LLAMADA
ORANTE
AUGURIOS
27 de febrero de 2012
Los augurios no son muy halagüeños.
Aumentan los conflictos convivenciales…; la violencia alcanza límites…
impensables; la corrupción se expande como fuego en pólvora…; y la mentira es
un hábitat natural.
Los augurios no son muy halagüeños. Los
armamentos se producen… a mayor nivel que nunca… y la especie está preparada –preparada-
para… aniquilarse… de muy diferentes formas, según etnia, continente, estación
del año, día o noche. Elija: navaja, metralleta, bomba…
Los augurios no son… favorables. Los
radicalismos intransigentes se hacen… prepotentes; se muestran como salvadores;
recurren… a antiguallas que ya se dejaron atrás, pero vuelven a ser presente.
Y cada vez que se ora, todo eso acude… –como…
ruleta rusa- en torno al orante. ¡Porque no somos ajenos!... sino que estamos
imbuidos… en ese correr de la bolita.
Las especies… de biodiversidades de vida,
progresivamente desaparecen, y la capacidad global destructora, de la especie –bajo…
la justificación de defensa y seguridad-, arrasa con cualquier elemento que… no
sea identificado según modos y costumbres.
Cualquier pensamiento, palabra u obra
que no esté codificado… es vigilado… atendido… observado… y cortejado lo
suficiente como para incluirlo, fagocitarlo y, en caso de duda, destruirlo.
Los augurios no son muy favorables. Las
crisis de la economía… se hacen efervescentes… Y no solamente amenazan, sino
que… se justifican…; y no sólo se justifican, sino que… auguran… muchas
tardanzas: las vacas flacas…; las cosechas, escasas; los recursos… manejados y
manipulados…; los políticos, comprados, vendidos o alquilados; las religiones,
derretidas, ansiosas… buscando su último botín; las nuevas expectativas
espirituales… se erigen en salvadoras, y anuncian… el fin.
Un panorama… desolador… ¡del que no
podemos… sentirnos observadores!… Estamos… ¡incluidos!
El recurso del escape… no hay a dónde.
El recurso de… cambiar lo establecido, no ha lugar. El recurso de… proponer…
nuevas perspectivas, vigilado; muy vigilado.
Esa es… la única… visibilidad que
se conserva, para seguir… –a tientas, ¡con cuidado!- andando, y no quedarse inmovilizado
o petrificado por el miedo, por la preocupación, por el consumo, por el gasto,
por el ahorro, por el despilfarro, por la ocultación… por el castigo.
Los más optimistas alcanzan a decir que:
“¡Bueno, no es para tanto! Saldremos… de
esta situación, como otras veces”.
¡Bueno! Sí es para tanto. “Como
otras veces”… no puede ser.
Y en todo esto, las historias… no son
homogéneas. ¡No! Según continentes… según países… cada cual va en diferentes
niveles… de avance o de retraso; con lo cual, la perspectiva es… ¡inacabable!
Estos viven hasta los cuarenta; aquéllos,
hasta los ochenta. Estos ya no usan televisor; aquéllos están empezando a
comprarlo. Estos… ya ni siquiera son burgueses; aquéllos buscan la burguesía
como… una liberación. Estos… se vacunan; aquéllos, no. Estos hacen laparoscopias;
aquellos, “para”… ¿para qué?
Y entre… tantos extremos… diferentes
variables. Todas ellas, ansiosas…; inseguras de su… proceder, de su sentido.
Se colapsa… la vida.
Parece haberse olvidado… que es… una
experiencia Divina…
Una experiencia… de universo… ¡que
pretende ser expansiva!...
Se colapsa… y parece que… ¡ha perdido
todos sus sentidos!… y se refugia en el gusto destructor… al no haber podido
gustarse… del gusto Creador. ¡De ese gusto Creador!… de sentirse… amado,
enamorado… ¡acunado, cuidado!… por las fuerzas de la Creación ; que, ¡entre
manos y manos!… tierras, días, noches… fríos y calores…, nos revuelcan para que
crezcamos.
