miércoles

Lema Orante Semanal

 

VIVIR ES UNA ALQUIMIA DE PERMANENTE INNOVACIÓN

15 de agosto de 2022


 

La Creación, permanentemente nos muestra sus secretos, para llevarnos paulatinamente a integrarnos en el Misterio Creador.

 

En nuestras búsquedas, la Providencia nos ofrece ocasiones excepcionales, situaciones únicas… muchas veces camufladas por acontecimientos corrientes.

Y, en consecuencia, muchas veces dejamos pasar la ocasión; la ocasión de asumir una singularidad… especial para nosotros y para todo el entorno.

 

La Llamada Orante, bajo el sentido de que cada uno de nosotros procede del Amor del Misterio Creador, nos llama a que prestemos atención a nuestro transcurrir cotidiano.

Cualquier actitud de dominio y de seguridad en nuestras actividades, puede suponer una costumbre, un estancamiento y un bloqueo.

 

Los ‘senti-mentalismos’ deben estar vibrantes, abiertos y dispuestos…

Y es así como introducimos innovaciones y novedades en nuestro transcurrir.

Es así como borramos el tiempo, y nos hacemos “¡ahora!”, “¡ahora!”, “¡ahora!”.


 

Los aconteceres, vistos desde la óptica del poder, buscan centrarnos en el punto más estrecho del embudo, para tenernos en constante obsesión, preocupación y temor.

 

La Llamada Orante nos advierte de que nuestra posición en la Creación está en el infinito abierto de ese embudo.

Y es así que, reconociendo nuestra verdadera posición, podemos actuar, estar y desarrollarnos en el punto más centrado, con criterios de Universo, con ideas liberadoras, con actitudes de testimonio. ¡Sin esclavitud!


 

La Llamada Orante nos significa, nos advierte de este transcurrir actual, en el que lo individual, lo personal, lo posesivo, lo dominante, son las “armas” para vivir.

Y vivir ¡no es un arma! Es una vibración expansiva que… se comunica, que se transforma…

Vivir es una alquimia de permanente innovación.

No se plantea límites.

Se proyecta en… futuros. Futuros presentes. ¡Proyectos!

 

 

Todo lo que se pueda lograr, pierde su valor cuando se aquieta y se convierte en poder.


 

Al contemplar lo viviente, constatamos la solidaria comunicación y el intercambio de necesidades.

En nuestra especie, esa necesidad se ve bloqueada por las competencias, por la competitividad del logro y del dominio.

 

Envueltos en esa corriente, debemos prestar atención… en no caer en la fácil trampa de la justificación, que nos lleva a la ejecución de lo vulgar.

 

La vida es una excepción singular y extraordinaria en el Universo. No, no, no podemos… –ninguna especie lo hace, salvo la nuestra- no podemos llevarla al dominio de nuestras voluntades, como si fuera algo que nosotros hemos creado.

No dejemos que nuestra inteligencia nos nuble las perspectivas del lugar de Universo en donde estamos.

No caigamos en la dependencia de que dependemos de nosotros mismos.

Nuestra ‘interpendencia’ se relaciona con toda la Creación. Y no depende de nuestras posiciones o acciones, aunque ellas son necesarias para suplir necesidades.


 

Y ha sido, y es habitual, que se “aprenda” –entre comillas- un mensaje, se entienda, se escuche, pero quede en ese espacio de lo teórico, lo límbico –¡el limbo!-… y, cuando se vuelva a escuchar, se vuelva a pensar que ya lo sé, que ya lo conozco, pero… sigue en el limbo.

Debemos configurar nuestro limbo y ejercitarlo en nuestro cuerpo, en nuestro estar, en nuestra expresión. Y ya que lo cogimos con palabras, lo devolvamos con palabras activas.

Seguramente, nuestra consciencia, amparada en el dicho que dice: “del dicho al hecho hay un gran trecho” –o sea, de lo que se dice y de lo que se escucha, a ejercitarlo, hay un largo camino-… eso puede justificar el que oigamos una y otra vez, de una forma o de otra, nuestro proyecto vital y… a la hora de ejercitarnos, nos convirtamos en dictadores de nuestras propias egolatrías.

 

La materia viviente, tan dañada e insultada por la actitud del hombre, reclama, desde la óptica de la Creación, que cada ser se replantee su posición, su disposición, su sentido universal.

 

La obsesión por la seguridad nos lleva a la defensa y al ataque.

Podemos coger el ejemplo de la posición que ocupa nuestro planeta en este Universo, y darnos cuenta de que está “a salvo” –entre comillas- de toda la dinámica de la Creación, de los Universos, y que por extrañas y misteriosas situaciones, anida lo que se llama “vida”, aquí, y tiene una… vamos a llamarlo “protección”, una certeza de seguridad… que, al imitarla –“al imitarla”-, deberíamos despojarnos de esa obsesión de “seguro”, de posesión, de certeza… para evitar la violencia.


 

Las “comodidades” no son propias del nómada que transita en peregrinaje. Esa comodidad surgida del sedentarismo es semejante a cortarle las alas a un ave… y que termine por creer que nunca ha volado.

 

Pero si nos fijamos en nuestra capacidad, en nuestras capacidades cognitivas, en nuestra consciencia…, lo sedentario ha sido una auto trampa para conservar el dominio.

Nuestra fantasía, imaginación, ilusión, ilusiones… nos llevan lejos.

Nunca hemos sido ni somos sedentarios. Establecemos lugares o puntos de referencia sobre los que transitamos… y sobre los que renovamos sus posiciones.

En la medida en que mantenemos nuestra fantasía, nuestra imaginación, y la esperanza, nuestra sedentaria presencia es virtual, aparente. Y es así como hacemos, de lo sedentario, un peregrinaje de continuas innovaciones.

 

 

Hagamos un eco de aliento… para situarnos en la amplificación de nuestra consciencia.

 

 

aaaOOOOuuunnnnn

 

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