LLAMADA
ORANTE
REVISAR,
REPLANTEAR, RESTITUIR
18 de junio de 2012
Revisar, replantear y restituir… son tres
aspectos que… desde el sentido orante, están en sintonía con estos días que se
avecinan.
Volver a visionar… la posición, la actitud y
las decisiones.
Volver a replantear…; es decir, planear de
nuevo sobre las previsiones, las futuribles propuestas.
Restituir es un… difícil… acontecer, porque…
pareciera que se perdiera algo; y justo es lo contrario: aquél que restituye…
posiciona a su entorno –a lo que tenga que restituir- en las mejores
condiciones para… su desarrollo.
Habitualmente –en el comportarse de hoy- se
sustraen acciones y, en consecuencia, se dificulta, se obstaculiza, se… se
impide que las acciones de otros se cumplan, puesto que les falta algo que les
ha sido quitado, arrebatado… o secuestrado, sin querer o queriendo.
En la intención de revisar… está la
actitud complaciente de ver de otra forma, de plantear diferentes actitudes
ante… determinadas situaciones; ¡amplificar! –en la revisión- contingencias que
no estaban previstas: esas situaciones que se piensa –habitualmente- que no van
a ocurrir, que no van a pasar, que… en
la revisión, adquieren vigencia.
La revisión, evidentemente, no supone una duda
sobre la decisión que se ha tomado. Más bien, lo que trata es de apuntalar, de
perfeccionar, ¡de abrillantar!, de… anticiparse a inconveniencias que pueden
hacer fracasar la visión que se tenía.
En la revisión nos anticipamos a imprevistos…
inesperados. Encendemos las atenciones, las alertas y las alarmas, para
comprobar, ¡comprobar!, comprobar, que funcionan.
Cada re-visión supone “una puesta a punto”; una
actualización. De ahí que pueda constituir –la revisión- un mecanismo de
habitual proceder. Que tampoco sea un paso… “Bueno,
ahora hay que revisar…” No. Simultáneamente, a la vez que se va decidiendo,
se va actuando. Hay un impasse previo, antes de la actuación, que revisa que…
que todo esté bien… –antes del inicio, antes de la manifestación-.
¡Se visiona! –y esto es un pequeño apartado de
especial relevancia desde el sentido orante-. “Visionar”: una expresión de la re-visión. A la hora de “visionar” –como
si se tratara de la realización de un film-, se va viendo cómo probablemente
van a acontecer… las diferentes situaciones. Se visiona y se selecciona, y se
corrige, y se… salvan situaciones que pueden ser, como mínimo, molestas.
En lo visionado, se sitúa la visión del
proceso que se ha decidido, dentro de lo más universal posible; y se evalúa la
repercusión que, sobre el entorno, va a tener nuestra posición.
Visionar una decisión, un proyecto, una idea…
que previamente ha sido madurado, evaluado, corregido, preparado… Pero hay que
visionarlo. Siempre que revisen algo, procuren añadir este pequeño apéndice:
visionar. ¡No es… un proyecto o un proceso de “visiones”! –ése tendrá otro
apartado-. ¡Es visionar!, con los elementos que se tienen, cómo –probablemente-
transcurra… nuestra decisión. Eso nos pondrá en estado de atención, alerta o
alarma para determinada situación.
¡Probablemente!, con ese proceso orante, bajo
la óptica de que nuestro acontecer no se agota en nosotros sino que repercute
en la totalidad del universo, muy probablemente, la decisión que se haya tomado
cuente con los buenos augurios…
Casi siempre –por no decir “siempre”-, casi
siempre habrá elementos que acontezcan, que no teníamos previsto. Pero, gracias
a la revisión, gracias a haberlo visionado, ¡ah!, rápidamente se encontrará la
mejor posición… ante una contingencia inesperada.
Hay que –a propósito de visionar-… hay que
añadir un pequeño detalle. Quizás sea poco operativo, pero… –y muy
especulativo-… pero eso lo admite la oración: ¿Y si cada ser humano fuera… un
visionado proceso de la
Creación ?
Continuamente se nos está replanteando… cualquier situación que tengamos que
vivir, a poco alertas, ¡a poco atentos… que estemos!