La cómoda apatía… de consumirse y
consumir… en el nombre del confort o del bienestar… y la manipulación de usar y
tirar… parecen olvidar –¡y olvidan!-… que el maná… existe, ¡está!… y se vale de
lo ocasional, lo circunstancial, lo excepcional, ¡lo raro!… para que, en cada
cual, se dé… la novedad del entusiasmo; la perspectiva de… el encuentro; la
necesidad de descubrir.
Y en el orar… percibes la pesadilla… en
la que te encuentras. ¡Te das cuenta… de tu participación!… Pero también se busca…
el resquicio… ¡entre barrotes!... para poder, al menos, pedir auxilio… ¡a quien
corresponda! Saber llorar en silencio… ¡sin gemidos!… para que la humilde
necesidad, ¡clara y transparente!..., se genere en cada pensar; en cada sentir –¡sentir!-;
¡sentir y hacer!
Los poderes, con sus cambios, parecen
ser la única alternativa. Los poderes, con sus viejos hábitos… de muerte sin
resurrección, de deterioros sin… sanaciones, de… degeneraciones sin
generaciones… –los poderes- se ofrecen como… liberación. Nos aseguran…; pero,
cuando hace falta el seguro, nos castigan.
¡Y bajo esa insignia, cada uno se siente
culpable!... y, a la vez, reclama sus derechos… se hace violento… ¡y busca su
cuota de poder!
Y aunque Dios salga al encuentro, se le
elude… “¡Hasta luego! ¡Hasta más tarde! Ahora estoy muy ocupado”.
Panoramas y panoramas que… no animan;
¡que desaniman! Pero sí se ha de recordar y saber… que, el vivir, como hecho
insólito de universo, no es producto… ni siquiera, de la propia vida. ¡Es
expresión… Creadora… de una infinita ternura!...
Y esa infinitud, por su naturaleza, ¡no
se agota!... Y en consciencia… sintiéndola, y en consciencia… descubriéndola…,
con la orientación orante, el ser… va gestando quantums de novedades, de
expectativas, de esperanza, de proyectos… ¡Mínimos! Tan pequeños, que no se
ven.
Pero lo Eterno no nos abandona… Somos
expresión… de Ello. Y aunque nuestra autonomía nos ha… burlado… nos ha
castigado… ¡nos ha destrozado!…, la muerte no ha triunfado. ¡La vida se sigue…
expresando!... y oportunamente se sigue… diversificando.
Lo Eterno, ¡lo Eterno nos llama!… a dar
testimonio de vida, ¡en sus muestras de respeto… de cuidado… de perfección, de
animación, de sinceridad, de proyectos!… De humildad. ¡De entrega apasionada… a
esa minúscula… proporción de credo! ¡A esa minúscula… gota… de suspiro!
¡Ay!... Si creo… ¡crezco!
Y en mi crecer… ¡aprendo!
Sin poseer… ¡disfruto!... ¡Sin que sea
una compra!
El orar… me permite horadar… en todas
las dimensiones; me sitúa en la perspectiva… de revelarme… –en el sentido de
mostrarme, de enseñarme, de insinuarse-… Y así… ¡recoger… los frutos de la Creación y darles cauce!
¡Con la compasión necesaria! ¡Con la bondad suficiente!...
Con la clara vocación… de amar.
¡Consistente! ¡Constituyente! ¡Reconstituyente! Regenerando… y convirtiendo… lo
imposible, en realizable. ¡Lo irrealizable, en milagro!... Lo inalcanzable, en
pasado.
Dimensionándonos en lo Divino, en la
muestra del Universo –una pequeña expresión… de Lo Innombrable-… tenemos la
opción de… disolver los nudos, ataduras y trampas… que nos sujetan a la vida; que
nunca tuvo, en su inspiración, la vocación de… ¡encerrarnos!; la intención de…
dominarnos y domesticarnos…; sino –más bien- tuvo la… innovación, ¡la vocación!,
¡la intuición!... de hacernos liberados…; de hacernos… infinitamente
disponibles. Y, con ello… infinitamente… presentes, ¡sin tiempo!; presentes, ¡sin
horas!...
