domingo

Lema Orante Semanal

 

AL ESTAR TODO POR HACER, ESTAMOS EN LA OBRA CREADORA… SIN FIN

16 de agosto de 2021

 

Recogidos por la Llamada Orante, los seres se repliegan hacia su interior y se descubren en su humildad, en su pequeñez, y a la vez, en su capacidad para vivir la grandeza.

Nos llaman a orar para… recomendarnos, para que recapacitemos, para que evaluemos nuestras semillas y sepamos de nuestros frutos.

Además, que asumamos nuestras responsabilidades, nuestras respuestas, con sencillas actitudes, ¡sin arrogancias!, sin justificaciones. Y así, hacerse un conviviente, un convividor… que se libera, que se suelta del yugo de las preocupaciones, de las prevenciones, de las actitudes de sospecha.

 

¡Ay, ay, ay!... Y nuestros pasos serán ¡certeros!, cuando se hagan trascendentes, cuando nos demos cuenta de que es el impulso de la Misteriosa Creación lo que nos mueve, la que nos hace ser protagonistas, la que nos promueve al escenario y a la sonrisa.

Sentirnos receptores de tal privilegio, de que nos cuidan, de que nos ¡inspiran!… es vivir con la certeza de que no estamos extraviados; de que hay una guía que, orando, nos indica; que orando, nos señala; que orando, nos ¡anima!

Criaturas somos, de una Creación insondable. ¡Únicos, insólitos, irrepetibles! Y es así que somos arte: ¡una obra de arte! Y como tal ejercemos. Es el deber más sublime, sentirse arte, porque arte y en arte nos hicieron.

 Y así, ser adornos constantes y permanentes. Y así ser… ¡belleza!, y podernos admirar los unos a los otros sin vergüenza, con… ¡sorpresa!, con respeto, ¡con asombro!

Así no hay error. Así no hay ofensa. Así hay, sentirse en el privilegio de ser una obra de Creación. ¡De ser un verso viviente!

Y eso no nos impide arañar la tierra, recoger sus frutos, laborar con sudor, esforzarse en descubrir.

 El vivir no separa. Unifica, engloba, se expande. No somos parcelas cercadas… ni propiedades privadas.

 

No soy de mí. Pertenezco a una Creación.

Liberarse del agobio del ego…

Liberarse de la presión de la importancia personal…

Hacerse fluir con suavidad, sin asperezas. ¡Con el entusiasmo de ser arte de luz!

¡Sí!, arte de luz, porque la Creación nos ha colocado en este lugar del Universo… para iluminar su arte en nosotros.

Porque la Creación nos ha colocado ahí para que demos testimonio de la obra grandiosa de la vida.

 

Porque… el arte es ¡espléndido!, y en ese sentido los seres son ¡espléndidos!

Emanan resplandor… ¡Emanan esa belleza cuando sinceras son sus palabras! Cuando la vocación… es amar cada acto y trascenderlo; visionarnos dentro de un Universo insondable.

Ver como cada pequeño detalle se hace un mundo. ¡Pero no un mundo que nos agobia, que nos presione, que nos reprima!, sino un mundo de mundos que se amplifica. Y el detalle se hace ¡grandioso! Y la palabra se hace Creación.

 

Flotando se encuentran nuestras vocaciones, suspendidas como en un suspiro entrecortado…; siendo conscientes de que nuestras realizaciones precisan de ese ¡impulso enamorado de la Misteriosa Fuerza Creadora!

¡Ay!, Misterio de los Misterios. Inspira nuestros pasos para que éstos no opriman.

¡Ay!, Creación insondable. Suaviza nuestras manos. Haz… que nuestro abrazo y nuestra caricia sean alivio, sean calma, sean ternura.

¡Ay!, Misterio Insondable, ¡que nunca puedo ni debo olvidarlo!

Sentirte en los otros; en los otros que, como yo, aspiran a sentir tu presencia, tu intervención.

Y no porque se dude de ella: sabemos que está infinitamente presente. Pero a veces, la angustia, la ansiedad, ¡el ataque de poder!, obnubila la consciencia y la convierte en día oscuro, la hace opaca. Y parece que te has ido, Inspiración Creadora. ¡Parece que… nos has abandonado!

Y eso nunca ocurre.

A semejanza de cuando se está enamorado, ese halo de privilegio inesperado, Amar, no nos abandona. Solo que, ¡al quererlo poseer y dominar!, se esconde, se diluye.

Aguarda a que nuestra ira ególatra se aplaque, se serene… y se descubra solo. Y descubra, en su soledad, que sólo el Aliento inspirado, misterioso, nos puede rescatar… ¡y ponernos a flote! Y volver a mirar la flor, con asombro. Y volver a sonreír con esperanza.

 

Nos han enviado aquí como muestra de Bondad y de Misericordia. De Bondad, por los dones que recibimos. De Misericordia, por la envoltura que necesitamos para solventar nuestros ¡errores!, ¡nuestros terrores!, ¡nuestros horrores!

Emana la existencia Bondad Misericordiosa. Y sea cual sea nuestra disposición… nos llega esa señal.

Continuamente recibimos la oportunidad de las oportunidades de las oportunidades.

 

No hay lugar, con tanto entusiasmo Creador, para desfallecer. ¡No hay momento para la protesta ni para el reclamo! Hay momento para el ¡entusiasmo!, para la reconciliación, para la recomposición, ¡para la reparación!

En sintonía hemos de estar… con esa Bondad Misericordiosa.

Continuamente, todo está por hacer. Es así como podemos alcanzar la contemplación Creadora.

¡Si damos por hecho, si damos por finalizado, si damos por terminado algo!... quedaremos atrapados en un hacer automático, costumbrista, repetitivo.

Y así, la mayoría de la humanidad se enclaustra, se… ¡para!

El orante se promueve. El orante… –por la Llamada Orante- el orante se estimula. Al estar siempre todo por hacer, está en la Obra Creadora… ¡sin fin!

“Está en la Obra Creadora sin fin”.

Y con esa propensión, con esa actitud, la creatividad de nuestras acciones, ¡la creatividad de nuestra presencia como arte de belleza!, siempre tendrá ese toque distinguido de lo Eterno; ¡de lo que nunca antes se hizo!

 

No hay complejos. El ser, en su presencia, no tiene ningún motivo para declararse inferior, para quejarse de su posición… Está dotado de bondades. Pero, al no reconocerlas, se afilia a la razón, se afilia a la comparación, se afilia ¡al rendimiento!, y culmina siendo un producto sin ánima, sin ánimo.

 

“El deber”. Sí: el deber de vivir que nos reclama la vida…

Es posible rebozarse de gozo cuando nos sabemos ¡cuidados!, impulsados. Cuando descubrimos que hemos sido obedientes y ¡fieles!... a las señales de la Creación, a las señales del Amor. ¡A las señales del receptáculo de este lugar del Universo que nos acoge!

 

 

Entremos en participar en una vibración y en una frecuencia en la que la Sintonía Creadora nos… ¡conmueva!

 

IIIIIOOOOOOOOOU…

 

 

 

 

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