domingo

Lema Orante Semanal

 

Atreverse a ser vida: confianza ilimitada, fe absoluta y amor insondable

6 de enero de 2025

    Se aprecia que el transcurrir de la organización humana… está dando síntomas de deterioro. Un deterioro gestado por la ambición, la corrupción, la falta de identidad…; obviamente, la persistente mentira, la falta de un respeto hacia cualquier tendencia, y el enfrentamiento obligado… como la mejor solución. 

    Se dice que ya hemos pasado por situaciones iguales. No. Parecidas, sí. Pero distintas. 

    Y ante esa progresiva y flagrante descomposición, ¿cuál es… cuál es el compuesto que la Llamada Orante propone? ¿Qué, qué llamada nos hace ante lo evidentemente deteriorado?

    En síntesis: perseverar en la virtud, incrementar la vocación, promover las fantasías en torno a las vocaciones, y saber que el motor, el combustible, la estructura –¡todo!- está manufacturado y realizado en base a… el Amor. 

    Sí. Resulta al principio poco práctico. ¿Cómo… cómo utilizar ese sentir llamado “amor”, para configurar una convivencia armoniosa, creativa, novedosa, sorprendente? ¡Que es lo que le corresponde al ser! No nos corresponde el irnos eliminando, el irnos acribillando, el irnos corrompiendo…; lo cual parece que es la nota “natural”.

    Sin duda, el estar, el comportarse de los poderosos tiene una influencia decidida e importante sobre el resto. Somos “el resto”, sí. Y los importantes diseñan las estrategias. Y todos somos humanos, pero a unos se les ocurrió la impronta de imitar a la Creación, la impronta de dominar los cielos y las tierras, las aguas y las montañas. Y había que llegar a la cima, y había que llegar a la profundidad, y había que dominar los cultivos, y había que someter. Porque algo nos dijeron en un relato creativo de la Creación, en el que “todo se nos daba para que se sometiera a nosotros”. Quizás la traducción no está bien hecha, porque esa posición de someter a todo lo del entorno –en gran escala y en pequeña escala- es un ademán de soberbia y vanidad. 

    ¿Y por qué… –cabe preguntarse, claro- por qué tiene tanta influencia y tantos adeptos? 

    Bueno, hay un origen común en todos: es el origen común del Misterio Creador. Y bajo esa referencia, cada uno tiene un impulso fantástico, novedoso, único… Y la tentación es grande, sí: el verse en esa naturaleza, en esas posibilidades de dominar, controlar, manejar –sea el nivel que sea, porque el gran mérito de ese desarrollo ha sido poderlo trasladar a todos los niveles-. Pues bien, después de eso, es fácil “caer” –entre comillas- en la tentación de ejercitarse más y más. 

    Ejercitarse más y más en el dominio, control y violencia, para demostrar la importancia, el calado. Los demás, en su medida, también tratan de ir en esa dirección. Y los menos, menos, menos, no lo hacen. No lo hacen, y ponen toda esa identidad con el Misterio Creador al servicio de lo solidario, lo compartido, lo generoso, lo dialogante. 

    Es más fácil, más rentable, tener una convivencia saludable que tener una convivencia dominante. El ejercicio de dominio, de poder, suplantando al Misterio Creador –sí, es un salto muy grande, pero es así como lo podemos ver-, supone la inversión de todas nuestras capacidades, al servicio del dominio, del control y de la… “exclusiva”.

    Y eso es agotador, demoledor y deteriorante. ¡Se sabe! Pero… se piensa que lo mejor es lo mío, lo mejor es… 

    Se… se aparece ese sentido bondadoso del ser, y piensa que su posición es la más ventajosa. Y, sobre todo, ¡que es la verdadera! ¡Eso es indiscutible!

    Y así, visto desde fuera es increíble, ¿no?: que una, cualquier persona, tenga una opinión, un criterio de alguien, de algo, y que sea absolutamente indiscutible; que afirme estar en la verdad. 

