LLAMADA ORANTE
La duda, la
desconfianza
29
de mayo de 2012
-¿Duda…
usted?
-¿Y
quién… no duda? –podría ser la respuesta-.
-“¡La
duda… –diría otro- ofende!”.
Pero otros afirmarían que… “Una duda razonable es síntoma de madurez… y
seguridad”.
Y, si hacemos una minuciosa observancia, es
posible que… descubramos que la duda sistemática nos deja sin elección. La duda
habitual nos deja sin… confianza. La duda frecuente nos coloca en… el borde de
la mentira. La duda racional, siempre tiene razón… y carece de corazón.
Y si voy a orar… ¿tiene… lugar… el “dudar”?
¡Cierto es que!… con frecuencia, se sale de
ciertas dudas, con radicalismos… sectarismos… dogmatismos… que no escuchan, no
ven, no analizan, no buscan, no descubren, no investigan.
La duda surge cuando la convicción… es
débil; cuando el compromiso es… a medias.
La duda surge cuando… el testimonio… se
vende al mejor postor.
La duda surge… cuando el ser se vende, de
tal forma que… sirve a quien más le convenga.
La duda surge cuando todo se concibe como
duda, y no se abre la puerta a la probabilidad; a la posibilidad.
¡La duda está ahí, siempre presente!,
cuando la intención, ¡la convicción de lo que se hace es… tan frágil!, que, con
sólo pensar en ella, se rompe.
La duda se disuelve cuando la esperanza, la
fe, la intención, no desfallecen.
La desconfianza se convierte,
habitualmente, en un signo de… de nuestro tiempo; porque… la trama, la
corrupción, la mentira, la estrategia, el poder… suponen una duda. Y al
desconfiar… no hay fianza que soporte… cualquier necesidad.
La duda es similar a la pólvora que, cuando
arde, corre y se transmite… su señal fogosa, a todas las áreas. Casi hasta
llegar al chiste de: “Antes dudaba; ahora…
no sé”.
También, sin llegar a ser explícito, se
interpreta la duda como un signo de elegancia, de inteligencia y de ¡libertad!...
Como… no se está en Lo Absoluto, es
razonable dudar.
Y, cuando se va a orar… si en el aposento
de la oración está la duda, cualquier sensación, cualquier… impresión, se queda
en… en ese espacio incierto: “duda”.
Y todo es porque esa pólvora que corría
dudosa –la duda-, se lleva a… ¡a cualquier rincón!
En Lo Absoluto… se colapsan todas las
posibilidades. ¡Están ahí!... No… no es el sitio para dudar.
En Lo Absoluto, tenemos la certeza…, como
cuando el objetivo de la cámara se abre… y entra la luz… y nos impresiona; nos
ofrece la imagen, la figura; nos ¡revela!... lo que… lo que sentimos: que es lo
que vivimos; que es la consciencia de estar.
No es lugar –Lo Absoluto… Divino- para la
duda razonable. Sería semejante a… a llevar el océano a “agua firme”: nos
ahogaríamos.
No es razonable… disponerse a colapsarse en…
en algo que desconocemos, ¡pero que sentimos!, ¡que nos llama!, que nos reclama…;
¡que sentimos que pertenecemos!
Cada arte, tiene su instrumento.
Es difícil beber agua con un tenedor.
El llevar siempre el poder de la duda, como…
guadaña que… que corta la mala hierba, ¡siempre cortará la buena!
¡Soy un ser de… impresión!, ¡impresionable!;
impresionante; ¡revelado y revelador! Todo a la vez, y junto. Como cuando la
imagen ¡se precipita!… –por la luz- en la retina, y nos… muestra el contorno,
el perfil, el color…
¡Nos admira!...
No… tengo… que pensar.
No… tengo… ningún hacer.
El orar me envuelve en “Absoluto”.
Será… lo que tenga que ser.
No hay asomo de duda…
[5 minutos de silencio]
Inmersos en nada y en todo a la vez –¡simultáneamente!-...
no tengo que elegir.
Quizás sea… difícil… simultanear, pero
¿acaso, cuando… se anda, no están a la vez las dos piernas moviéndose? ¿Acaso,
cuando se ve, no están los dos ojos… funcionando… a la vez?
