El orar nos da las coordenadas de otras tierras que no están en los pies
2 de diciembre de 2024
Trascurren rastreando, como si fueran abonos, los prejuicios, los miedos, las calumnias, los bulos, las mentiras.
Trascurren arando... como un cauce, las semillas. Y la cosecha es rancia y bravía. No alimenta; ataca, critica, acidifica, golpea, especula.
Han llegado a los cimientos de los pasos, las perfidias, las rabias, las envidias. Ya no están –como decían antes- como “pájaros de mal agüero”, por ahí volando. No. Se hicieron rastreras.
Pasan por debajo de las rendijas de las puertas o por las rendijas de las ventanas.
Se hace suelo arenoso, estéril.
Y la respuesta de lo viviente es... queja, es rabia, es desconfianza, es inseguridad, es miedo.
Los días claros ya... ya no están. Y sí están, pero... no se ven.
El ser va con la cabeza gacha y mira muy poco a las nubes. No quiere mojarse, y se busca el paraguas.
Se ríe de la dificultad ajena. Festeja sus logros, con motivo del malogrado contrincante, del carácter que sea.
Se llega pronto –¡muy pronto!- a la conclusión de que la verdad solo puede ser mala.
¡Ay! Desde niños nos contaban cuentos: que veníamos de las nubes y nos traían las cigüeñas. Y que ¡éramos buenos!
.- ¿Buenos?
.- Sí, eso decían.
.- ¡Ah!, “decían”.
Pero ahora todo se hace barro de sangre, sudor, lágrimas, quejas, insultos...
Y estirando y estirando el saber –porque todos saben de todo y de todos-, cada uno tendrá, según cada otro, sus defectos. Pero defectos efectivos, incómodos, dañinos.
Cada cual procura cuidarse de éste, de aquél o del otro. O rentabilizar las acciones de alguna habilidad.
La Llamada Orante nos muestra un panorama ¡nada nuevo!, ¡no! Probablemente edificante –por ser lunes-. Y siempre se tiene la esperanza...
.- ¿La qué?
.- La esperanza. Estamos en oración...
.- ¡Ah!, sí.
... la esperanza de que, por ser lunes, por empezar una nueva semana, haya aclaraciones, sorpresas, descubrimientos, aportes...
¡Ah!...
Sí. Hay palabras que... –curioso- que valen en determinados sitios, como ésta que hemos dicho de “esperanza”. Que valen cuando se está orando. Pero ya fuera de aquí, ya, esooo... eso casi es un insulto. ¿Esperanza en qué?, ¿en quién? Si éste duda de aquél, de aquello, de lo otro.
Pero bien está. A lo mejor –a lo mejor-….
La oración es misteriosa, sí. Es la que alberga el Misterio. Por eso está y permanece. Y en su misterio, tiene la intención de que “a veces” se filtre algo de lo que habitualmente no convive fuera de las paredes orantes.
Cuántas veces –¿verdad?- hemos escuchado: “Ay, yo soy incapaz de hacer esto”. “Ay, yo no puedo hacer lo otro”.“Ay, a mí no me gusta esto”. “Ay, a mí no me gusta lo otro”. “No, yo... no. Esto no. No, no. Es que no. Me pongo y no puedo”.
Es que –¡de verdad!- aquí, orantemente, eso es una pena. ¿A que sí? Ahora, aquí, ¿eh? Cuando salgamos, no. Son virtudes que cada uno... Éste no puede escribir. Al otro se le da mal traducir. Aquél no puede aprender. El otro no…
.- Eso es así. Cada uno es cada uno.
.- ¿Cada uno es cada uno?
.- Sí.
¡Guau! Esto puede ser esperanzador. Si –afortunadamente- solo hay uno de ese uno, pues es el equivalente al Uno. Podrá escribir, dibujar, transcribir... no sé: hacer lo que haga falta.
Lo que sea necesario.
¿Es tan difícil entender eso?