    Supone, por supuesto, un esfuerzo tremendo y un enfrentamiento inevitable, claro. Porque si uno hace la lectura A, y la A es la verdad, y tiene que relacionarse con B, y B hace otra lectura, que es C, del mismo acontecimiento –¡del mismo!-, ahí se muestra cómo el ser se mueve en esa ambivalencia. Y claro, obviamente, ninguno de los ejemplos –ni el A ni el C- van a reconocer al otro, sino que se van a enfrentar. 

    Y todo enfrentamiento, obviamente, lleva un dolor, un sufrimiento, una desesperada pérdida, un deterioro de nuestra identidad. 

    Y es evidente. Y aunque el ser lo vea, persiste en su pugna por ver si puede lograr el reconocimiento de su posición. 

    Y de seguro que cada uno de ustedes que escucha esta oración, dirá hacia sus adentros, ante algunas cuestiones personales, que “por supuesto” que tienen la razón, que “ciertamente” ellos tienen la verdad: “Que yo tengo la verdad, y los demás están equivocados”

    Y escuchan la oración y dicen: “Bueno, pues está bien. Para una oración queda bien, porque ayuda –no se sabe a quién-. Ayuda en cuanto a que, bueno, pues te dice que puede ser de otra forma, pero para mí está muy claro que esto es blanco”.

    Entonces, ¿en qué te ayuda la oración? ¿En qué? 

    No hay que perder la oportunidad de volver a nacer por el ama-necer. No hay que perder la ocasión de escuchar y de incorporar el disolvente de nuestra radicalidad, de nuestras obsesiones, de nuestras verdades. Y, en esa medida, sintonizarnos con lo que realmente sentimos que es virtuoso.

    En la medida en que repetimos errores, traumas, obsesiones, temores y dolores, y los tipificamos como “iguales”, sin haber resuelto las contradicciones y los factores que nos conducen a ello, es fácil que cualquier nueva oportunidad se convierta en “la misma” oportunidad anterior.

    Nos corresponde saber –porque es certeza- que cada situación que nos toca afrontar es diferente. 

    Y en la medida en que sabemos dar respuestas diferentes, ¡ah!, entonces abriremos un abanico de posibilidades. Y veremos que la diferenciación es constante, y nos daremos cuenta de que la clasificación de nuestras relaciones es infinita.

    Ahora, si vamos con el mismo molde –traumático, doloroso-… la resultante será parecida, igual. Es que no hemos apostado por lo diferente. ¡Y claro que nos vamos a encontrar cada vez con cosas más parecidas! Pero no son iguales.

    Esa es la alerta que tiene que despertar nuestro ama-necer: una nueva oportunidad para ejercer de otra manera. 

    Y dejar de considerarnos raíces inmóviles de pétreas convicciones, a las que hay que atacar o ablandar o…

    Considerarnos ¡flexibles, adaptables, creativos!, hasta el punto de alcanzar una sintonía con todo. 

Sentirme en el todo, conviviendo con ello.

    Las oportunidades de cada amanecer son insólitas, son… imprevisibles, sorprendentes, pero hay que estar despierto, hay que aplacar y dejar a un lado nuestras verdades. 

    Y es así como brota la nueva ocasión, la nueva posibilidad, la diferente disposición. 

    Las dudas, las desconfianzas, permanentemente están despiertas y dificultan las promesas, dificultan los “estares” y las presencias sensatas y transparentes de fe y de esperanza. Pero ante la duda y la desconfianza, cuando saltan a la primera o a la segunda de cualquier situación, nos llevan a la desconfianza, a la inquietante duda de la sospecha.

    Y de esta forma nada es veraz, nada es cierto, nada es “lo que yo pensaba”, y todo se hace revuelto. 

    Eso no es vivir. ¡Por favor! Eso no es vida. Eso no es darse cuenta de que ¡han confiado plenamente en nosotros! ¡En cada uno de nosotros!, han confiado. Y han confiado, ha confiado la Creación, ¿y nosotros vamos a desconfiar de ella? 

    Sí. Si desconfiamos del otro y del otro y de aquél y de aquéllos… que han sido también confiados por la Creación, ¿qué estamos haciendo?