¡Ay!... ¡Hay!... ¡ahí!... en cada
oración… la suficiente inspiración para… promoverse –“promoverse”- hacia otras…
situaciones… ¡con otras expresiones! ¡Con las auténticas!: aquéllas… que vibran
en la sensación, ¡que se impresionan!...
Aunque teman… aunque se escondan… ahí
están para… muestra y gloria de la
Creación.
¡Sentirme digno de vida! –¡digno de vida!-…
Descubrir que la inversión en mí
realizada… es de tal magnitud que… no puedo, no siento que deba traicionarla…
Más bien, expresarla y darle… su
dimensión Divina: aquella que nos hace… cómplices de misterios… Y, desde ellos,
cultivarnos en la dedicación… de lo que nos atrae, de lo que nos reclama. Para
lo que hemos estado… para lo que estamos… ¡preparados! ¡Infusamente diseñados!
Y en ese vibrar en Divino, los augurios…
quedan lejos: olvidados; pasados. ¡Ocurrieron!
Y, en esa medida, simultanear… los
tiempos.
Y, así, convertir… esos pasados de
angustia y desespero… ¡en renovadas ilusiones!
Esos presentes inquietos… inseguros y
consumidos…, en serenos, gozosos… y dispuestos.
¡Dispuestos!
Y en el Auxilio… ¡dispón!...
***
The omens are not so good.
The conflicts in the co-existence increase. The violence reaches
unthinkable limits. The corruption expands like a fire in gunpowder and the lie
is the natural habitat.
The omens are not so good…
Weapons are produced at a greater amount than ever and the species is
prepared to annihilate itself in many different ways according to its race,
continent, season, day or night. Choose: the knife, the machine gun, the
bomb……..
The omens are not favourable... The intransigent radicalisms
predominate; they show themselves as saviours… using old pieces of junk that
were left behind that return to be present.
And every time that we pray all of this spins around the person who
prays, because we are not oblivious we are involved in this situation.
The species, the biodiversity of life… progressively disappears, and the
species’ global destructive capacity, using the justification of defence and
security, devastates whatever element not identified according to its fashions
and customs.
Whatever thought, word or action that isn’t codified is watched, paid
attention to, observed, and sufficiently courted to be included in the code, to
devour it and in the case of doubt, destroy it.
The omens are not very favourable…
The economic crisis are volatile; and not only threatens, they are
justified by… and not only are justified, but they predict… many delays: the
lean years; scarce harvests; the resources, managed and manipulated… the
politicians, bought, sold or rented... the religions melted, anxious, looking
for their last loot… the new spiritual
expectations proclaim themselves as saviours, and they announce the End…
A desolating panorama… In which we can’t feel like only observers, we
are included!
The option of escape… there’s nowhere to go. The option to change the
established … there’s no way…
The option to propose new perspectives… watched… very watched. This is
the only visibility that is conserved to carry on walking, paying attention,
carefully and not to become immobilised, petrified, because of fear, because of
worries, because of consuming , for the cost of things, for savings, for the
waste, for the concealment, for the punishment…
The most optimistic say: “Well,
It’s not so bad; we will come out of this situation, like the other times.”…..
Well. Yes, it is so bad; “Like the other times”… can’t be
Also, the stories aren’t all the same. According to the continent,
according to the place everyone is in different levels of advance or delay. As
a result the perspective is endless…
These ones live to 40, those ones to 80… These ones now don’t use
television, those ones are beginning to buy them… These ones now aren’t even
middle class, those ones want to be middle class as a form of liberation… These
ones vaccinate, those ones not… These ones make laparoscopies, those… what
for?…
And in between so many extremes,
different variables; all of them, anxious, unsure of their behaviour, of their
sense.
Life becomes collapsed.
It seems to have been forgotten that it is… a divine experience.
