Una
Nueva Bondad. Todo lo que te va a pasar es bueno
1º
de julio de 2024
Y,
al llamarnos, no nos reclaman ganancias por escuchar.
Y,
sí: habitualmente ocurre que las escuchas buscan conocer, saber,
aprender…; sacar algún beneficio.
Y
así es conocido el rezo: como plegarias que buscan ayuda, ganancia,
logros, que se hacen difíciles en el cotidiano actuar.
Seguramente,
podría decirse que es una de las peores lacras
que tienen los orantes, porque parten del principio humano de...
alguien que tiene, que puede y que da.
Y
al tildarlo de “lacra”, que pudiera parecer un insulto, no es con
esa intención. Es con la motivación de darnos cuenta de que, cuando
nos llaman a orar, cuando nos disponemos a orar, no lo hacemos ante
un igual, no lo hacemos ante un portentoso, grandioso y poderoso
–cualidades que, a lo largo de la historia, el hombre ha ido
atribuyendo a lo desconocido-.
Y
lacra como “lacre”: dícese de aquel sello que cierra, que
asegura que el contenido del mensaje, de la carta, está asegurado.
Al
“deshumanizar” al Misterio Creador, cualquier petición,
cualquier búsqueda de ganancia, es una torpeza que nos aleja de la
verdadera dimensión de una vivencia amplificada de nuestra presencia
en el Universo.
Y
ciertamente se comprueba, en lo cotidiano, cómo cada ser en
dificultad se pregunta, inquiere, reclama... justicia divina sobre su
proceder, sobre su vivencia, sobre sus dolencias, sobre…
Es
así que el sentir suele oscilar entre admiración y rabia. Cuando
los aconteceres son favorables, se admira; cuando no, se repudian.
Aún
se conserva y permanece la idea de que el reclamo hacia lo divino
trae frutos y beneficios.
Sí.
Es alguien que anda por ahí despistado y que, si le reclamas
adecuadamente, depara en ti y te da los beneficios que precises.
Eso
está ahí –aunque intelectualmente no se asuma-, está ahí como
una necesaria actividad de la vida.
Podría
hasta decirse: “¿De verdad, de verdad
quieres más de lo que ya eres? ¿Más? ¿Quieres sobresalir sobre
otros? ¿Quieres prevalecer en poder y en dominio?”.
Aún
no se es consciente de los dones que, el hecho de existir, suponen en
la Creación. Y cada cual, a su manera, pide más y mejor.
Al
acudir a la Llamada Orante –en consecuencia-, nuestra escucha no
supone un reclamo. Supone un descubrir. Supone un atender. Supone un
apercibirse del detalle de cada circunstancia del vivir.
En
actitud, la disposición orante ha de ser vacía, clara,
transparente; en actitud de sensibilizarse... sin saber a qué.
El
saber los planes divinos es absolutamente inútil; si bien, en la
medida en que el ser se diviniza a sí mismo, se egolatriza, es capaz
de describir los aconteceres propios y ajenos, de esos que se dice
que “están escritos”.
Hoy,
incluso, los mejores escribanos de nuestro código genético saben
que las variables cambiables, mutables... –y demás “amables”
sorpresas- son inabordables. Eso, por ver una parte a la que se le da
el valor de “¡el código!”.
Pero,
sí. El ser ha tentado permanentemente a la Creación. Y se atreve a
leer los designios, los futuros y los planes que lo divino tiene
previstos para éste, aquél, el otro...
Y
¡claro!, ¡claro que con “X” frecuencia se atina! ¡Claro! Es
como decir:
.-
Al final de la jornada... –no sé, presagio- presagio que al final
de la jornada estarás cansado y tendrás sueño.
.-
Vale, gracias.
Algo
así.
Y
curiosamente –para redondear este apartado-, la idea del Misterio
Creador siempre es la del fustigador, la del castigador, la del
amenazante, la del que te juzga, te condena. No la del proveedor, la
del generador, la del bondadoso, la del clemente, la del
misericordioso. No, esa no la dicen los posos del café, ni la
quiromancia, ni la cartomancia... No. El destino suele estar teñido
de terror, horror, drama, tragedia.
Y
como todo eso está ahí como inconsciente colectivo, sí podríamos…
¡si tanto se dice que Dios es Amor! –y ya lo dijeron los Beatles,
que lo que necesitamos es amor-, pues hay, hay mucho. Lo que ocurre
es que se emplea mucho sucedáneo.
Pero,
al detalle que íbamos. Cuando evoquen… –porque se da el caso,
¿verdad?; sí, se da el caso de ‘premonicionar’-, recuerden
simplemente: “la vida es maravillosa”. Y ya está. Todo lo que te
va a pasar es bueno. ¡Todo!
La
Bondad Superior no es intransigente. Todo
lo que te va a pasar es bueno.
.-
Pero ¿alguna cosa en especial, así...?
.-
No. A lo mejor no te toca la lotería nunca. No. A lo mejor nunca
tendrás millones, ¿verdad? Pero, te ocurra lo que te ocurra, es
bondad.
.-
Y ¿cómo me irá el amor?
.-
Si amas y no esperas renta ni beneficio, ¡bien!
.-
¿Seguro?
.-
Seguro.
