LA GUERRA LATE CADA VEZ MÁS FUERTE…
29 de julio de 2019
Los índices de
alerta, los marcadores de preocupación social, las encuestas, las perspectivas
de enormes desigualdades dentro de la especie… todos son cascabeles que
anuncian momentos de preocupación, de miedo, de angustia, de temor..
Claro, es posible
que el ser –éste, aquél o el otro- se secuestre en su realidad particular de
barrio, de familia o de profesión y… viva al margen o “de espaldas a”, aunque, inevitablemente,
esos marcadores, esas alertas, esas “¡que
viene el lobo, que viene el lobo!”… están rondando.
El sentido creador,
el sentido mágico, el sentido de la belleza y el sentido de la imprescindible
comunión-comunicación-convivencia entre los componentes vitales de diferentes rasgos
y rango, está deteriorado.
El Sentido Orante
nos remite a recogernos en nuestro sentido creador, hacia nuestra creatividad,
hacia el reconocimiento de nuestros dones y recursos, hacia una obediencia
de-vida… que posibilite perspectivas, horizontes… distintos.
Hay… –sí- hay un
empeño –quizás por lo transcurrido, quizás por lo logrado- en mantener
estructuras, funcionalismos, costumbres, leyes, reglas, normas… pensando que
ello nos va a traer estabilidad… calma… Incluso se busca y se piensa, en
algunos momentos –aun teniendo en cuenta esas alertas y alarmas- que, contando
con ellos, se puede cambiar.
¿Contando con las
manzanas podridas, puedo conseguir que las manzanas sanas sean cada vez
distintas y mejores?
Contando con… el
desprecio, los prejuicios, las condenas, los castigos –contando con ello- ¿puedo
conseguir sinceridades, aportes, colaboraciones, dedicaciones, amistades…?
Contando con la
venganza, el odio, el rencor, la rabia, la envidia… ¿puedo conseguir…
servicios, bondades, virtudes, afectos, dedicaciones?
Contando con el
egoísmo, la egolatría, la importancia personal, la idolatría, la posesión… ¿se
pueden alcanzar liberaciones, colaboraciones…?
Hay un grito de
guerra que dice: “¡Sí-se-puede!, ¡sí-se-puede!”…
que lo aplican –o se aplica- en cualquier cosa. Lo usan los políticos, los
deportistas, los colegios, las fans, los fans…
Es como decir: “Alcancemos el poder, porque sí se puede”.
Podría parecer una
frase animosa, pero en el fondo alberga una posición de aspiración, de
privilegio, de supremacía, de combate.
La guerra late cada
vez más fuerte…
Y el ánimo guerrero
–en las compras, en las ventas, en la productividad, en la rentabilidad, en las
ganancias- está ahí desde primera hora de la mañana, cuando se abre La Bolsa –o
la vida-, se compran y se venden semillas, hectáreas de alimentos, recursos
para construcción, para mantenimiento, para… un orbe impresionante.
“La bolsa o la vida”….
Y el caso es que,
por estar tan pendiente de la Bolsa, se va perdiendo la vida.
El mundo de
Creación se ha refugiado en lo invisible, y el mundo de… enfrentamiento, el
mundo de ganancia, el mundo de “seguridades”, el mundo del confort... se impone
en cada instante. No se sabe bien –sin duda, en estas circunstancias- qué es la
vida, pero sí se conocen las Bolsas, así que se apuesta por ellas.
Decía la canción
que “ni se compra ni se vende el cariño verdadero” y que “no hay en el mundo
dinero para comprar los quereres”.
Eso, ¿en qué plano
se cree? ¿Se cree eso…?
¿O el poderoso
caballero “don Dinero”, que decía Francisco de Quevedo y Villegas –¡vaya
nombre!-, que ya lo anunció hace tanto tiempo, es y se muestra tan ambicioso,
tan necesario, ¡tan imprescindible!… que compra y vende sonrisas, posturas,
actitudes, frases, sentencias…; ni qué decir, chantajes emocionales, físicos,
concretos, amenazas…?
Una noticia que
seguramente muchos de ustedes habrán leído, pero que al caso viene; aunque
pueda producir hilaridad y sinsentido, es una muestra del área de seguridad,
confort, dinero, bienestar…:
Y resulta que dos
mujeres, una madre y una hija, de 52 y 20 años, fueron a denunciar, a la
policía –atentos-, a un matón, porque no había cumplido con el encargo. Les
había pedido un anticipo y no mató a quien debía matar, y se sentían ellas
estafadas. ¿Qué les parece? ¡Fueron a la policía a denunciar al sicario!… que
ellas habían encargado.
Suponemos que no
entienden, ahora, por qué están detenidas.
Pero eso ocurre ¡en
España! No estamos hablando de la República democrática del Congo, donde el
asalto, la violencia, la compra y venta de… ¡No, no, no! Estamos hablando de… ¡de
aquí!, de personas que van al supermercado, al cine, al teatro. Como nota
curiosa, el sicario les prometió que les devolvería ese adelanto y que ganarían
todos mucho más porque ya tenía vendidos los órganos de la víctima, en el
mercado negro de la venta de órganos. Es un detalle singular.
¿Mercado negro de
la venta de órganos? ¿En España?
