Somos entidades encriptadas
2
de octubre de 2017
Aun siendo la especie un prototipo
de convivencia“por necesidades de supervivencia”, la estrategia desarrollada en
base a la guerra de cualquier tipo…–ya
se ha conseguido amplificar el concepto, más allá de una pistola, un cuchillo o…
no:la guerra dialéctica, la guerra sicológica, la guerra
del detalle…;bueno, ¡hay tantas!-…
Y es así que, por haber decidido
esa senda de lograr la supervivencia a través de la guerra, violencia, mando,
poder… –bueno, ya tiene diferente denominación-, es así que la convivencia se
ha vuelto… especialmente difícil.
Porque está siempre ese ánimo… de
razón personal, de opinión personal…pero todo ello con ánimo ganador,
triunfador…
Ala hora de ‘hipotetizar’ en torno
a esta variable –la predominante, la violenta, la guerrera-, no es fácil
descubrir... el origen.
Nos aventuramos a decir que… ante
la probable idea de Fuerzas Creadoras que tienen manifestación simple, como terremotos,
huracanes, maremotos, choque de meteoritos… –algo que podríamos llamar
“hostil”, de difícil defensa;aunque, curiosamente, cuando eso ocurre, hay una
mayor socialización de la especie para la defensa, pero es momentáneo-, pues
bien, siguiendo con la hipótesis, probablemente el ser quedó y queda subyugado
ante tanta Fuerza –por llamarlo así: “Fuerza”; por no tener otro léxico y otro
nivel de consciencia-.
Queda subyugado al ver una noche
estrellada o… fabular a propósito del universo.
Y eso es muy tentador. Sí; tentador,
en el sentido de que si se lo considera como lo más poderoso, lo más
grande, lo más tal, lo más cual, a lo que se le termina
llamando “Dios”,y se le pone barba o tridente o cualquier otra cosa, esa idea
es llevada rápidamente –ante el desarrollo de nuestra inteligencia- a nuestro
hacer cotidiano. Y se ve que –por ser optimistas- más o menos funciona.Y somos
capaces de acabar con los hipopótamos, rinocerontes, sandías, tomates,
lechugas…O sea, hoy podemos exterminar a la mayoría de las especies.Ya se está
haciendo, pero a un ritmo… sostenible.
Pero la cuestión está en que los
retos de ese dominio, de esa grandeza, encuentran su mejor hazaña en el dominio
sobre los de la propia especie: el padre sobre el hijo, elhijo sobre el padre,
el hombre sobre la mujer, la mujer sobre el hombre, etc.
Sí; resulta difícil enfrentarse a… Lo
Innombrable, aLo Divino–o como se le quiera llamar-.
Parece estar sordo o… o parece no
importarle nuestras cuitas.
Si además, si además se tiene la
experiencia experimental de que dentro de la especie hay… –valga la
redundancia- la experiencia del dominio, del control y de la guerra del hombre
sobre la mujer…
Porque parece ser que, según la
ideología religiosa bíblica,“Dios creó al
hombre a imagen y semejanza”. Y, bueno, si nos quedamos ahí, pues… “y la mujer, ¿qué?”.
¡Ah!, bueno.“Dios creó al hombre a imagen y semejanza. Los creó hombre y mujer”.
Más o menos, según qué versión, se añade esto o no.
Alors,entonces,
rápidamente se extiende la pólvora, y el dominio del hombre sobre la mujer se
hace evidente. Y luego, entre los hombres, también se pelean por las mujeres.
O sea, como se ve, es un panorama
realmente... en el término jocoso del término: “bonito”; en el término
empírico: bastante… “deja que desear”; en el término filosófico: “una
calamidad”; y ya en términos… digamos científicos y de altos vuelos: “un
problema a resolver”; lo cual significa que se creará una comisión y que nunca
se resolverá. ¿Mm?
¡Sigue!, sigue ahí esa admiración –que
luego se convirtió en envidia y luego en imitación- del hombre en su Universo.
Admiración,
por lo que llamó “Divino”;envidia,
por no alcanzar esas cuotas; e imitación,
por convertirse en justiciero, dogmático, moralista, castigador, etc.
Con esta situación nos encontramos
diariamente.
Desde la visión Orante, esta
posición que desarrolla el ser, y que es conocida por todos y… –ayer fue el Día
Mundial dela Paz, por ejemplo- y ¡bueno!, pero no ha encontrado algo mejor;en
genérico, ¿mm?, en genérico.