Simultáneamente puedo… respirar, comer y
pensar. No espero a inspirar para pensar, y luego… poder tragar.
Caminar entre la certeza y la duda: siempre
tiene… su… certeza, la duda.
[5 minutos de silencio]
Aaaaaaaaiiiiiiiiiii
Aaaaaaaaiiiiiiiiiiii
Aaaaaaaaiiiiiiiiiiiii… [Sigue unos 5
minutos]
******
-Do you… doubt?
-And who… doesn’t doubt? –Could
be the answer-.
-“The doubt -others would say-
offends”.
But others will declare that… “a
reasonable doubt is a symptom of maturity and security”.
And, if we take a close look, it’s
possible that we would discover that the systematic doubt leaves us without
choice. The habitual doubt leaves us without trust. The frequent doubt puts us
on the edge of the lie. The rational doubt always has reason… and lacks heart.
And if I go to pray, does “doubt” have a
place?
It’s certain that frequently!, we come
out of certain doubts, with radicalisms… sectarianisms… dogmatisms… that don’t
listen, don’t see, don’t analyse, don’t search, don’t discover, and don’t
investigate.
The doubt arises when the conviction is
weak; when the commitment is only half hearted.
The doubt arises when the testimony is
sold to the highest bidder.
The doubt arises when the being sells
itself in the way that he serves he who suits him the most…
The doubt arises when everything is
conceived as a doubt, and the door of the probability and possibility isn’t
opened.
The doubt is there, always present, when
the intention, the conviction of what is done, is so fragile!, that, only by
thinking about it, it breaks.
The doubt is dissolved when the hope,
the faith, the intention, doesn’t fail.
The mistrust habitually converts into a
sign of… our times; because the plotting, the corruption, the lie, the
strategy, the power… supposes doubt. And in mistrusting… there isn’t any trust
that supports whatever need.
The doubt is similar to the gunpowder,
that when it burns, spreads and transmits its fiery signal to all areas. Almost
arriving to the joke of…“Before I doubted; now I’m not sure”.
Also, without being explicit, the doubt
is interpreted as a signal of elegance, intelligence and of liberty!
As… we are not in The Absolute, it’s
reasonable to doubt.
And when we go to pray… if in the
chamber of the prayer is the doubt, whatever sensation, whatever impression,
stays… in this uncertain space: the “doubt”.
And everything is because that gunpowder
that spread doubtingly –the doubt- is taken to… whatever corner.
In The Absolute… all possibilities
collapse. They are there…!
No… It’s not the place for doubting.
In The Absolute we have a certainty…
similar to when the objective of the camera opens and the light enters… and it
impresses us; we are offered the image, the figure; it reveals… to us!… what we
feel: which is what we live; which is the conscience of “to be”.
The Divine Absolute… is not the place
for the reasonable doubt. it would be similar to taking the ocean to dry-land:
we would drown.
Its not reasonable to prepare yourself
to collapse in… in something that we don’t know, but that we feel!, that calls
us!… that claims us!… that we feel we belong to!
Every art has its instrument.
It’s difficult to drink water with a
fork.
To always carry the power of the doubt,
as… a scythe to cut the weeds, will always cut the flowers!
I am a being of… impression!
Impressionable!; Impressive; revealed and revealing. All at the same time, and
together. Similar to when the image precipitates –because of the light- in the
retina, and shows us the contour, the profile, the colour…
We become admirers!...
I don’t have to think.
I don’t have… to do anything.
The prayer envelops me in “The
Absolute”.
It will be… what it has to be.
There isn’t a shadow of doubt…
Immersed in nothing and everything at
the same time –simultaneously!-… I don’t have to choose.
Maybe it would be difficult… to be
simultaneous, but is it not the case that when we walk, are not the two legs
moving at the same time? Is it not the case that when we see, are the two eyes
not functioning at the same time?
Simultaneously I can breathe, eat, and
think. I don’t wait to breathe in to think, and later… be able to swallow.
To walk
between the certainty and the doubt: always has its… certainty, the doubt.