Pero, claro, en el fondo no se está de acuerdo con que tal y con que cual. El tal y el cual son muy auxiliados. Porque “tal” y “cual” pueden ser perros, gatos, armarios, sillas, elefantes o... o dráculas, incluso.
.- ¿Drácula?
.- Sí.
“Tal” y “cual”.
¡Ah!, pero es fascinante. ¡Oh, sí, sí! Es fascinante, en esa tierra de guijarros y de duras hendiduras, es fascinante ver a los seres, seguros, certeros –¡hasta parecen valientes!-, esgrimiendo su credo, inhabilitando a cualquier entorno y recreándose en la propia vanidad.
Sí. Para esto no hace falta un púlpito ni un gran salón. No, no. Esto, con solo sentarse y echar una mirada, ya pones en marcha todo el mecanismo interno para que tu arado sea áspero, duro, ¡cortante! ¡No vayan a preguntarte algo que...!
.- La mejor respuesta es la herida.
.- ¿La herida?
.- Sí, porque así saben que tú eres el fuerte, que tú eres el poderoso, que tú eres el que manda. Puede ser una voz, un grito, un tono en fa sostenido menor...; o en sol mayor, depende.
Antes –cuando era “antes”-, los niños y las niñas hacían y estudiaban el catecismo. ¿Para qué? Para conocer un poco a Dios; para prepararse para la comunión. ¡Ah! Y había que sabérselo todo de memoria. Y era un día importante, porque ese día entrabas en la senda de Dios.
Luego se vio que no era del todo así, ¿verdad? Y ya no, ya no se hace ni la primera ni la segunda comunión. Ninguna. Pero era una buena idea, sí, una buena idea. Pero muy mal realizada, muy mal ejercitada, muy mal manipulada. O sea que era una mala idea. O sea, así de simple. Pero era buena en cuanto que se buscaba que el joven, el niño, se inmiscuyera en las cosas de Dios.
Sí. Demasiado pronto. O no. Pero mal realizada.
Luego ya, todo fue cambiando, y en su lugar había clases de judo o de karate o de francés o de inglés o de recuperar o… ¡Puf! ¡Hay tanto!...
Pero... sin ánimo de mejorar. ¡No! Cuando el terreno está así, no hay forma de mejorarlo. Hay que irse a otro lugar: mental, espiritual o físico. Irse a otro lugar.
Sí. Y el orar nos da las coordenadas de otras... de otras tierras que no están en los pies; que están en las manos, en el latido del corazón.
Y nos hablan del amanecer: que nacemos por Amor.
¡Qué tontería!, ¿verdad? Fuera del espacio orante y de poesía, no tiene…
¡Ah! Pero aprovechamos que estamos en el habitáculo orante.
Pues sí. Aquí se puede decir que nacemos por Amor, cada día. Y que es muy triste... Bueno, “triste” no. Aquí podemos decir que es ¡muy dramático!... que, en ese amanecer, el ser permanezca igual que cuando se acostó el día anterior.
¡Ah, sí! Es curioso. En el tiempo orante se pueden decir cualquier tipo de barbaridades evidentes; cosa que, en el mundo cotidiano, traspasada la puerta, hay que cuidar: a ver si a éste le gusta lo que le digo, o no; o me mira, o le hablo, o le saludo, o no le saludo… Bueno, esas pequeñas cosas “impresentables”.
Sí. En ese... en ese otro terreno, además de nacer por Amor, las palabras tienen un valor ¡inmenso! ¡Inmenso! ¡Sí! Decir “Amor” es decir “Creación”. Es decir “Dios”.
.- ¿Tanto?
.- Sí.
En este otro suelo orante, que está en las manos y en el corazón, se puede hablar de la esperanza de poder aprender, de poder conocer, de poder participar, de poder ayudar.
.- ¿Aprender? Pero ya todos son adultos y…
.- ¡Oh!, sí. Pero en este espacio sí existe eso: aprender lo que no sabes, o lo que te niegas a saber… por comodidad, por vanidad, por soberbia, por… ¡por lo de siempre!