    El alcanzar el estatus de la vida, de la Especie Vida, como humanidad, es producto de una confianza ilimitada, de una fe absoluta y de un amor insondable. 

¡Todo eso produce un ser! 

    Sí; y pensaremos que se han creado muchos seres defectuosos, sobre todo aquellos que no están de acuerdo conmigo, claro. Con ese criterio, la vida se hace… deterioro. Sí. Y queda reducida a fragmentos de intereses y beneficios.

    Atreverse a ser vida, sí. Nada se pierde. Y podríamos añadir: ¡y todo se gana!

    Pero no se trata de perder o ganar, claro. Se trata de darse la oportunidad de corregir, de variar, ¡de apostar por lo que se siente! Sin la duda pertinente. Sin la desconfianza acuciante. 

    El todo de humanidad se hace “de-solador”: como si el sol dejara de aparecer, como si la luz se hiciera gris y dejara de ser transparente. 

    Es la mejor oportunidad para volverse resplandeciente, hacerse luminoso… simplemente atendiendo a nuestra naturaleza: esa del juego, la fantasía, la imaginación, la curiosidad, la inocencia, el afecto. 

La Piedad nos acompaña.

 

 

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Dare to be life: unlimited trust, absolute faith and unfathomable love

2025-01-06

    It is clear that the course of human organization… is showing signs of deterioration. A deterioration caused by ambition, corruption, lack of identity…; Obviously, persistent lies, lack of respect towards any tendency, and forced confrontation… as the best solution.

    It is said that we have already gone through same situations. Not the same but similar, different.

    And in the face of this progressive and flagrant decomposition, what is… what is the compound that the Prayerful Call proposes? What call does it make to us in the face of what is obviously deteriorated?

    In short: persevere in virtue, increase vocation, promote fantasies around vocations, and to know that the engine, the fuel, the structure –everything!- is manufactured and realized based on… Love.

    Yes. At first it is not very practical. How… how to use that feeling called “love” to configure a harmonious, creative, novel, surprising coexistence? That is what corresponds to being! It is not our place to eliminate ourselves, to annihilate each other, to corrupt one another... which seems to be the "natural" tendency.

    Undoubtedly, the presence and behaviour of the powerful ones has a decisive and important influence on the rest. We are “the rest”, yes. And the important ones design the strategies. And we are all human, but some came up with the idea of ​​imitating Creation, the idea of ​​dominating heavens and earth, waters and mountains. And it was necessary reach the top, and it was necessary to reach the depth, to dominate the crops, to subdue. For something we were told in a creative account of Creation, in which “everything was given to us to be subdued to us”. Perhaps the translation is not well done, because that position of subduing everything in the environment –​​on a large scale and on a small scale- is a gesture of arrogance and vanity.

    And why… –one might ask, of course- why does it have so much influence and so many followers?

    Well, there is a common origin in all of us: it is the common origin of the Creative Mystery. And under that reference, each one has a fantastic, novel, unique impulse… And the temptation is great, yes: to see oneself in that nature, in those possibilities of dominating, controlling, managing –whatever the level, because the great merit of that development has been to be able to transfer it to all levels-. Well, after that, it is easy to “fall” –in quotation marks- into the temptation of exercising more and more.

    To exercise more and more in dominance, control and violence, to demonstrate the importance, the depth. The others, in their measure, also try to go in that direction. And the fewer, fewer, fewer, do not do it. They do not do it, and they put the whole of their identity with the Creator Mystery at the service of solidarity, sharing, generosity, and dialogist.

    It is easier, more profitable, to have a healthy coexistence than to have a dominant coexistence. The exercise of dominion, of power, supplanting the Creator Mystery –yes, it is a very big leap, but that is how we can see it-, means the investment of our whole capacities, at the service of dominion, control and of… “exclusivity”.

    And that is exhausting, devastating and deteriorating. We know it! But… one thinks that the best thing is mine, what is best is…

    That.. kindly sense of being appears, and thinks that its position is the most advantageous. And, above all, that it is the true one! That is indisputable!

