Todo Es Un Motivo De Servicio
20 de marzo de 2017
Hoy, en el siglo XXI, la especie
humanidad anda en demanda de continuas necesidades: “Necesito esto… necesito aquello…”.
Ya sea a nivel individual, grupal o
colectivo… el concepto de “necesidad” se desarrolla, y con él, el mercantilismode
la compra, de la venta, del acopio, del desahucio…
El sentido orante de hoy nos viene
a recordar que el ser, por ser gestado en base a una necesidadde especie –cada
uno-, por cumplir una funciónpara realizar una necesidad de especie, está
dotado de recursos, potencialidades, medios y posibilidadespara dar
cumplimiento a su estar, a su ser.
En base a ese criterio, las
necesidades que van gestandolas culturas, los grupos sociales, los imperios,
las modas… se configuran–todo ello- como una realidad ficticia…y gestan en el
ser la idea de necesidad.
Y aquel te hace creer que
necesitas… Y el otro te hace ver que necesitas… Y tú le haces ver al otro, que
necesita…
¿Realmente lo necesita? ¿O, más
bien, tú tratas de ofrecer, dar, manejar, manipular, controlar…? Y entonces,
creas en el otro la necesidad, y consiguientemente le apartes de su función. Y
además lo haces inútil, porque necesita esto, necesita aquello…;sin esto, sin
aquello y sin lo otro, no es “capaz de”.
Cuando se suple una función que el
ser tiene, esta función queda abolida.
Y es así como –en el tiempo presente- cada
cual necesita y necesita y necesita…
Y se hace, al ser, dependiente.Cuando, en realidad, el ser
está dotado para constituir una especie inter-pendiente;
es decir, una especie solidaria, una especie con respuestas, una especie con
adaptación, una especie evolutiva.
Pero… no ha sido así, de momento.Y
se vive en esa dependencia de necesidades,y en el escaso desarrollo de las
potencialidades¡propias!, ¡genuinas!, de las que el ser está dotadopara cumplir
sus funciones. Están abolidas pormodelos productivos, modelos rentables,
modelos de poder… que consiguen hacer creer –que consiguen hacer creer-,
hastaimponer las bondades de… los peines para calvos.
¡Difícil!, ¿eh?
Hasta esos niveles –jocosamente
hablando-.
Y si ahondamos más, todavía la cosa
es peor.Eso es jocoso, pero es orientativo.
El sentido orante nos recalca que,
en la medida en que nos situamosen universos, en la medida en que nos constituimos
en microcosmos, estamos recibiendo, recogiendo… la cosecha necesaria para
desarrollar nuestras capacidades,a través del reino vegetal, animal, humano,
mineral… Todo es un motivo de servicio.
“¡Ah!...
¡Ah! No necesitaba…
No.
No necesitaba. Mi relación de especie, y con el medio, es una relación de servicio.
Me
sirven el día y la noche, me sirve la lluvia, me sirve la tierra firme, me
sirven los vegetales, me sirven los animales…
Me
están sirviendo. ¿Y por qué me sirven? Porque estoy dotado con recursos para
darme cuenta. Peroeso no me puede convencer para que especule, para que
domestique, para que controle, para que maneje, para que manipule…”.
De la misma manera que el modelo de
entorno me sirve, la actitud de mi identidad
se convierte en servidora: servidora de sus dones, de sus capacidades, con sus
dones, con sus capacidades…; que obedecen a una necesidad de especie, pero que
no obedecen a necesidades particulares, grupales, sociales, nacionales, de una
imposición humana.
Es decir –por si hay falta de
entender-, cada ser humano es producto de una creación misteriosa. Tiene
dotaciones de recursos para cumplir una función. Y aparece en el plano de la
vida para cumplir con una necesidad de la especie.
Pero es diferente el concepto de “necesidad
de la especie”, de las necesidades que crea el individuo de especie. Las
necesidades de especie son misterios que vamos incorporando en la medida en que
servimos… por las características de
nuestra dotación.
Y esto no es de ahora, es… Es. Pero ocurre que se ve oscurecido,
porque el ser se ha dado cuentadel recurso de posibilidades, de capacitaciones…que
tienen los seres de su propia especie, y a partir de ahí empieza la rapiña, la
competencia, la envidia.
Y así, a uno le hacen creer que es
deficiente; a otro le hacen creer que es feo; a otro, que es guapo; a otro, que
es débil; a otro, que es fuerte… Y siempre llega el alma caritativa para que lo
necesites;cuando debería ser un servicio…de servir unos a otros, y convertirse
en inter-pendientes, como especie.
Y así también,igualmente, ante esa
demandade necesidades entre humanos –que van creando unas necesidades unos a
otros-, unos necesitan reafirmarse, otros necesitan valorarse, otros necesitan…
Pero, ¿qué es eso?¡Es una trampa!
“Usted
sirva en lo que es, como es, y de la manera que es,y evolucione, porque tiene
un plan de Misterioy de Creación sobre su estructura, en su estructura, para su
estructura, para sus especies –en las que va a habitar-.
La
convivencia que vaya a establecer en su especie debe ser de servicio, en base a
las dotes que cada uno tenga; no de dependencia”.
