ORAR: DESPERTAR A OTROS NIVELES DE COMUNICACIÓN
21
de mayo de 2012
Orar, despertar a otros niveles de
comunicación con… la Creación …
implica… que… nuestra organización como estructuras vivientes… se oriente… de
diferente forma que cuando está en… despertar habitual… de consciencia de
vigilia… razonable y lógica.
Igual que… para la realización de
diferentes funciones, nos encarnamos, nos orientamos de forma… diferente a la
más habitual, no debería ser extraño… el que, estando en el sentido orante, el
ser se configure de otra forma.
Y gracias a ello… vea, sienta, intuya,
imagine, proyecte… diseños que… pueden y deben incidir… en los planos
habituales en donde más tiempo se ocupa el ser en el estado de vigilia.
Este camino, esta configuración momentánea
que incide en la cotidiana… aspira… –por su naturaleza de comunicación- a ser…
lo habitual…; si bien empieza por lo excepcional.
Dicho de otra forma: El sentido orante nos
advierte… de que nuestra posición en la Creación , en el vasto universo, es entrar en sintonía
comunicativa con… la diversidad infinita… Y ello supone incorporar y
configurarnos… hacia ese… sentido.
Se habla, se dice –desde… que se empezó a
utilizar la historia- que, sin duda –sin duda-, la oración… hacía… milagros…;
cambiaba consciencias…; ¡incluso!… producía éxtasis… y se alcanzaban vivencias
extraordinarias.
Ha sido –y es- una etapa existente. Ahora
bien, deberemos considerarla como un proceso… que, en su excepcionalidad, se
instaura, nos configura, nos transfigura, de una manera… no excepcional, sino
excepcionalmente cotidiana.
Orando, como arando voy…
en la… Creación que me
sustenta.
Se deja… que… coloque mi
arado.
Voy, según… tira de mí la Fuerza.
También voy sembrando…
de todo aquello que…
siento necesidad;
de todo aquello que me
atrae;
de todo aquello que me
han dicho…
como… verdad, bondad,
utilidad.
A la vez… que paso con
mi arado,
lo que queda atrás… “sin
tiempo”… se recubre…
y a la vez recibe la
lluvia… benefactora…
para que… germine… lo
que deba germinar.
Cuando busco ¡una cosecha
especial!...
no suele ocurrir.
Cuando dejo… que nazca…
lo que me corresponde…
¡y sé apreciarlo como
tal!...
soy sintonía perfecta.
Y en la medida en que
sintonizo…
mi comunicación…
especialmente, ¡despierta!...
Noto cómo… me voy
modulando… en sintonías…
y el verdadero sentido
de mi ser es…
comunicarme…
configurarme… transfigurarme…
en la inmensidad.
Conecto… con mi
inmediata realidad… de especie…
y me sintonizo en…
diferentes continentes…
En la… mesura… ordenada…
del Norte –“norte”- de América;
en la… abrupta búsqueda
rentable… de Norte-américa;
en la inquieta… obsesiva
sexual y… hambrienta… Meso y Sudamérica.
Me hago remolino y… me
lleno de recuerdos… en la
Europa del Este:
calamidades y fríos… y
consciencia de supervivencia.
A la vez que… por el Centro
del continente,
deambulo con el poder…
poniendo orden…
Y en el Oeste, me
precipito hacia la conquista…;
hacia… el Imperio.
Y si me dejo caer… –¡ay!, ¡ay!-...
como la piel disecada…
en la oscura noche de
los tiempos,
los tambores son… mi
alimento;
la sonrisa blanca… de
fósiles hambrientos…
parlotea… camina y
duerme… –¡ay!-…
mientras la flora y
fauna me cobijan… y me inspiran.
Y en un suspiro… me hago
Oriente.
Y siento… el profundo…
recuerdo… de otros que…
¡se fueron o
desaparecieron!:
drávidas que, como
atrevidos… y gozosos… disfrutadores de vida,
no fueron conscientes
del entorno que venía.
¡Ay!...
Y en la calle nazco,
crezco y muero.
Y al río van mis
cenizas.
Deambulo hasta los mares
y, en una tarde de
verano,
me hago nube.
¡Y me hago muralla!...
cuando caigo,
como defendiéndome de
algo.
Siento la perseverancia…
la constancia…
la vigilia fiel…
del que ve,
¡hasta convertir sus
ojos en rendijas!
Un… ¡huracán repentino!...
me proyecta entre mares…
¡océanos con sombreros!...
en donde… seres… de otros
tiempos
aún danzan… y suspiran.
¡No acaban de recordar
cómo eran!,
y no pueden ser lo que
son.
A la vez… que, el tesón
de los descubridores,
los hace conquistadores…
e imponen su legión.