¿Por qué digo “en
España”? Porque España es el país que más donantes y más trasplantes hace del
mundo, legalmente. ¡Del mundo! O sea que no es suficiente, parece ser. Hay un
mercado negro, en el mundo, de compra y venta del órganos; que obviamente
necesita expertos cirujanos, anestesistas, salas de operaciones, avionetas,
helicópteros… En fin… ¡Qué saludable visión!, ¿verdad?
Qué saludable
visión pensar que, por no se sabe qué –o sí-, un día recibes un atentado porque
ya han vendido tu hígado y tu riñón.
Sí. Es cierto. Orantemente
no podemos quedarnos en un ejemplo, o en varios… No. Pero son muestras. Se va
haciendo natural la profesión de sicario y sus encargos, por ejemplo.
Las religiones nos
prometieron vidas eternas; nos auguraron salvaciones, vidas perdurables…; nos
preconizaron amores… –condicionales, claro: condicionados a las limosnas,
ayudas, encubrimientos y otras veleidades-; nos prometieron paraísos…
¡Y aún siguen! Y en
ciertos niveles, funcionan.
Mientras otros nos
prometen que, trabajando ¡duro, duro, duro!, llegaremos a ser millonarios y… y
veintiséis personas tendrán todo el poder económico… de más de la mitad de la
población pobre. Es más: el 1% –¡el 1%!- de uno de los veintiséis, puede
subsanar la salud de ciento cinco millones de personas. ¡El 1%!
O sea que hay
propuestas materiales y propuestas espirituales de lo más diverso.
¡El mercado de la
vida se ha abierto! El mercado de las posibilidades está al alcance de todos.
Vengan, pujen y ¡compren! Pidan un préstamo, si no tienen. Hipotequen sus órganos.
¿A cuánto están los 250 gramos de hígado?.
No es ninguna
tontería: el 37% de los presos, en Filipinas, han vendido un riñón. Eso son
cálculos. Seguramente muchos más. ¡Han vendido un riñón!... Que luego será
trasplantado en Massachusetts o en Viena o…
Parece… –¿verdad?- parece
que eso está tan lejos de uno, tan ajeno a nosotros…
¿Sí? ¿Está muy
lejos?
¿Está muy lejos,
cuando la convivencia se hace casi imposible, cuando el saludo se hace
impresentable o cuando…? ¿Está muy lejos?
No. No está muy lejos.
Sí. Indudablemente,
la magnitud de explosión de una granada alcanza con su metralla aproximadamente
unos 25 metros, y la explosión termonuclear alcanza kilómetros. Cierto, cierto.
Pero ¿no ocurre acaso que, por momentos, el ser se siente una bomba de
relojería, o que puede estallar bajo determinadas condiciones, o que estalla
cotidianamente cada día?
Según –claro está-
en qué momento se encuentre cada ser, no es difícil descubrir que la pérdida de
creatividad, de alegría, de entrega, de dedicación, de pulcritud… está –¿un
poco?- disminuida, si lo comparamos –insisto, depende de la estancia de cada
ser en este plano-… si lo comparamos con “otros momentos”. No que fueran
mejores, sino que simplemente la incidencia era menor.
Y ese progresivo
deterioro ¿va en aumento o se ha parado?
Parece ser que no: dos
mil toneladas de cocaína se han producido el año pasado.
¿Cómo decir…? Hay
unos trescientos millones de personas sometidos a diferentes drogas. Dicen que
1,8, sólo a la cocaína. Pero, además de aumentar un 34% el producto, es porque,
claro, hay consumidores; los consumidores han aumentado espectacularmente.
¿Será… será falta
de recursos personales, lo que empuja a alguien a…? ¿Será… o no? O claro, como
son “sustancias recreativas” –así se llaman-, pues claro, ¿para qué te voy a
dar un antiinflamatorio o una aspirina? No. Te pongo un parche de morfina y ya
está.
El Sentido Orante
nos posiciona ante la
referencia de una Creación permanente que misteriosamente se expresa. Se
expresa –aún- haciendo referencia a
nuestras virtudes, a nuestras dimensiones de vida, gestadas por la Misteriosa
fuerza del Amar, que, como el mar, rodea la tierra firme.
Sí. Además de los
reclamos de producir, comprar, vender, usar y tirar… y guerrear permanentemente
–“además de”- también existe el… ÉL: lo
que existe.
¡Oh! ¡Claro! ¡Sí! No
se puede comprar, no se puede… No responde a chantajes. Es un problema. No
atiende a razones. Otro problema.
Lo trataron de
encerrar en las criptas, en los templos, en las sinagogas, en las mezquitas… y
se escapó.
Se escapó y
deambula por su reino, como si fuera un rey… sabedor de vidas, impulsor de
valores, de ilusiones, de fantasías, de magias… e imposibles.
¡Sí, se les escapó
Dios a los cristianos, a los musulmanes, a los judíos, a los hindúes, a los
budistas, a los… ¿cuántos más?!
Esa es una gran
esperanza: se escapó; está suelto; actúa…; es incorregible, indomesticable.
Y por ello,
omnipresente para cada uno y para todos a la vez.
Se le siente
cuando… cuando cesa la resistencia, cuando se abandona el poder, cuando se
renuncia a la posesión.
Cuando se está
dispuesto.
***