Pareciera, a veces, que cada segundo no tiene
nada que ver con los segundos anteriores; pareciera que cada minuto nada tiene
que ver con los minutos anteriores; pareciera, a veces, que cada año, nada
tiene que ver con el año anterior; pareciera que, el plano de carreteras,
estuviera cambiándose continuamente; pareciera que… –y esto es más contundente-
que lo que hoy es valioso, útil y aprovechable, mañana es… inútil, inservible.
Así –por ejemplo- se acostumbró a especular e
investigar y desarrollar toda la tecnología necesaria para el “diesel” y el
“turbodiesel” y el “biodiesel” y el “troncodiesel”. ¿No? Una vez que todo eso
estaba ya en marcha, y además era barato y ventajoso y útil… “¡Es
altamente cancerígeno!”.
Y… no cabe por menos plantearse: ¿Y no se planteó, no se replanteó…? Como tantas veces: No.
Tampoco es que vayamos a asumir la noticia
como un absoluto dictamen. ¡No! No; pero la industria –y su economía- puede dar
un plazo de dos meses, dos años… para que se restablezcan todos los motores con
gasolina. Por ejemplo. Igual que dieron “x” tiempo para que no se fumara en un
bar, en una cocina, en el cuarto de baño o… o en el Everest –parece ser que
allí también está prohibido, lo que pasa es que, allí, poca gente tiene ganas
de echarse un cigarro-.
Pareciera que los planes están hechos para
cambiarlos. Y bien, bien está que… se plantee de nuevo, pero procuremos hacer
un plano lo más exquisito posible, con objeto y fin de que pueda ser una guía
adecuada. De ahí que las precipitaciones… tengan que ser reevaluadas. Y de ahí
la necesidad de replantear.
Replantear es como… volver a contemplar las
propuestas, bajo una óptica que no se había contemplado. Y es… planeando sobre
el plan; sobre el plano. ¡Sí! Como decir: “visto desde arriba”.
“Visto desde arriba”, desde el sentido orante,
es: visto desde la óptica de la
Creación.
¿Qué… qué implica –valga la redundancia- mi implicación
en este proceso… o en éste…? ¿Realmente, el plan que he trazado es un plan… de
universo? ¿Es un plan sentido por la Creación ? ¿Es un plan que entra dentro de las
perspectivas… liberadoras? ¿O es un ¡plan!... para mi beneficio, o para el
beneficio de alguien a quien quiero regalar u obsequiar, sin importar lo que
ello suponga?
¡De ahí que hay que planear!… –planear, replantear- planeando sobre esa
perspectiva. Ver lo que implica… ante los movimientos que participen –cercanos
o lejanos- en torno a nuestra propuesta.
¿Podría… podría incluirme en el planeado que
lo Divino hace sobre… la vida, y sobre la vida de cada ser… –¿podría ser?-… sin
que ello constituya un poder, sino una posibilidad?
¿Podría incluirse en el replanteamiento –en el
replantear-… excluir cualquier mentira y realzar cualquier brillantez?
¿Podría planear, por estar –por estar-
dispuesto, con ese espíritu de Lo Divino que aletea sobre las aguas?
RESTITUIR, a veces nos hace sentirnos como… la imposibilidad de devolver el
trozo de pan que hemos secuestrado, y que ya tragamos hace días, hace tiempo.
¿Cómo, cómo, cómo restituir ese –ése- trozo de pan?
-No. Ése
ya no puede ser.
-¡Ah!
El gran descubrir. Sí; el gran descubrir,
porque, cuando se trata de restituir… parece que si secuestré de tu vida una
melodía, con darte una copia de esa melodía, ya he restituido el…
¡No! Aquel secuestro de esa melodía –ésa, de
aquel día, de aquel momento- ¡nunca!... se podrá realizar. Porque pasó… Porque
todo el organismo tuvo que adaptarse a aquella ofensa, a aquel insulto, a
aquella gracia, a aquel premio. Restituir aquel bocado que se dio, y quedó
aquello frágil y…
Podemos descubrir –bajo el sentido orante-
que, si bien debemos estar en permanente alerta y alarma para… poder disponer
de una actitud de humilde restitución, no debemos olvidar que la posición
adecuada ¡no es restituir!, es evitar que se tenga que restituir.