¡Ay! Y ¡ya está!...
Comunicado me siento con
mi especie.
Pero… me murmullan… como
arrullos…
otras vidas… ¡intensas!...
¡minúsculas!... invisibles…
y otras visibles y
ostentosas…
que rugen… que parpadean…
que florean su color…
Y cuando voy dejando mi
huella, ¡ay!...
la arena murmulla… a
propósito de mi paso.
¡Sin saber cuándo!...
siento un observador.
Siento que algo… me
observa, me… corteja,
¡poniéndome suertes!… ¡desgracias!…
casualidades… ¡oportunidades!...
imprevistos… ¡sorpresas!...
¡Ay!...
Y yo que creí que… con
todos estaba.
¡No!... Me faltaba…
–¿me faltaba?-...
estaba el susurrar de
las estrellas
que, entre ellas… con
ellas…
y entre el vacío… en que
anidaban,
de mí se ocupaban.
¡Y no sólo de mí!…
–¡sorpresa!-
sino de todo lo que
antes había percibido.
¡Fiel con cada instancia…
y simultáneo con todos!...
No me descuidaba,
¡pero a la vez cuidaba!...
a cada hoja… a cada gota…
a cada color.
Me parecía imposible
que, todo eso,
pudiera percibirlo,
sentirlo, a la vez.
Y, por momentos,
como una ola modulada,
se hiciera más patente
una fracción que otra.
Pero ninguna desaparecía:
simultáneamente estaban.
¡Por un momento pensé
que debería pensar
que mi cabeza iba a
estallar,
que mi cuerpo iba a reventar!
Pero era ¡todo lo
contrario!...
¡Me hacía grande!... ¡inmenso!...
Quizás… desintegrado ya…
o en otras perspectivas…
proporciones y configuraciones
que desconocía.
¡Ay! ¡Ya!...
¡Sí!: ¡Ay, ya!…
No podía sospechar que…
tantos otros seres… ¡había!...
No los que había “terminado”…
–jamás se terminaba-
de ver o estar,
sino otros que… difusamente
se… insinuaban…
Como nubes, con
presencia o sin ella,
también se comunicaban.
¡Y de otras dimensiones
hablaban!...
Sin lugar, sin tiempo,
sin espacio…
¡pero estaban!
¡Todo a la vez sucedía!...
Como si hubiera tomado
un potente elixir…
mi ser se… conturbaba…
se transformaba…
se convertía.
No… soy el mismo… que me
conocía.
Soy otro, al que tengo
que conocer.
¡Y que se renueva cada
día!
E igual sucede con los
otros.
Cualquier intento de
aquietarlo…
es porfiar y… ¡fracasar!
¡Romperse!
Cuando parecía…
–¡sin haberlo pensado!-
que yo ordenaba el día,
la tarde y la noche…
me apercibo de que… ésta
transcurre inevitablemente.
Que, el transcurrir,
ocurre… sin mi permiso.
Y veo, con sorpresa,
que me puedo dejar
llevar;
que mi afán por…
modificar esto o aquello,
¡es vanidad!
Desespero.
Que, cuando me llevan
–aunque no estén mis
huellas…
porque entre brazos me
portan-…
puedo… contemplar el
gozo…
que, como un vestido, me
envuelve.
Puedo –sin poder-…
emocionarme ante la
belleza;
derretirme… ante el
amor.
Realmente… ¡ni
siquiera!… soy… yo.
***
To pray, to wake up to other
levels of communication with the Creation… implies that our organisation as
living structures, orientates in a different way to when it is in the normal
waking state… of the reasonable and logical wakeful conscience.
The same as, in the realisation of
different functions, we personify, we orientate in a different way to the
usual, it shouldn’t be strange that, being in the praying sense, the being
configures itself in a different way.
And thanks to that, sees, feels,
intuit, imagines, projects… designs that can and should have a bearing in the
normal levels, in where the being, in the state of wakefulness, is occupied for
most of the time.
This path, this momentary configuration
that has a bearing on the “everyday”, aspires -for its nature of communication-
to be the usual; although it begins being exceptional.
Said in a different way: The sense
of the prayer warns us that our position in the creation, in the vast universe,
is to be in a communicative harmony with the infinite diversity. And this
supposes that we incorporate and configure… towards… this sense.
They talk, they say – since…
history began to be used – that, without doubt, -without doubt- the prayer…
made… miracles…; changed consciences…; even!...produced ecstasies… and
extraordinary experiences were reached.
It has been -and is- an existing
stage. And so, we should consider it like a process… that, in its
exceptionality, it establishes, it
configures us, it transfigures us, in a way… not exceptional, but exceptionally normal.