Así que unos se pelean con otros,
unos abandonan a otros, y pareciera que son bolas que están en un bombo y dan
vueltas y vueltas, y de repente: “¡El 7!”.“¡El
8!”... O sea, te va tocando, ¿no? Ahora te toca… la “espasmolisis”…que no
sé exactamente qué es. Es un espasmo… “lisis”; o sea, que se disuelve…
Sí. Resulta curioso, y alarmante,
el que al mencionar un tema ya archiconocido y que todos conocen y que viven de
alguna manera, como que parece un tema tan tullido que no… que no tiene ninguna
importancia. Pero el asunto está en que,siempre,
en este tema, estamos en importancia y en…“el borde del abismo”.
Mientras se ora –al menos-, y se
recuerda esta situación, probablemente la tentación de violentarse,
enfrentarse, encolerizarse, etc., se amortigua. Es muy poco; poco rendimiento.
Debería durar más. Al menos, la onda expansiva orante debería ser más… Pero no
es habitual.
Si nos gestaron para vivir en un Paraíso
o… –depende de cómo lo miremos- en un ambiente hostil en el que había que
desarrollarse, en cualquiera de los dos casos… nos necesitamos solidariamente.
Y en ese “necesitarse”, como la expresión más intimista aparecen los
afectos, las emociones, las atracciones, las admiraciones, etc. Diríamos que “en
fase evolutiva”-porponerloasí-. Sí; porque en ese necesitarse y ponerse en evidencia atracciones, admiraciones,
emociones, afectos, la duración, la testificación, la continuidad de esas
vibraciones es tan relativa que a veces… ¡zumm!...O sea, ya ha pasado.O sea… dice:
“¿Y esto?¿Qué pasa?”.
Era un comentario popular, que se
decía antaño, en el que se expresaba que “Todos
somos muy buenos, hasta que nos tocan lo nuestro”.
¡Ah! ¡¿Tan nuestros somos?!
Esto nos conduce a otra pregunta
más genérica, y muy poco operativa pero interesante –al menos bajo la
especulación-: ¿Quiénes somos?
Sí; ya sabemos que “cada uno de su
padre y de su madre”–aunque eso no está muy claro, ¿eh?;creo que es evidente,
¿no?-.
Desde la óptica Orante seremos…
seremos o podríamos ser,bajo nuestra perspectiva,unos emisarios con un mensaje
a desarrollar;que están en tránsito–como todo emisario- para continuar –no se
sabe en qué, o con qué nuevo mensaje- aquí, allá, allí…
Lo importante es que llegue el
mensaje. Nos han escrito el mensaje en todo nuestro ser. Repetido al menos 10
billones de veces–¡ya es repetir!, ¿eh?-,pa’ que no se te olvide.
“¡Diez
billones! ¿Y de dónde se saca esa cifra?”.
Pues,aproximadamente, de las
células humanas que tiene un ser humano; unosdiez billones de células humanas,
frente a los ¡cien! billones de bacterias.
“¿Quién sirve a quién?”.
Bueno, el caso es quenoslo repiten.
Yevidentemente, el mensaje está ahí, en ese código.
Y lo que es más significativoy
llamativo: que está en ese número importante de veces, repetido, pero es que
además,cada “X” tiempo se repite más veces.Quiero decir, la reproducción
celular repite el mismo mensaje.
“Acuérdate
de Acapulco. Acuérdate de Acapulco. Acuérdate de Acapulco. Acuérdate de
Acapulco. Acuérdate de Acapulco. Acuérdate…”.
Y claro, llega un momento en que: “Acuérdate de Acapulco,Acuérdate de
Acapulco…”,entonces terminas diciendo que eres el rey de la cuerda
–acuérdate, acuerda, recuerda, recuerda…-. Eso explicaría determinado deterioro
reproductivo, ¿verdad?; una dehiscencia de reprogramación celular, o de programación
celular.
O sea, dicho en otras palabras: ya
contaban con nuestra dificultad;porque repetirlo ¡tantas veces!, ¡tantas veces!…
Como cuando se tiene que aprender
el abecedario. ¡Tantas veces!... O la tabla del 7. Ahora parece fácil, pero
¡ja!, ¡puaf!
Pero eso no es nada, claro,
comparado con las veces que nos repetimos.
Y es más y es más y es más –para
que se vea claramente, ¿no?, por si alguien no lo ve claro-: que son mensajes
que le tocan a cada uno. Y para que se vea más claro: es que si te ponen una
célula que no es tuya, ¡vamos!, la devoras casi de inmediato; no,no quieres
saber nada de ella –los rechazos, ¿no?-.
”Pero
si total son células humanas, y tendrán… lo mismo”.
No, no, no, no, no. Tienen mensajes
diferentes.
Pero…nos necesitamos.
