MILAGROSAMENTE NOS SOSTIENEN
8 de agosto de 2022
La Llamada Orante
supone una posición de sintonía con el Misterio Creador.
Es asumir nuestra
humildad y sumisión en la Creación. Y una escucha de las directrices que… en
alguna manera… nos transmite ese Misterio Creacional.
La forma de
expresarse la comunidad humana, ha sido referenciándose en sí misma.
Muy atrás quedan los
animismos, los politeísmos… Y se instauran religiones monoteístas competitivas,
agresivas… Y, progresivamente, también éstas se hacen decadentes como
intermediarias entre lo humano y lo divino.
Y el ser, cada vez se
referencia más en sí mismo, como si hubiera sido su decisión existir, estar y
transcurrir.
Un hedonismo ególatra
que, amparado en “libres albedríos”…, compite, manda, ordena… y establece una
guerra de posiciones.
Y es así como la
humanidad marcha… de tropiezo en tropiezo. Con hambres…, con ´sedes’…, con
corrupciones… y un largo etcétera.
Simultáneamente –a la
vez- se desarrollan seres que establecen su referencia en el Misterio Creador –véase
lo Divino, Dios, y otras denominaciones-. Y se establecen esas referencias en
base a lo creado; en base al micro-universo en donde estamos, en este lugar del
universo.
Y dentro de nuestra
capacidad cognitiva –véase inteligencia-… no resulta muy difícil descubrir que
el acontecimiento de la vida en este lugar del Universo es excepcional, extraordinario, singular.
Y evidentemente no ha sido gestado por el ser humano.
Con esa simple
perspectiva, podemos deducir que nuestras referencias en torno a la vida… deben
establecerse en el Misterio. Aunque el hombre ya ha elaborado teorías a
propósito de “el surgir de la vida y su desarrollo”. Pero ninguna ha conseguido
establecer las suficientes evidencias… como para pensar que la vida ha sido una
cuestión de “suerte”; que surgió por… un imprevisto.
Al contemplar la
biodiversidad, nos podemos imaginar que todo este acontecer de vida es producto
de un origen desconocido. Y, sobre todo, que ese origen sigue incidiendo sobre
lo creado. Gracias a lo cual… la vida continúa.
Y es así como podemos
referenciarnos en el Misterio Creador a través de lo creado.
La Llamada Orante nos
insiste en que nos posicionemos y nos referenciemos… en torno a esa Magia
Creadora.
Con ello, asumimos
una posición de humildad, un desarrollo de la sumisión, como expresión de la
misión que debemos realizar por nuestros dones.
Y en ese sentido,
nuestra capacidad de ‘ser-vicio’… sería la actitud en la que aportáramos elementos liberadores, ya que la
presencia de cada ser de humanidad se debe a una necesidad.
Dicen los credos
religiosos: “Nuestro Auxilio es el Nombre” –el Nombre del Señor-. Tomando esa
referencia, “Nuestro Auxilio es el Nombre del Misterio Creador”. Interpretando “el
Auxilio” como ese hilo referencial, ese aliento providencial que sobre cada ser
vivo derrama lo Sublime, lo Eterno, Lo Innombrable.
El auxilio, debemos
pedírnoslo a nosotros mismos, primero, para poder revisar nuestras actitudes de
consciencia. Auxiliarnos en nuestras actitudes…; corregir posiciones…;
introducir innovaciones liberadoras.
Y en la medida en que
nos auxiliamos con nuestros recursos, podemos ir descubriendo que ese proceso
auxiliador está inducido por ese
Misterio Creador.
Abandonamos nuestro
protagonismo… y, sin dejar de ejercitar nuestras cualidades como especie, nos
damos cuenta de ese “auxilio permanente”.
Un auxilio permanente
en lo cotidiano, diario… Que se puede resumir en ese dicho que dice: “Estoy vivo, de milagro”.
Se suele decir cuando acontece un accidente,
un riesgo extremo…
Pero, sin llegar a
esos extremos, en el diario vivir, ¿cómo se produce el milagro de continuar
viviendo?
La Llamada Orante nos
transmite la necesidad de desarrollar nuestra consciencia creativa.
Y a la hora de asumir
nuestra referencia en el Misterio Creador… y diluir nuestro protagonismo
manipulador…, ir descubriendo que nos llevan.
Darnos cuenta, en los
detalles, de que nos cuidan.
Y que todo ello
ocurre, en cada ser, de manera diferente.
Milagrosamente nos sostienen.
Y no nos sostienen
por nuestros méritos… Más bien… lo hace, lo desarrolla –ese sostenimiento-, por
la grandiosidad del Amar de lo Eterno.
Y es así como cada
AMA-NECER, nacemos de nuevo, gracias a ese AMAR insondable.
Un AMAR insondable
que no podemos dominar, ni controlar, ni manipular.
Busquemos, en
nuestros sonidos genuinos: los mantras, una manera de vibrar que sintonice con
ese AMOR de Nacer.
Escuchen por tres
veces y luego continúen.
iiIIIIIIIUUUUUUUUUUU
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