Praying, like ploughing I go…
in the creation that sustains me.
it lets me… place my plough,
I go, according to how the force leads me
Also I go sowing…
all of that, that I feel a need of;
all of that, that attracts me;
all of that, that they have told me
as truth, kindness, usefulness.
at the same time as I pass with my plough,
what stays behind, “without time”, is covered…
and, at the same time receives the beneficial rain…
so that it germinates what it should germinate.
when I search for a special harvest…!
it doesn’t happen.
when I let what corresponds to me be born…
and I know how to appreciate it as such…!
I am perfect harmony.
And in the way that I am in tune with…
my communication especially, awakes!
I notice how I modulate in frequency,
and the real sense of my being is…
to communicate, to configure, to transfigure myself…
in the immensity.
I connect… with my immediate reality of species…
And I tune in to the different continents.
in the moderated order… of the North –“the north”- of America
in the abrupt beneficial searching of north America ;
in the uneasy, sexually obsessive and starving… Meso and south America.
I become a whirlwind and… I fill with memories in East
Europe : calamities and coldness… and conscience of survival.
At the same time in the centre of the continent,
I stroll with the power… putting order.
and in the west, I precipitate towards the conquest;
towards the empire.
And, if I let myself fall -ah!- like the dissected skin,
in the dark night of times,
the drums are… my nutrition;
the white smile of starving fossils…
prattles, walks and sleeps…-Ah-…
while the flora and fauna shelter me… and inspire me.
And in a sigh… I become the east.
and I feel a profound memory of others that…
went or disappeared!:
Dravidians, as brave and happy… enjoyers of life,
they weren’t conscious of the surroundings that were to come.
Ay!...
And in the street I’m born, I grow and die.
And to the river goes my ashes.
Meandering to the seas
and, in one summer’s afternoon,
I become a cloud.
And I become a wall…! When I fall,
as if defending myself from something.
I feel the perseverance, the proof,
the loyal wakefulness…
of the one that sees
until he converts his eyes into crevices!
A sudden hurricane…!
projects me amongst seas…
oceans with hats…!
in where beings of other times,
still dance and sigh.
They don’t manage to remember how they were!,
and they can’t be what they are.
At the same time, the tenacity of the explorers makes them conquerors…
and they impose their legion.
Ah!, and there it is…!
I feel communicated with my species.
But… they whisper to me, like lullabies…
other lives… intense! Miniscule, invisible…
and others visible and ostentatious…
that roar, that flicker, that flower their colour.
And when I leave my footprint, ah…!
The sand murmurs with my passing.
Without knowing when…! I feel an observer.
I feel that something observes me, courts me,
giving me luck…! Disgraces…!
Chances…! Opportunities…!
unforeseen events…! Surprises…!
Ah!
And I believed that with all I was.
no! I missed…
-I missed?-...
the whisper of the stars was there,
that, amongst them, with them…
amongst the emptiness in which they nested,
they took care of me.
And not only me…
-surprise!-
But of everything that I had perceived before.
Loyal in every instance… and simultaneously with everyone…!
The Creational force was there.
It didn’t neglect me,
but at the same time took care…
of each leaf… each drop… each colour.
It seemed impossible to me that all of this,
could be perceived, and felt… at the same time.
And, for moments, like a modulated wave,
one faction became more patent than the other.
but not one disappeared;
simultaneously they were there.
For one moment I thought
that I should think
that my head was going to explode,
that my body was going to burst!
But it was exactly the opposite!
It made me great! Immense…!
Maybe now disintegrated
or in other perspectives, proportions, and configurations
that I didn’t know
Ah! Yes…!
yes, ah,…!
I couldn’t suspect that… there were so many other beings...!
Not only those that I had “finished”…
-it never finishes-
seeing or being with
but others that… vaguely insinuated.
like clouds, with presence or without,
also they communicated.
And they spoke of other dimensions…!
Without place, without time, without space…
but they were there!
Everything happened at the same time…!
Like as if I had taken a potent elixir …
my being was perturbed…
it transformed…
it converted.
I’m not the same… as I knew.
I am another that I need to know.
And that renovates every day!
And the same happens with the others.
Whatever attempt to calm it…
is to persevere and… fail!
to break !
When it seemed…
-without having thought about it!-
that I arranged the day, the evening, and the night…
I noticed that this happens inevitably.
That it happens without my permission.
And I see, with surprise,
that I can let myself be led;
that my eagerness to modify this or that
is vanity!
Desperation.
And when they take me
-although my footprints aren’t there…
because between arms I’m carried-…
I can contemplate the pleasure…
that, like a suit wraps around me.
I could -without power-…
faced with beauty be moved;
faced with love… melt.
Really, I’m not… even… me.
