed a tear or a complaint. A complaint without punishment, without blame, but a complaint; which, to the extent that it is amplified, heals immediately.



So... it's time, time to move between that intelligent practicality and that loving intimacy that, according to the prayerful manifestation, it is of explosively loving nature.

Of course, very, very, very, very, very... There are no measurements and there is no comparison with what we can perceive or feel about what love is. But yes, yes, yes, yes, that feeling comes, is maintained, is entertained, develops and evolves based on that unapproachable source.



So that when we are in sorrow, we are in pain, besides seeking for comfort...

So difficult! Because sometimes, when we are in sorrow, we are encouraged like puppies: “Come on, come on, come on, come on! It is all right, it is all right, it is all right, it is all right. Nothing happened!”.

Yes, something is happening! We are hurt, we are sad, we are...

Maybe with the puppy it works, but with sorrow it doesn’t. We seek... -in that grief- we seek help, we seek caress and tenderness.

We are not looking for new guidelines that will lead us out or into another state to another state of consciousness! No! But, of course, intelligence immediately goes to practical matters, and you can be given a pill to regulate serotonin so that you are happier, and the anger, the discomfort, the painful moment goes away.



When the child stumbles and falls, and becomes aware of his knees, do we say perhaps to him: “Don't worry! Yes, in 26 years you will be an engineer and will have 200 employees in charge! What nonsense, now, to bother about a knee!”?

Do we usually say that? Or are we rather inclined to say: “you will be healed, if not today, tomorrow will be better”? And we kiss his knee... And at the same time, yes, we encourage him to pay attention to something else, or to try again with more care.

We are not going to tell him!: “Don't worry! Yes... Nonsense! Tomorrow you will have forgotten”.

Yes, but I'm not in tomorrow! I'm in now!

Well yes: intelligence is so practical, so profitable, so urgent, so demanding, so requiring, that it does not allow any weakness. And sorrow is... weak! It does not produce! It is not profitable!



That sentimental point that sometimes, like a spark of the Eternal, appears, and saddens us and moves us!...

.- No, no, no! It is a sign of weakness.

.- Oh yeah?

.- Yes. That’s the way to go nowhere.

.- Ah! That's exactly what I wanted: to go nowhere.

There we will have to use another method, of course.



The intelligent adage ends up saying: “Do not allow yourself any moment of sensitive emotion, which can be interpreted as weakness. They will finish you”.

Because only the imperturbable, the indomitable, the constant, prevail...

And that is the one you will respect. The one who imposes himself, who imposes! You will worship that one, because he has, because he possesses, because he dominates, because he dominates you.



And this is how the sensible becomes a caricature; it becomes... sorrow.



And, as sorrow, it is not worth it.



Should we have to know how to keep hope? Emotional hope, hope that fantasizes, hope in love that... at times cries and despairs, but is flexible, ductile, adaptable, exciting.

You will have to know how to keep it.

Because the practical environment demands forcefulness! results!

You will have to speak softly... to express an emotion. Lest someone hears it, and makes a face of betrayal... when they realise that this is not intelligent, and it is not of due reason.



Oh, yes, yes, yes, yes! Everything, everything prayerful is exaggerated. Of course!

And if we listen to what we pray with our intelligent reason, our logic, our understanding and our comprehension, what we hear is a huge exaggeration!

But it is what emanates from the Creative Mystery.

And with much, much, much, much, much and infinite restraint, it shows something that seems, in our domain and our control, to be exaggerated.

Such an exaggeration!

"Oh yeah!" –it would be necessary to answer-. “It is certainly an exaggeration to live; that life exists in a place like a galaxy, like a system, like infinity... It's exaggerated!

It is an exaggeration that three quarters of this place called “planet” is water! Such an exaggeration!

So many species, so much biodiversity! What an exaggeration!”.

Of course, when you want to control, dominate and manage, you have to reduce everything to what is practical and what... what you can handle. Anything outside of that, is exaggerated.



And any version we make from the point of view of organized power is “exaggerated”.

If we say that the conquest of America was “a conquest” –not a discovery-, an insolent conquest...

What an exaggeration! What an exaggeration! Thanks to it many Indians learned Spanish. Thanks to it they learned about horses and… the Schweppes tonic”. For example.

And that's it.

And if we say: “The predominance of the masculine has mutilated, sectioned and repressed feminine instances”.

.- What an exaggeration! All the blame is put on men! What an exaggeration!

.- OK...

.- There will be someone who will...! But noooo! My mother was just a saint, and my father too...

How curious! They all have holy mothers and most holy fathers. Except when talking in private, there are some things that don’t fit. Doesn’t it?



Yes. So it happens that, when sensitivity becomes universal, dominance, control and power quickly appear to restrict the universal, even ridicule it, and take control of what happens and what takes place and… – “it's the emigrants fault.” "Climate change is to blame"- and seek to reduce as much as possible any transcendent, amplified, felt!, evident vision!!

And since everyone can say what they want, everyone feels happy and content to say what they want, even if they know absolutely nothing about what they are saying.

.- Wow! How can you give your opinion about something you don't know?

.- Ah! Go to Spain and you will see it. Fantastic! They don't need much to give their opinion, say, of course criticize and so on. No, they don't need much. By reading three or four editorials -the title, eh?, nothing else- they have enough to express an opinion, to give their opinion...

.- How incredible!

.- Yes, Spain is a good place to discover that, but it happens everywhere.



Any exaggerated and transcendent display –and, being transcendent, it is exaggerated for dominance and control, opinion and manipulation –is going to encounter that fence; with that fence that entangles, that encloses, that demands.



In short, it bothers to feel, it bothers to love. It bothers, it annoys. It becomes annoying, because it is beyond the control. Wow! Yes, it escapes. It is beyond the dominion! It is beyond “common reason”: from that common sense, which is not really sense, and is not common. But it is used to, reasonably, maintain a point of view.

And so, each one wields his “I believe”, “I believe”, “I believe”, “I believe”, and there are no coordinates of reference, except those that each one has of himself.

Oh, what a shame!



Thus, the being becomes a hedonistic masturbator, continued, of his own references. He ends up exhausted and bored with himself.

Of course, this is not instantaneous, it takes its time.

But the Prayer Call guides us to realize it, to evaluate our permanence, our attitudes and our positions.



Do you know? It is considered that one of the greatest martyrdoms to which a human being can be subjected is not to let him sleep. Letting him fall asleep, and after ten minutes to wake him up. Then he goes back to sleep, and two hours later you wake him up.

Little by little, like this, we managed to drive him crazy.

Do you know? A general organic deterioration occurs. And, above all, brain degeneration.

It's curious, isn't it? Just by disturbing his sleep.

Perhaps it is not difficult to incorporate this circumstance, in an elusive way, for what the prayerful shows us, exaggeratedly, today.









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