Porque –como diría el guión de una película- “ya
nada es igual”. Ya no podrá ser como antes. Aunque ahora las palabras sean
bellas y amorosas, no borrarán el impacto de aquellas que fueron violentas y
desagradables.
La pregunta se vuelve angustiosa: Entonces, ¿no
se puede restituir?
¡Oh!, sí. Pero… bajo el sentido orante, no es
simplemente devolver aquella moneda que se quitó o aquel trozo que faltó. ¡No!
Debe ser algo más. O incluso, distinto. Aportar algo suficientemente novedoso,
distinto, que… que abra nuevos horizontes y disuelva aquella carencia que se
creó, gracias a una actitud inadecuada; aquella dificultad que se engendró o
aquel problema que surgió.
Restituir… se constituye así en un proceso ¡muy
complejo!, pero que exige una agilidad ¡inmediata! No vaya a ser que dure
demasiado tiempo el pie sobre el cuello y, cuando se quiera quitar, ya el
sujeto no respire.
¡Oh!, ¡sí!, suena dramático, drástico… ¡No!... ¡Es simplemente así!
En consecuencia, cuando hay una verdadera
intención restitutoria, tenemos que, rápidamente, ponernos en acción, evaluar
con celeridad qué ocurrió y qué… y qué supuso aquella actitud inadecuada por
nuestra parte. E inmediatamente –e inmediatamente-, sin solución de
continuidad, imaginar, pensar, idear, fabular qué… qué pudiéramos aportar… ¡para
crear otro tipo de vínculo, de relación!, de comunicación, de comunión, que…
que diera otras perspectivas y que hiciera de aquello una disolución. ¡Que no
quedara una cicatriz!; ¡que se disolviera! ¡Que hubiera una restitución
integral!... ¡No se trata de mejorar la herida o la cicatriz! Se trata de que
ésta desaparezca.
Es posible la restitución. Sí. Pero exige una
verdadera actitud beatífica… ¡renovada!, ¡regenerada!, de vocación. Dispuesto a
cualquier actuación que suponga… esa nueva disposición; y que, como por arte de
magia, la cicatriz se disuelva. Eso sí es restituir.
¡Sí! Porque, además del recuerdo de ayer, del
momento del otro día… –con lo cual tenemos un caudal de evaluaciones-, además,
¡además!, se abre un… un nuevo capítulo, cada jornada. ¡Se nos restituye con
creces!, pero hay que… ¡estar atento! No nos van a dar la moneda de ayer o el
pan que nos faltó… ¡No! Nos van a ofrecer… posibilidades, recursos y opciones
para que seamos… ¡otros!: esos otros que hemos soñado alguna vez.
Eso ocurre… continuamente.
Una restitución… que la Creación nos brinda. Y
que, en consecuencia, debemos aprender… ¡aprender a accionar!... esas
capacidades que se quedaron simplemente en devolver la moneda. Pero entonces,
la moneda que se sustrajo era –y tenía- un valor. Ahora no puedo, pasado el
tiempo, ¡dar la misma moneda!... ¡La moneda ha cambiado! ¡Tiene otro valor! En
consecuencia, he de recrear otra situación para… para que, de nuevo, se
restituyan las posibilidades del ser. Y aquella cicatriz que era retráctil, que
dolía, que impedía… deje de serlo; y un tejido ¡nuevo!... resplandezca y, con
él, renazcan… nuevas… opciones.
¡Allah akbar!
¡Lo Divino es grande!
*****
Revise, reconsider, and restitute are three aspects
that, from the praying sense, are in tune with the coming days.
Visualise
again… the position, the attitude, and the decisions.
Reconsider
again… that’s to say, plan again concerning the previsions, the future
proposals.
To
restitute is a… difficult… event, because… it seems as if something will be
lost; when it’s exactly the opposite: those who restitute… position their
environment, -to whatever they have to restitute- in the best conditions for…
its development.
Normally
-with the behaviour of today- actions are left undone, and as a consequence,
difficulties are created, obstacles, which… impede that the actions of others
are fulfilled, given that they miss something that has been taken away, seized…
or kidnapped, with or without wanting to.