Y en ese necesitarnos –para que sea evidente la necesidad- es que aparecen
los sentires, las emociones, los afectos… Ya en escala superior, los amores, los
‘reamores’, los…
Y así, inevitablemente, a poco-poco-poco
que se haga, se consigue una transitoria solidaridad.
Pero, pasados los emocionantes,
emocionales, atractivos, aceptables, no aceptables… afectos, defectos, etc., se
vuelve a las hostilidades –de una forma o de otra-.
La cuestión podría plantearse–buscando
soluciones-: “Cómo poder mantener una vibración emocional, afectiva, amorosa,
etc., que nos permite ser solidarios; y en consecuencia, aminora enormemente la
guerra y nos promociona hacia logros, hacia consecuciones, hacia… hacia las
ganas de descubrir este inmenso Universo”.
“¿El
mensajero llevaba incluido… en su mensaje…?”.
¡Sí!Claro que lleva incluido en su
mensaje ese encuentro solidario a través de… de simpatías, como mínimo. ¡Claro
que lo lleva incluido!
¿Que por qué estamos tan seguros de
que lo lleva incluido? Porque es un mensajero. Entonces,el mensajero,sin
alguien a quien darle el mensaje, pues no tiene sentido, ¿no? Y para dar el
mensaje, pues… hay que saber a quién se le da, a dónde se le da. Y para ello necesitamos
una filiación, una sintonía.
A lo mejor tiene que ver con el uracilo.
Pero esto déjenlo así, “en incógnita”.
Los que no sepan qué es el uracilo
y cuál es su función, no se preocupen, porque tampoco se sabe con exactitud. O
sea… se puede ejercitar la mejoría sin saber de ello,pero, puesto que hemos
hablado del código y del mensaje, pues ahí…
Acabamos de iniciarla época del
otoño. Y en otra parte empiezan la época de primavera.
A unos se les caen las hojas, y a
otros les nacen las hojas –para que así no haya bronca, ¿no?-.
En el caso de los que se les caen
las hojas, bueno, es una época de gravedad; porque la hoja se cae por… por la
gravedad, claro –aunque a Newton se le cayó una manzana, perobueno-.
Podríamos decir “de gravedad”, porque
todo se vuelve hacia dentro; la vida hacia afuera se aminora y la vida se
interioriza. Es la época de la reflexión, la época dela planificación, la época
de los proyectos… Sí.Porque luego vendrá el invierno, que es ya la época de
preparación; de darse cuenta, algo más, de uno mismo.
Mientras que los que entran en
primavera ahora, pues empiezan con las alteraciones de la sangre, ¿no? –“alteraciones”,
¿eh?:“La primavera,la sangre altera”
y esas cosas-;empiezan… las hojas verdes, las flores, los frutos…“La
exteriorización”. Empiezan a producirse los frutos que se hayan planificado,
organizado y descubierto en las estacionesanteriores,para llegar a su eclosión
en verano.
Y todo se va gestando en ese vaivén
de hojas, que es como la cara y la cruz –o la cruz y la cara, o el sello y la
cara- de una moneda que va rodando con su canto –nunca mejor dicho: el “canto”,
y el “canto de la moneda”-; que la pone a rodar, y a transmitir cada cual su
mensaje.
Esta “simultaneidad” de una
aparente dualidad nos indica que, realmente, no somos–no somos- duales, sino que hay tendencias de tiempo y de momentos
hacia un sentido, y tendencias y tiempos y momentos hacia otros.
La dualidad solo está en la
conquista.
Como mensajeros transitando, la
consciencia debe, inevitablemente, sintonizarse con el que envía el mensaje.
¿Quién manda el mensaje? ¿Quién nos
prepara y nos configura y nos lanza al vacío?
“Ese Misterio de insondables
proporciones”.
Sin él, carecemos de sentido; y…
sin él, desaparecemos.
Pero ocurre que, con la admiración,
la envidia, la imitación y la definitiva asunción de lo poderoso, se olvida.
Y se imita tanto, que cada uno opta
por nombrarse “Misterio”, nombrarse “escritor de su propio mensaje”, etc.
Y éste es un detalle a tener en
cuenta. Más quenada, para apercibirnos de nuestra increíble ignorancia.Pero que
se puede volver inocencia y, entonces, conectarnos de nuevo, conscientemente,
con quien escribe los mensajes.Que somos nosotros los mensajes. Ya, si nos
adornan, somos mensajeros. Pero… “mensajes”.
A veces, para tomar consciencia de
nuestras inscripciones, tenemos que evadirnos de nuestras posesiones.
Somos entidades encriptadas.
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