jueves

Lema Orante Semanal

Se está haciendo mal
8 de mayo de 2017

¡Pronto!... se ausentan las promesas.Pronto se ausentan los ideales. Pronto se ausentan las aceptaciones. Pronto se ausentan las responsabilidades. ¡Pronto se ausentan las… delicias! Pronto… se ausentan.
Y pronto se ausentan, como queriendo demostrar que lo Eterno es imposible.
Pronto se ausenta, y el ser se hace cada vez más ausente, como tratando de mostrar que todo tiene su principio y su fin.
¡Pronto!, el ser trata de cuantificar y… ‘probabilizar’ lo que ocurre, lo que pasay lo que va a pasar, y así garantizar su tiempo y espacio. Y de nuevo, así, ¡pronto!...hace un modelode vida, un modelo de estar en el Universo,acomodado a sus limitaciones, que se han gestadopor su pronto abandono ante las dificultades.

Pronto cunden las decisiones radicales. Pronto acuden las definiciones totalitarias. Pronto se muestran las incompatibilidades. ¡Tan pronto, tan pronto!, que apenas si se da tiempo a un hablar, a un “intento de”…
“¡No!”...
El “no” se acompaña de justificaciones y… echa raíces. Se vuelve ¡rancio!, pero se siente seguro.
Es curioso –dice el Sentido Orante de hoy- que, cada vez más, el ser se siente mejorseparándose de sus congéneres, de su especie. Cada vez desvaloriza más las atenciones, las sensibilidades, las emociones, los afectos… Y no parece darse cuenta de que todo ello va “contra suser”. Y lo llevará al abandono, al vacío, a la soledad crasa… porque ni siquiera intentó, mostró y apostópor lo que le erapropio: su naturaleza emocional, afectiva, de relación, de comunión, de comunicación, de comprensión.
Cada cual parece –¡parece!-que precipitadamente necesita ser dictadorde su propia teoría.
Cada cual, ¡como si se tratara de salvarse!, huye de lo que no le resulta grato, de lo incómodo, y asume esa solemne independencia aséptica… sólo útil para el quirófano.

Y el Sentido Orante advierte de… esa promoción del triunfo de la queja, de la solvencia individualy del radicalismo personalque sólo apuesta por su propuesta; que sólo apuestapor su beneficio osu aplauso.
¡Qué pena!...
Todo un Universo confabulado a fin de proveer, a la vida, de los mayores espectáculos de posibilidades…y, el hombre, aferrado a sus radicales, perplejas y hasta insolentes costumbres y morales, que sólo poseen la justicia de sus dictadores: aquellos padres, aquellos abuelos…que tenían que sobrevivir bajo la batuta de las religionesy de las imposiciones.

¡No! ¡No, no! No se ha sabido zafar, el ser, de todas esasmicro herencias; y aunque vocifera libertades, y aunque reclama derechos, cuando tiene que dar el salto… lo hace con huida, lo hace con retirada, lo hace con desaparición, lo hace… ¡mal!
Suena mal, la palabra “mal”.
Sí. Y suena mal, porque la actividad del hombre –de los ¡cultos!, de los ¡preparados!-cada vez se hace más restrictiva, más constrictiva, más intransigente. ¡Pero no en aras de una virtud espléndida!,¡no en aras de una brillantez suprema! Ojalá así fuera. ¡No! En aras de unamicroscópica renta que pretende ser ejemplo,y que realmente sólo es una entelequia.

Pero parece no escucharse –o tampoco- la palabra “Eternidad”. Parecen no escucharselas confabulaciones de Universos que se tienen que gestar para aún mantener la vida en este plano estelar; la cual, ya los científicos aventuran que no durará más de 100 años. Antes se hablaba de 1000.Ahora, de 100.
Se está haciendo… ¡mal! Y eso que lo hablan los científicos, que son seres de… “entremedias”;algunos más radicales, otros más benevolentes pero… han perdido la sensibilidad afectiva, han ganadola materialidad obstructiva, y por eso están en ese “medio”.Y aun así, son capaces de ver el estertor del exterminio. ¡Y aun así!…los seres que se sienten más privilegiadosy los que tienen la posibilidad de la escucha, defienden sus intereses, sus ganancias, sus seguros.
¡Qué pena!
Habrá que buscar, entonces, en el rinoceronte, en el elefante, en la hormiga, en la colmena, en la abeja reina, en el zángano… el aliado fiel que promueva lo eterno, lo infinito, lo incombustible.
¿Tendremos que renunciar a nuestra naturaleza...?

Continuamente llueven las amenazas. Sí, las amenazas de: “¡Ay!, si a mí me pasara esto, yo haría…”. “¡Ay!, si yo tuviera esto, yo haría…”.
¡Cuánto se sabe hacer!... y cuán seguro se está, cuando en realidad no se sabe ni siquiera “algo”.Y menos aún, proponer.Con la habitual –claro está- egolatría y rigor; pero elrigor del hierro indeformable, que no admite fragua que lo caliente o lo modele.
Dominado, cada cual, por sus leyes. ¡Increíble!, ¿no? ¿Es que ha habido alguna ley de Creación? ¿Se conoce alguna ley que promueva la Creación, el desarrollo de la Vida, la confabulación de Universos…?
¡Ah!, pero el ser humano tiene sus leyes. ¡Y lo tiene claro!, claro.
¿Qué tiene claro…?
¿Qué tiene claro, sus ahorros bancarios? ¿Su seguridad para los próximos 15 años?¿Sus facultades aplaudidas en los aledaños…?  ¿Qué? ¿Qué tiene claro?
Se suponía –y se supone- que el ser está en un desarrollo de búsqueda, de apertura, de imaginación, de comprensión, de asombro…
Se supone,se suponía… que no era lo suyo la posesión y la seguridad de sus prescripciones, sino más bien su vacío, su disposición, su humildad…
¿Humildad…? ¡Qué feo eso! ¡Sí! Hasta resulta fea. ¡Bueno!, la sumisión ya es… innombrable.
Se suponía y se supone que el ser, en su tránsito viviente, dejaría al menos la huella de ser un buscador impenitente, un descubridor nato, un investigador inagotable, ¡un enamorado de la vida!...
Y resulta que no. Y resulta que cuandodescubrimos las civilizaciones más avanzadasy más productivas, más seres deestridencia, de imposición, aparecen. Y tenemos que ir a buscar comunidades como… inexistentes, para recuperar la sonrisay no perder la sensibilidad de la experiencia amada.

Y es así… y es así que se ha de estar vigilante, atento, alertado y alarmado, para no caer en esas diligenciasde separadas consciencias, de incompatibles convivencias, de irresolubles planteamientos.

La lluvia fina… parece querer lavar nuestro rostro para…clarificar nuestros sentidos.
La brisa fresca parece traer… los mensajes y los lenguajes deloEterno.
La luz de la vigilia… parece mostrarnos los mejores planosde la belleza.
La oscuridad de la noche parece insistirnos… en nuestra presencia deUniverso.

Habrá que revisar-se… en el tono en el que advierte el Sentido Orante, no vaya a ser que, sin querer, se esté en una posición de inadecuado crecimiento… e importante impedimento.







***