In
the intention to REVISE, is the indulgent attitude to “see” in a
different way, to consider different attitudes when faced with determined
situations; Amplify! -in the revision- contingents that weren’t foreseen: Those
situations that we think –normally-, won’t occur, and won’t happen, in the
revision they become relevant.
The
revision, evidently, does not suppose a doubt over the decision that was taken.
Rather it’s about, to shore up, to improve, to polish, to anticipate
inconveniences which could make the vision that was had, fail.
In
the revision we anticipate the unexpected… the un-awaited. We switch on the attention, the alert, and
the alarm, to check –check, check- that they work.
Every
revision, supposes a “fine tuning”; an actualisation. Therefore, the revision
could constitute a habitual mechanism. It shouldn’t be a step of… “O.k. now
we have to revise”… No. simultaneously, at the same time as things are
decided, we act. There is an impasse previous to the actuation, which revises
that everything is in order… -before beginning, before the manifestation-.
Visualize!
-And this is a small section of special relevance, from the praying sense-. “Visualize”:
an expression of the re-vision. In the moment of “visualising” -like when a
film is being made- you can see how different situations will probably develop…
You visualise, select and correct, and situations are avoided that could be, at
the least, troubling.
In
the visualized, the vision of the process that has been decided is situated, in
the most universal way possible; and the repercussions that our position is
going to have over the environment, are valued.
Visualise
a decision, a project, an idea… that has been previously matured, evaluated,
corrected, prepared… but it has to be visualized. Always when you revise
something, try to add this small appendix: visualise. It’s not a project, or
process of “visions”! -this would be another section-. It’s, visualize!, with
the elements that we have, how –probably- our decision will pan out. This will
put us in a state of attention, alert, or alarm, for certain situations.
Probably!,
with this praying process, from the point of view that what happens in us,
doesn’t end in us, but has repercussions in the totality of the universe, very
probably the decision taken can count on good omens…
Almost
always -without saying “always”- almost always there will be elements that
happen, that we didn’t anticipate. But, thanks to the revision, thanks to
having visualised them, ah! Rapidly the best position will be found… when faced
with an unexpected contingency.
Concerning visualizing-… a
small detail has to be added. Maybe it is not so operative but… -and very
speculative-… this is admitted by the prayer: what if every human being was a
visualised process of the Creation?
Continually,
if we pay a little attention… or are a little bit alert! whatever situation we
have to live, is being RECONSIDERED.
It
seems, sometimes, that each second doesn’t have anything to do with the
previous seconds; it seems, every minute has nothing to do with the previous
minutes; it seems, sometimes, that each year has nothing to do with the year
before; it seems as if the road map was changing continuously; it seems as if…
-and this is more striking-, that, what today is valuable, useful and usable,
tomorrow is useless, unusable.
Thus,
-for example-, we became accustomed to speculate, investigate and develop the
technology necessary for the “diesel”, and the “turbo diesel”, the bio-diesel.
No? Once all of that was functioning, and furthermore it was cheap,
advantageous and useful… “It’s highly carcinogenic!”.
And
we should at least consider: and wasn’t it considered, wasn’t it reconsidered…?
Like so many other times: No.
It is
not that we are going to assume the news as an absolute verdict. No; no! but
the industry -and its economy- could give a period of time of two months, two
years… so that all motors are re-established to petrol, for example. The same
as they gave a certain time to not smoke in a bar, in a kitchen, in the toilet
or… or on Everest -it seems that there it’s also prohibited, but what happens
there is that few people have the desire to smoke-.
It
seems that plans are made so that they can be changed. And it’s good, it’s good
that… they are considered again, but we have to try to make the plan the most
exquisite possible, where the aim of the plan, is to be an adequate guide.
Thus, the precipitations… have to be re-evaluated. And so, the need to
re-consider.
Re-consider
is like… to contemplate again the proposals, from a point of view that wasn’t
contemplated. And it’s… planning over the plan, over the plans. Yes! It’s like
saying: “seen from above”. “Seen from above” from the praying
sense, is: seen from the point of view of the Creation.