    And so, seen from the outside, it is incredible, isn't it?: that someone, any person, has an opinion, a criterion about someone, about something, and that it is absolutely indisputable; that they claim to have the truth.

    It supposes, of course, a tremendous effort and an inevitable confrontation, of course. Because if one reads A, and A is the truth, and has to relate to B, and B does another reading, which is C, of ​​the same event of the same one!-, then it is shown how the being moves in that ambivalence. And of course, obviously, neither of the examples neither A nor C- are going to recognize the other, but rather they are going to confront each other.

    And every confrontation, obviously, carries a pain, suffering, a desperate loss, a deterioration of our identity.

    And it is evident. And although the being sees it, it persists in its struggle to see if it can achieve recognition of its position.

    And surely each one of you who listens to this prayer will say to yourself, in the face of personal issues, that “of course” they are right, that “certainly” they have the truth: “I have the truth, and the others are wrong”.

    And listening the prayer and say: “Well, that’s fine. For a prayer it’s fine, because it helps –you don’t know whom. It helps in the sense that it tells you that it could be another way, but for me it’s very clear that this is white”.

So, how does prayer help you? How?

    We must not miss the opportunity to be born again through by the loving-dawn. We must not miss the opportunity to listen and to incorporate the solvent of our radicalism, of our obsessions, of our truths. And, to that extent, to tune in with what we truly feel is virtuous.

    To the extent that we repeat errors, traumas, obsessions, fears and pains, and we classify them as “the same”, without having resolved the contradictions and factors that lead us to them, it is easy for any new opportunity to become “the same” previous opportunity.

    It is up to us to know –because it is certain- that every situation we have to face is different.

    And to the extent that we know how to give different answers, ah!, then we will open up a range of possibilities. And we will see that differentiation is constant, and we will realize that the classification of our relationships is infinite.

    Now, if we go with the same cast –traumatic, painful-… the result will be similar, the same. We haven't bet on the different. And of course, we are going to find more and more similar things! But they are not exactly the same.

    That is the alert that must awaken our loving-dawn: a new opportunity to act differently.

    And stop considering ourselves immobile roots of stubborn convictions, to be attacked or softened or…

    Consider ourselves flexible, adaptable, creative!, to the point of reaching a harmony with the whole.

Feeling myself in the whole, living with it.

    The opportunities of each dawn are unusual, they are… unpredictable, surprising, but we must be awake, we must placate and put aside our truths.

    And that is how the new opportunity, the new possibility, the different disposition arises.

    Doubts, distrusts are constantly awake and hinder promises, hinder the “beings” and the sensible and transparent presences of faith and hope. But when doubt and distrust arise at the first or second moment of any situation, they lead us to distrust, to the disturbing doubt of suspicion.

    And in this way, nothing is true, nothing is certain, nothing is “what I thought”, and everything becomes a mess.

    That is not living. Please! That is not life. That is not realizing that they have fully trusted us! In each one of us! They have trusted. And they have confided, Creation has trusted, and we are going to distrust it?

    Yes. If we distrust the other and the other and that one and those… who have also been entrusted by Creation, what are we doing?

    Reaching the status of life, of the Life Species, as humanity, is the result of unlimited trust, of absolute faith and of unfathomable love.

    The being produces all of that!

    Yes; and we will think that many defective beings have been created, especially those who do not agree with me, of course. With that criterion, life becomes… deterioration. Yes. And it is reduced to fragments of interests and profits.

    Dare to be life, yes. Nothing is lost. And we could add: and everything is gained!

    But it is not about losing or winning, of course. It is about giving yourself the opportunity to correct, to vary, and to bet on what one feels! Without the pertinent doubt. Without the pressing distrust.

    The whole humanity becomes “devastated”: as if the sun stopped appearing, as if the light became grey and stopped being transparent.

    It is the best opportunity to become resplendent, to become luminous… simply by paying attention to our nature: that of play, fantasy, imagination, curiosity, innocence, affection.

Mercy accompanies us.

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