.- ¿Pero eso ha estado siempre?
.- ¡No... no! No ha estado siempre. Lo que ocurre es que es muy persistente, muy insistente. Y el deterioro vulgar tiene un “prêt-à-porter”, un uso fascinante, en cuanto a operatividad.
.- ¿Y las promesas?
.- ¡Oh, sí! ¡Buena cosa!: ¡las promesas!
Antes, escuchábamos a veces: “juro y prometo que... tal y cual”.
Pero sí, sí, claro. Es llenar la mesa de ofrendas. No vale quitarlas. Hay que ofrendarlas para que alimenten a otros. Eso es una promesa.
“Antes” –¿cuándo es antes?- era casi sagrado, para algunos adultos, cumplir las promesas que hicieran a los niños. “A los niños”. Ya, a los adultos… depende.
La… –es difícil esto, ¿eh?- la fidelidad… eh… bueno, para otro día, mejor.
La fe es algo que… que está. Está. Dicen que nos la dan. Seguramente sí.
Y... ¿cuánto, cuánto dura la fe de una persona hacia otras personas o hacia otra persona? ¿Qué capacidad de encaje tiene, ante las noticias, antes los rumores, ante…? ¿Qué capacidad tiene? Sí, dependerá de cada uno; ya, ya, pero…
La confianza es... ¡buah! Depende, ¿no? Depende. En este mundo de manos y corazón, la confianza a veces se hace fianza. Es decir:
.- Confío en la medida en que tú me des motivos para confiar. Pero si tú me das motivos para confiar, pero otros me dicen que no confíe en ti, yo normalmente me tiro a quien dice que no me fíe de ti.
.- ¡Ah!, ¿y por qué?
.- ¡Hombre!... Porque “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”.
.- ¡Ah! ¡Es verdad!...
.- ¡Claro! Tú puedes creer y tener confianza en... ¡lo que sea! –personas, proyectos, ideas-, pero si llega alguien y te dice que no, ¡qué va!, que no... “¡Cuidado con esa persona! ¡Cuidado, que tiene...! ¡Cuidado!”, entonces ¿tú qué haces? Pues lo normal: “creer”.
.- ¿Creer...? ¡Wow! Es muy fuerte, ¿no?
.- No es fuerte. ¡Puede cambiar cuando quieras! Crees en “lo malo conocido”, porque lo conoce quien te lo ha dicho.
.- ¿Así que “más vale lo malo conocido”, que lo bueno?
.- Sí, porque si conoces lo malo, pues así… no te pasa nada.
.- ¿”No te pasa nada”? Pero siempre van a decirte lo malo de la ciudad, de tus compañeros de trabajo, de tu familia… Siempre, ¿no?
.- Sí, pero…
.- Entonces… ¡Ah! Ya se dijo antes:la verdad sólo puede ser mala.
.- Pero, y si tienes confianza, por ejemplo, ¿tienes que demostrar todos los días que eres fiable?
.- ¡Sí! ¡Todos los días! Aunque no haga falta. No importa. Siempre habrá suficiente arena para condenarte y para que desconfíen de ti.
.- Pero eso es fuera, ¿no?
.- Sí, sí, claro, fuera. No, aquí no. Aquí, ahora, dentro, no. Aquí podemos hablar de todo esto. Sí, sí. Y a lo mejor se filtra algo luego, fuera, y… Se han dado casos. Sí, se han dado casos.
Fíjense como –para muestra, hablando de “fuera”- hemos tenido elecciones, ¿verdad?, en toda Europa. “Europa: el jardín la humanidad”. ¿Saben cuántas personas han votado? El 49%. Deberían invalidarse las elecciones, puesto que no han llegado ni siquiera a la mitad.
¿Y la otra mitad? ¿Será que no confían? –digo; es un decir, ¿eh?-. ¿O les habrá entrado una parálisis... o un [1]Quervain, y no pueden, no pueden, no pueden poner el voto, y no van? El 50, más de 50%, 51% no ha aparecido.
