LLAMADA ORANTE
5 de diciembre de 2011
Se dice que el saber no ocupa lugar…
¿Y el sentir…? No tiene lugar. Porque su lugar no pertenece a las coordenadas de lo material.
Y este criterio puede albergar la posibilidad de respuestas valiosas en cuanto a… el sentir, que a veces parece escaparse como inútil… o despreciarse por no cumplir un porcentaje, un espacio, un lugar, un comportarse...
¿Y el sentir…? No tiene lugar. Porque su lugar no pertenece a las coordenadas de lo material.
Y este criterio puede albergar la posibilidad de respuestas valiosas en cuanto a… el sentir, que a veces parece escaparse como inútil… o despreciarse por no cumplir un porcentaje, un espacio, un lugar, un comportarse...
Sin coordenadas de anclaje, con referencias de un tipo de saber-se –de “saber de ti”… “sen-tí”- el sentir ocupa el remolino de la vida.
Sentir que se ¡sabe! –sin saber- en otra frecuencia, en otra vibración, nos lleva a la opción de no inmiscuir, los “saberes” de razones, de lógicas, de entendimientos y conocimientos, con el saber del sentir, que tiene sus coordenadas en la Creación ; en ese Universo plano, infinito y expansivo.
Si se consigue mantener ese sentir, ese “saber de ti”, en esa coordenada que “sabe que no sabe”, ¡no hay opción de ejercitarse y manejar! –con “saber”- los sentires –que se convierten en embaucadores, en manipuladores y en ¡chantajistas!-.
Así que… si el saber no ocupa lugar –pero tiene lugar- y el sentir… no tiene lugar, cuando nos apercibimos de un sentir, ¡no estamos sabiendo!, ¡no estamos en el área del saber!... Estamos en el área creadora; en el área sin coordenadas; en el área entregada, sin… ¡manejos!
Y en la medida en que el sentir se ejerce desde esas otras dimensiones, “¡aquí!”, ese “sen-tí” –de “saber de ti”- se hace universal; no se queda escuetamente encarnado en silueta, figura o noticias… –de aquél, de aquello o de eso-, sino que, ese plano de “proyectarse aquí sin ser de aquí”, me da la posibilidad de abrirme a saber –sin saber- “de todo”, sin quedar secuestrado en “algo”.
Y poder –como sorpresa; ¡sin esfuerzo!- darse cuenta de cómo se conectan, se contactan, se comunican, se influyen… todos los pequeños detalles y aconteceres, sentidos… ¡en cualquier lugar!
Y poder –como sorpresa; ¡sin esfuerzo!- darse cuenta de cómo se conectan, se contactan, se comunican, se influyen… todos los pequeños detalles y aconteceres, sentidos… ¡en cualquier lugar!
Cuando el saber de razón y de poder se confunde, y usurpa el saber del “sé” de sentir, pronto manipula y muy pronto posee.
“Yo sé cómo tratar a…”. “ Yo sé quién es…”. “Yo sé…”.
“Armas… de poder”.
“Yo sé cómo tratar a…”. “ Yo sé quién es…”. “Yo sé…”.
“Armas… de poder”.
Abrirse al sentir Creador es… percibir el aliento amoroso de lo creado. Es… sentir… ¡lo que me aman y me han amado!
Cuando… a ese corazón –que sabe, sin saber, de los sentires- se le encarga que aprenda y que sepa de… lo que ocurre, y lo interprete, ¡fracasa! Y de ahí su dolor y su… ¡drama! Mas, si se le sitúa en el sentir de Universo, de Creación, de saberse en otra dimensión –aunque se actúe en ésta-, no hay motivos para saber… de sabiduría; no es encargo del corazón.
No hay opción para el dolor.
No hay opción para el dolor.
¡Sentir que siento… desde el sentido del Universo!... es sintonía con lo Eterno.
Es ¡Creación permanente!
Es… lo que es.
Es ¡Creación permanente!
Es… lo que es.
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