That…
that implies –needless to say- my implication in this or that process… Is it
really, the plan that I have drawn up, a plan of the universe? Is it a plan
felt by the Creation? Is it a plan that enters into the liberating
perspectives? Or is it a plan!... for my benefit, or for the benefit of someone
to whom I want to flatter, or to lavish attentions on, without it being
important what this supposes?
Thus,
plans have to be made!… -plan, reconsider-, planning over this perspective. See
what it implies in the movements in which we participate –the close ones and
the not so close- about our proposals.
Could…
could I include myself in the “planned” that the divine makes about life, and
about the life of every being? -Could it be?-… without that it constitutes
power, but a possibility?
Could
it be included, in the consideration -in the reconsidering-… to exclude any lie
and realise whatever brilliance?
Could
I plan to be –to be- willing, with this spirit of the divine, that flaps its
wings over the waters?
RESTITUTE; sometimes we feel… the
impossibility of returning the piece of bread that we have taken, and which we
swallowed days ago…days ago, a long time ago. How?, how can we restitute that
–that one- piece of bread?
-No,
that one, now cannot be….
-Ah!
The
great discovery. Yes; the great discovery, because, when it’s about
restitution, it seems as if when a melody is taken from your life, in giving
you a copy of this melody, it is restituted…
No!
The kidnap of that melody -that one, in that moment- never!… it can be
realised. Because, it happened… Because the entire organism had to adapt to
that offence, that insult, that joke, to that prize. Restitute that mouthful
that was given, and it was left fragile and…
We
could discover -under the praying sense- that, if we should be in permanent
alert and alarm to… be able to have an attitude of humble restoration, we
shouldn’t forget that the adequate position is not to restitute!, but to avoid
that we have to restitute.
Because,
-as would say the script of a film- “now nothing is the same”. Now it can’t be
like before. Although now the words are beautiful and loving, it doesn’t take
away the impact of those that were violent and disagreeable.
The
question becomes anxious: so, you can’t restitute?
Oh!
Yes. But… under the praying sense, its not simply to return that coin, that was
taken, or that piece that was missing. No! It must be something more. Or even,
distinct. Contribute something sufficiently innovative, distinct, which… opens
new horizons and dissolves that which was lacking, which was created, thanks to
an inadequate attitude; that difficulty that was engendered, or that problem
that arose.
To
restitute, thus constitutes a very complex process! But it calls for an
immediate agility! It might be that the foot is on the neck for so much time,
that when you want to take it off, the subject doesn’t breath.
Oh!,
yes!, it sounds dramatic, drastic… no!... It’s simply like that!
As a
consequence, if there is a real intention of restitution, we have to quickly go
into action, evaluate with swiftness what occurred, and what… -and what- on our
behalf, supposed that inadequate attitude. And immediately without looking
back, imagine, think, think up, invent, what… what we could contribute to
create another type of bond, of relation! Of communication, of communion, that…
that would give other perspectives and makes of it a dissolution. That there
doesn’t remain a scar! That it dissolves!
That there is an integral restitution… It’s not about making the wound
or the scar better! It’s about that it disappears.
The
restitution is possible. Yes. But it demands a real beatific… attitude,
renovated! Regenerated! of vocation. Willing to do whatever act that supposes…
this new disposition; and as if by magic, the scar dissolves. This is to really
restitute.
The
divine creation restitutes us… every day.
Yes!
Because, as well as the memory of yesterday, of the moment of the other day,
-with which we have a caudal of evaluations- also, also!, a new chapter… is
opened every day. We are restituted with more! But we have to pay attention! There
not going to give us the coin of yesterday or the bread that we missed… no!
There going to offer us… possibilities, resources, and options so that we
become different: that “someone” different, that one time we all dreamed about
being.
This
happens… continuously.
The
creation offers us restitution… and as a consequence, we should learn… learn to
put into action!... those capacities that stayed in simply returning the coin.
So, the coin that was taken was -and had- a value. Now I can’t, with the passing
of time, give the same coin!... The coin has changed! It has a different value!
As a consequence, I have to recreate another situation so that… so that, once
again, the possibilities of the being are restituted. And the scar that was
retractable, that hurt, that impeded… stops to be this; and a new tissue!...
shines, and, with it, are re-born… new… options.
Allah
akbar!
The
divine is great!