Y ese 49% va a dictaminar, obviamente, qué es lo que va a movilizarse en los próximos cinco años en este continente. Para todos.
Entonces se puede decir que a lo mejor –con estas cifras, con este ejemplo nada más- la confianza y la fe en determinadas cosas parece que, efectivamente, según nos dice la Llamada Orante, no está muy boyante. No, no, no.
.- Bueno, pero ahora suponemos que los que sí han votado, estarán todos de acuerdo.
.- ¡Je! ¡je, je! “Los que votaron estarán todos de acuerdo”… en acabarse los unos a los otros. En eso están de acuerdo: en acabarse los unos a los otros.
Nos llaman a orar, sí. Es un detalle asombroso. Totalmente. Y todos nos damos por aludidos ante cualquier palabra. ¡Todos!
Pero qué detalle de Bondad, el que nos muestren pequeñas ventanas, pequeños detalles –o grandes, depende de la consciencia de cada cual- que nos permitan entrar en otra percepción, en otra visión.
¡Cuánta perseverancia!, que aún nos llaman a orar, a meditar, a contemplar…
A coquetear con las nubes, con la farándula de la alegría, con la ilusión del juego.
Pronto, pronto se hace tarde y hay que diluirse. Pero conviene recogerse en el recuelo –“el recuelo”- de lo que haya quedado en las manos y en el corazón…
Por si hay suerte y… puede seguir con nosotros.
Es pronto ya, es tarde.
[1] Tenosinovitis o tendinitis de De Quervain: afección dolorosa que afecta a los tendones de la muñeca del lado del pulgar
***
Praying gives us the coordinates of other lands that are not in our feet
2024-12-02
They go by, tracking down, as if they were fertilizers, the prejudices, fears, calumnies, hoaxes, lies.
They go by ploughing... like a riverbed, the seeds. And the harvest is stale and wild. It does not nourish; it attacks, criticizes, acidifies, hits, speculates.
They have reached the foundations of the steps, the perfidies, rages, envies. They are no longer -as they use to say- like "birds of ill omen", flying around. No. They became crawlers.
They pass under the cracks of the doors or through the cracks of the windows.
They become sandy barren soil, sterile.
And the response of the living is... complaint, it is anger, it is distrust, it is insecurity, it is fear.
The clear days are… no longer there. And they are, but... they can’t be seen.
The being goes with its head down and looks at the clouds very little. It doesn't want to get wet, and it reaches for an umbrella.
It laughs at other people’s difficulties. It celebrates its achievements, on the occasion of the ill-fated opponent, whatever nature may be.
One soon –very soon!- comes to the conclusion that the truth can only be bad.
Oh! Since we were children, we were told stories: that we came from the clouds and storks brought us. And that we were good!
.- Good?
.- Yes, that's what they said.
.- Ah!, "they said".
But now everything is made of mud of blood, sweat, tears, complaints, insults...
And stretching and stretching the knowledge –because everyone knows about everything and everyone else- everyone will have, according to others, their faults. But effective, uncomfortable, harmful faults.
Each one tries to take care of oneself from this one, that one or the other. Or make the most of the actions of some ability.
The Call to Prayer shows us a panorama, nothing new, no! Probably edifying –since it is Monday-. And there is always hope...
.- What?
.- Hope. We are in prayer...
.- Ah! Yes.
...hope, because it is Monday, because a new week has begun, there will be clarifications, surprises, discoveries, contributions...
Ah!...
Yes. There are words that... -curious- are valid in certain places, like this one we have said about “hope”. They are valid when one is praying. But outside of here, now, that... that’s almost an insult. Hope in what? On whom? If this one doubts that one, that and the other.
But it is fine. Maybe -maybe-….
Prayer is mysterious, yes. It is the one that houses the Mystery. That is why it is and remains. And in its mystery, it has the intention that “sometimes” something of what usually does not normally coexist outside the praying walls leaks out.