An experience of the universe… that pretends to be
expansive…
It’s collapsed, and it seems that it has lost all of its senses, and it
seeks refuge in the taste of destruction, not being able to like the taste of
Creation. This taste to feel loved, in love, like being rocked in a cradle,
looked after… by the forces of the creation. That between hands and hands,
lands, days, nights, cold and hot, knocks us around so that we grow.
With the comfortable apathy of consuming yourself, and to consume in the
name of comfort and wellbeing… and the manipulation of “use and throw away” they seem to forget –and
forget that the Manna exists, it’s there. And the occasional, the
circumstantial, the exceptional, the strange is used so that in everybody
appears the innovation of the enthusiasm, the perspective of the encounter, the
need to discover.
And in the prayer the nightmare is perceived, the nightmare in which you
find yourself. You notice your participation. But also, the gap between the
bars is looked for, to be able at least to ask for help… to the appropriate
one… To know how to cry in silence, without groans… so that the humble need,
clear and transparent, could be generated in every thought, in every feeling….
Feel… feel… and do…
The powers with their changes seem to be the only alternative. The
powers with their old habits… of death without resurrection… of deterioration
without healing… of degenerations without generating… the powers offer
themselves as the liberation, they assure us, but when we need security they
punish us.
And beneath this ensign everyone feels guilty, and at the same time
claims their rights, they become violent and look for their quota of power.
And although God comes to the encounter he’s avoided… “See you later, much later, at the moment I
am very busy”…
Panoramas and panoramas that don’t encourage, but discourage… But we
have to remember and to know… that to live, which is an unusual occurrence of
the universe, is not even a product of life itself, it’s a creative expression
of an infinite kindness.
And this infinite, for its nature
doesn’t wear out. And in consciously sensing it and in consciously discovering
it, with the orientation of praying, the being gestates quantum’s of
innovation, expectations, hopes, projects… Minimums!… So small that they’re not
seen.
But the eternal doesn’t abandon us. We are an expression of it. And
although our autonomy has mocked us, has punished us, has destroyed us, death
has not triumphed. Life continues expressing and opportunely carries on
diversifying.
The eternal calls us to give testimony of life, with its demonstrations
of respect, of caring, of perfection, of activity, of sincerity, of projects,
of humility, of passionate devotion to this miniscule proportion of creed, to
this miniscule drop of a sigh.
Ah… if I believe… I grow!
And in my growing… I learn!
Without possessing… I enjoy! Without it being bought…
Praying permits me to bore through all of the dimensions; it situates me
in the perspective of revealing to me, in the way of showing to me, to teach to
me, to insinuate. And like this, collect the fruits of the creation and give
them course, with the necessary compassion, with the sufficient kindness…
With the clear vocation to love;
consistently, constituently, restoratively. Regenerating and converting the
impossible into attainable, the unattainable into miracle, the unreachable into
something of the past.
Dimensioning ourselves in the Divine… in the showing of the universe… –a
small expression of the un-nameable, we have the option to dissolve the knots,
the hindrances and traps that hold us to life, that in its inspiration never
had the vocation to lock us up, the intention to dominate and domesticate us.
On the contrary it had the innovation, the vocation, the intuition to liberate
us… for us to be infinitely available, and with this, infinitely present
without time… present without hours…
Ah! There in every prayer there is sufficient inspiration to stimulate
us towards other kinds of situations, with other kinds of expressions: with the
authentic ones… those that vibrate in the sensation, that impress…
Although that they are afraid,
although that they hide… they are there for the glory of, and the example of
the creation…
To feel myself worthy of life, worthy of life….
To discover that the investment realised in me, is of such size that I
cant, I don’t feel that I should betray it…
Better is to express it and give it its divine dimension –that which
makes us accomplices of mysteries, and from them cultivate ourselves in the
dedication of what attracts us, of what calls us, for what we are here for, for
what we are prepared, inspiringly designed…
And in this divine vibration the omens are a long way away… forgotten,
pasts, that occurred…
And in this way combine the times….
And in this way convert these pasts of anguish and desperation, in
renovated illusions… These unquiet present times, unsure and emaciated, in
serene, enjoyable and willing….
Willing…
And in help, provide!