Es así como se pueden preservar la
evolución y los recursos de la especie. Es así como podemos –en esa inter-pendencia-
¡cuidar!... de las capacidades,
medios y posibilidades de unos y otros, y ¡evitar!...
los riesgos, los peligros…
Y claro está, entre riesgos y
peligros, aparecen dramas, tragedias… y más. Y luego vienenlos llantos, los
traumas, los dolores, los lamentos, los “no
entiendo, no comprendo cómo ha podido pasar”…
¿Cómo ha podido pasar? Usted ha
transgredido todas las alertas y alarmas que tiene, parademostrar que es capaz,
para comprobar esto o aquello…
Como en ese juego nefasto de “La
ballena azul”, que se ha instaurado en Rusia, en el que los adolescentes tienen
que superar pruebas y pruebas y pruebas hasta llegar al nivel 50, donde la
prueba es quitarse la vida. Se supone que ya hay 130 adolescentes que se han
quitado la vida para llegar a ese máximo que impone el juego, de “ser capaz
de”, de “ser capaz de”…
Y así se llega a esas situaciones
de:
.-
No me gusta, no quiero, tengo miedo, me preocupa… pero lo voy a hacer.
.-
¡Ah! ¿Está usted bien de la cabeza…? No le gusta, le preocupa, tiene miedo,
pero… ¿lo va a hacer?
¿¡Qué valor…!? –llegamos a este
punto-. ¿¡Qué valor tiene, en consecuencia, el propio criterio…!? –o, en caso
de duda, consultar-.¿¡Qué valor tiene el propio criterio, para transgredir
todas las alarmas que sobre él se han desarrollado!?
.-Oye,
ten cuidado, no vayas por esa calle, por ese barrio, porque…hay una delincuencia muy alta.
.-
¡A mí me van a prohibir ir…! ¡Yo puedo ir donde me dé la gana! ¿Por qué no?
.-
Bueno, yo te he avisado.
.-
No, ¡si yo ya lo sabía!... que ese barrio era peligroso…
.-¿Pero
vas a ir?
.-
¡Sí!
.-
¿Qué te vas a demostrar?
En otro tiempo –corto, por muy
lejano que sea-, avisábamosa grupos de alumnas –básicamente nórdicas-, con
motivo de un viaje a India, de que por favor –era una época de calor-, fueran
vestidas de una manera… Hindú; porque el short, las camisetas con la axila al
descubierto…y otras prendas, en India eran mal vistas.
Pues bien, se avisó y se re-avisó,
pero… la mente libre, la idea libre, la arrogancia de… ¿de qué?
Pues fueron de compras. Y todas
vinieron sobadas, tocadas, alarmadas, asustadas…
Encima, decían:
.-
¿Por qué no nos ha avisado con más vehemencia?
.-
¿Cómo que con más vehemencia? Les he dado un curso previo en Suecia, y les he
avisadodías antes de ir de viaje, y les he vuelto a avisar, una vez que
estábamos en New Delhi. ¿Qué más quieren que les avise?
¡Ah! Pero… ¡la porfía!, ¿no?:
.-¿Por
qué no? Si yo…
.-
Pero es que aquí, las reglas… ¡son diferentes! Aquí tengo que adaptarme a otra
posición.
Este ejemplo, como otros, son frecuentes:
que se transgredan… como normas, para demostrarse… ¿el qué? ¿La valentía…? ¡Por
favor!
Se ha adulterado tanto nuestra
especie que, ¡si no se vive al borde de la navaja, para cortarse!, no se es
digno.
¡Así que hay que estar ahí, “al
borde de”…! Así que si no he sido drogadicto, alcohólico, violento, no tengo
curriculum; no puedo hablar “de”, no puedo desarrollarme…
Así, la experiencia se ha llevado
al terreno del sufrir, del drama, del trauma. Y resulta que nos han puesto en
un paraíso, para congratularnos, para complacernos, y lo hemos vuelto un
desastre de necesidades, de inutilidades.
Y lo llamativo es que toda esta “patología”
está tan incrustada en las estructuras sociales, que culminan diciendo: “¡Es que así es la vida!”.
¿Así es…? ¿O así se ha hecho? Y hay
que deshacer.
“Así
es la vida, y los hombres son así, las mujeres son asao…”.
Y todo se muestra vicioso. Y a
veces, para comprobar que no lo es, la persona se expone a lo vicioso… pensando
que a lo mejor no lo es, pero ¡es vicioso! Y aunque lo sabe y lo conoce, no
importa, ¡insiste!
¿Qué cosecha puede haber de ahí?
Ansiedad, angustia, prevención, miedo… ¡Sí! Esa es la cosecha. Y sumar y seguir
en ese ritmo.
Ir cosechando desconfianzas, sin
descubrir dónde están las confianzas. Ir cosechando inutilidades, y buscando
afanosamente necesidades.
¡Es prioritario!... asumir nuestra
posición de Universo.
¡Es prioritario darse cuenta de la
terrible situación de la especie!
¡Es significativamente trascendente
ser consecuenteen los sentires, en los pensares, en las creencias, en la fe, ¡en
el testimonio!… con el servicio por delante…
Aunque ello va a suponer, sin duda,
crítica, murmullos…Todo tipo de inconveniencias.
¿Y qué es lo conveniente?
¿Convertirse en un consumidor insaciable? ¿En un perseguidor compulsivo? ¿En un
asaltantede posibilidades? ¿En un utilizador de recursos? ¿En un manipulador de
intenciones?
La
vida sigue viva. Y desde la vida viva,
se reclama la identidad… la identidad de la propia vida; que es producto de la Creación
de Universos; que no es casualidad; que es un Misterio;y que con él tenemos que
asumirnos, desarrollarnos y crecer, a sabiendas de nuestras dotaciones y
recursos, que serán necesarios para otros, pero no convertirme en un necesitado
permanente… producto de una translocación severade la especie,en la que –como se
decía- “el hombre se ha vuelto un lobo para el hombre”.
¡No exageraba!...
***