How many times –right?- have we heard: “Oh, I am incapable of doing this”. “Oh, I cannot do that”. “Oh, I do not like this”. “Oh, I do not like that”. “No, I... no. Not this. No, no. I just don't. I get myself into it and I cannot”.
It's just that –really!- here, praying, that is a shame. Isn't it? Now, here, eh? When we go out, no. These are virtues of each one of us… This one can’t write. The other one is bad at translating. That one cannot learn. The other one cannot…
.- That's how it is. Each one is each one.
.- Is each one each one?
.- Yes.
Wow! This can be hopeful. If –fortunately- there is only one of that one, then it is the equivalent of One. He will be able to write, draw, transcribe... I don't know: do whatever it takes.
Whatever is necessary.
Is it so difficult to understand that?
But, of course, deep down, one does not agree with this and that. This and that are very helpful. Because “this” and “that” can be dogs, cats, cupboards, chairs, elephants or... or even Draculas.
.- Dracula?
.- Yes.
“This” and “that”.
Ah! But it is fascinating. Oh, yes, yes! It is fascinating, in that land of pebbles and hard cracks, it is fascinating to see beings, confident, certain –they even seem brave!-, wielding their creed, disabling any environment and revelling in their own vanity.
Yes. You don't need a pulpit or a big hall for this. No, no. Just by sitting down and taking a look, you already set in motion the whole internal mechanism so that your plough is rough, hard, cutting! Lest them ask you for something that...!
.- The best answer is the wound.
.- The wound?
.- Yes, because that way they know that you are the strong one, that you are the powerful one, that you are the one in command. It can be a voice, a shout, a tone in F sharp minor...; or in G major, it depends.
Before -when it was "before"- boys and girls did and studied catechism. What for? To get to know God a little; to prepare for communion. Ah! And you had to know everything by heart. And it was an important day, because that day you entered God’s path.
Later it was seen that it wasn't quite like that, was it? And no longer, neither the first nor the second communion is done any more. None. But it was a good idea, yes, a good idea. But very poorly executed, very poorly practiced, very poorly manipulated. In other words, it was a bad idea. I mean as simple as that. But it was good insofar as that it sought to get the young person, the child, involved in the things of God.
Yes. Too soon. Or not. But poorly executed.
Then, everything changed, and instead there were judo classes or karate or French or English or remedial classes or… Phew! There is so much!...
But... without the intention of improving. No! When the ground is like this, there is no way to improve it. You have to go somewhere else: mental, spiritual or physical. Going somewhere else.
Yes. And praying gives us the coordinates of other... of other lands that are not in our feet; that are in the hands, in the heartbeat.
And they talk to us about the dawn: that we are born from Love.
What nonsense, isn’t’ it? Outside the space of prayer and poetry, it doesn't have...
Ah! But we take advantage of the fact that we are in the prayer room.
Well, yes. Here we can say that we are born from Love, every day. And that it is very sad... Well, not “sad”. Here we can say that it is very dramatic!... that, at that dawn, the being remains the same as when it went to bed the day before.
Ah, yes! It is curious. During the time of prayer, all kinds of obvious outrageous things can be said; something that, in the everyday world, once we have crossed the door, we have to be careful: to see whether this person likes what I say or not; or he looks at me, or I speak to him, or I greet him, or I don't... Well, those little “unpresentable” things.
Yes. In that... in that other field, as well as being born out of Love, words have an immense value! Immense! Yes! To say “Love” is to say “Creation.” It is to say “God.”
.- That much?
.- Yes.
On this other praying ground, which is in the hands and in the heart, we can talk about hope of being able to learn, to know, to participate, to help.
.- To learn? But everyone is already an adult and…
.- Oh!, yes. But in this space, there is that: learning what you don't know, or what you refuse to know… for convenience, for vanity, for pride, for… for the usual old thing!
.- But has that always been there?
.- No... no! It hasn't always been there. What happens is that it is very persistent, very insistent. And vulgar deterioration has a “prêt-à-porter”, a fascinating use, in terms of operability.
.- And what about promises?
.- Oh, yes! Good thing: promises!
Before, we sometimes heard: “I swear and promise that… such and such”.
But yes, yes, of course. It is filling the table with offerings. It is not enough taking them away. It must be offered to feed others. That is a promise.
“Before” –when is before?- it was almost sacred, for some adults, to fulfil the promises they made to children. “To children”. Yeah, to adults… it depends.
Fidelity…-this is difficult, isn’t it?- fidelity… well, better leave it for another day.
Faith is something that… that is there. It is. They say that it is given to us. It probably is.
And… how long, how long does a person’s faith last towards other people or towards another person? What capacity does it have to adapt to the news, to rumours, to…? What capacity does it have? Yes, it will depend on each one; yeah, yeah, but…
Trust is… pff! It depends, doesn’t it? It depends. In this world of hands and heart, trust sometimes becomes bail[1]. That is to say:
.- I trust you as long as you give me reasons to trust you. But if you give me reasons to trust you, but others tell me not to trust you, I usually throw myself at whoever says not to trust you.
.- Ah! And why?
.- Man!... Because “is better the devil you know”.
.- Ah! It's true!...
.- Of course! You can believe and trust... whatever! –people, projects, ideas-, but if someone comes along and tells you no, no way! No way... “Watch out for that person! Be careful, he has...! Be careful!”, then what do you do? Well, the normal thing: “believe”.
.- Believe...? Wow! It's very strong, isn't it?
.- It's not strong. It can change whenever you want! You believe in “is better de devil you know”, because the person who told you about it knows it.
.- So “the devil you know is better” than the good?
.- Yes, because if you know the bad, then… nothing happens to you.
.- “Nothing happens to you”? But they're always going to tell you the bad things about the city, about your workmates, about your family… Always, right?
.- Yes, but…
.- So… Ah! It has already been said before: the truth can only be bad.
.- But, if you are confident, for example, do you have to prove every day that you are trustworthy?
.- Yes! Every day! Even if you don’t have to. It doesn’t matter. There will always be enough sand to condemn you and to make people distrust you.
.- But that is outside, isn’t it?
.- Yes, yes, of course, outside. No, not here. Here, now, inside, no. Here we can talk about all of this. Yes, yes. And maybe something will leak later, outside, and… There have been cases. Yes, there have been cases.
Look how –for example, speaking of “outside”- we have had elections, haven’t we?, all over Europe. “Europe: the garden of humanity”. Do you know how many people have voted? 49%. The elections should be invalidated, since they have not even reached half.
And what about the other half? Could it be that they do not trust? –I say; It's a figure of speech, eh?- Or have they been struck by paralysis... or a Quervain[2], and they can't, can't, can't cast their vote, and they are not going? 50, more than 50%, 51% have not shown up.
And that 49% will obviously decide what will be mobilized in the next five years on this continent. For everyone.
So, it can be said that perhaps -with these figures, with this example alone- confidence and faith in certain things seems, indeed, as the Call to Prayer tells us, not to be very buoyant. No, no, no.
.- Well, but now we assume that those who have voted will all agree.
.- Ha! ha, ha! “Those who voted will all agree”… to finish each other off. They agree on that: to finish each other off.
We are called to pray, yes. It is an amazing detail. Absolutely. And we all assume any word is meant for us. All of us!
But such a detail of Goodness, by showing to us small windows, small details –or large, depending on the conscientiousness of each one- that allow us to enter into another perception, into another vision.
How much perseverance!, that we are called still to pray, to meditate, to contemplate…
To flirt with the clouds, with the show of joy, with the illusion of the play.
Soon, soon it gets late and we have to fade away. But it is advisable to gather in the remnants –“remnant”- of whatever remains in our hands and in our hearts…
Just in case we are lucky and… it can remain with us.
It is already too early, it is too late.
[1] In Spanish, the word confianza means "trust" and contains the word fianza, which means "bail."
[2] Tenosynovitis or De Quervain's tendonitis: painful condition affecting the tendons of the wrist on the thumb side.
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