.-
Pero eso, lo ve usted ¿en dónde?
.-
¡En todo! Las nubes, el café…
Pero
esto normalmente no se escucha, ¿verdad? Nos avisan del divorcio, de
la separación, de la enfermedad, del tumor, del accidente... Y está
bien un puntito de atención, un puntito de alerta. Bien. Hasta ahí.
Pero
si el punto orante es... esa Nueva Bondad que descubrimos en los
tiempos en los que transcurrimos...
Y
le decimos “Nueva”, no porque haya cambiado de Bondad el Misterio
Creador, sino porque nos estamos dando cuenta de ella. “Y le
decimos ‘Nueva’, no porque haya cambiado de bondad, el Misterio
Creador, sino porque, dadas las circunstancias, nos
estamos dando cuenta de ella, y por eso
decimos ‘Nueva’”.
Y
enseguida, claro, surge la pregunta:
.-
¿Y qué hacer cuando viene “lo malo”?
.-
¿”Lo malo”? ¿Eso qué es?
¿Hay
algo “malo” en la oración? ¿Hay algo “malo” en la vida?
Que
hagamos algo que perturbe la estancia no significa que exista esa
particularidad. Aún en las peores circunstancias.
Cierto
es que tenemos que... –¡claro!- limitarnos,
para cuestiones de estancia, convivencia... ¡Ya! Sí. Pero, por
encima de eso –y es el sentido de la Llamada Orante de ahora-, es
que cualquier acontecer –y cuesta trabajo el asumirlo- es Bondad.
De
inmediato surge la protesta razonable, lógica y sensata...
¡Huy!
¡Qué palabras más feas!… –bueno, no hay palabras feas; pero
qué feas, ¿no?-. Y que dicen: “Bueno,
pero ¿y si pasa esto, y si pasa aquello, y si pasa lo otro?”.
El
refrán de “no
hay mal que por bien no venga” no
está mal. No está mal. Porque nos abre una pequeña ventana ante lo
que podamos considerar negativo, malo, pernicioso, peligroso.
Y
si estamos en el magma de la Bondad, y si no vamos a por la renta y
el beneficio, si no vamos demandando privilegios, si no exigimos
garantías, sino que nos disponemos a la complacencia... a la
complacencia de la
bondad de vivir,
desarrollaremos la naturaleza de la adaptación complaciente, la
naturaleza de esa Bondad Superior Nueva, la naturaleza de esa entrega
incondicional, la naturaleza de ese servicio gratificante, la
naturaleza de ese dispuesto –del disponible-, la naturaleza de
sabernos permanentemente creados, diariamente distintos.
Renunciar,
como exigencia,
a entender, comprender, saber, controlar, dominar. Que eso se suele
exigir.
.-
¡Es que no entiendo por qué a mí me pasa esto!
.-
¡Ah!, ¿no?
Cuando
la frase es ésa, el comienzo es... ¡pésimo!: “No
entiendo por qué a mí
me pasa eso”.
“Pasa”.
Lo de “a mí” sobra.
¡Ah!
Voilà, voilà, voilà!... Cuando la importancia personal, cuando las
vivencias se restringen al dominio, al saber, al conocer, el nivel de
flexibilidad, el nivel de adaptación, el nivel de convivencia es muy
deficiente. Y siempre chocará; siempre
insatisfecho; siempre protestará.
Y
la vida no es una protesta ni una queja permanente.
Es
una sorpresa continua.
Un
descubrir... un descubrir itinerante que, con actitud despejada, sin
prejuicios y sin condiciones, nos permite ir descubriendo... y darnos
cuenta de que nos llevan, de a dónde nos llevan. Y entrar en ese
permanente y agradecido estar.
Orar
sin renta, con la certeza de la Bondad Permanente.
Orar
sin entender, con la consciencia abierta... en transparencia.
Cuando
el amor, ¡cuando el amar despierta!, hacerse eco de sus mareas, de
sus corrientes, de sus inagotables recursos.
***
A
New Goodness. Everything that is going to happen to you is good
2024-07-01
And,
when they call us, they do not demand profits from us for listening.
And,
yes: it is often the case that listening is about knowing,
learning...; obtaining some profit.
And
that is how prayer is known: as prayers that seek help, profit,
achievements, which become difficult in everyday life.
Surely,
it could be said that it is one of the worst scourges of
prayers, because it is based on the human principle of... someone who
has, who can and who gives.
And
by calling it a “scourge”, which might seem to be an insult, it
is not with that intention. It is with the motivation of realizing
that, when we are called to pray, when we prepare to pray, we do not
do it before an equal, we do not do it before a mighty, great and
powerful one –qualities that, throughout history, man has been
attributing to the unknown-.
And
scourge
as “sealing wax”: it is said of that seal that closes, which
ensures that the content of the message, of the letter, is secured.
By
“dehumanizing” the Creative Mystery, any request, any search for
profit, is a clumsiness that distances us from the true dimension of
an amplified experience of our presence in the Universe.
And
we can certainly see, on a daily basis, how each being in difficulty
asks, inquires, claims... divine justice about its actions, about its
experience, about its ailments, about...
Thus,
the feeling tends to oscillate between admiration and anger. When
events are favourable, they are admired; when they are not, they are
repudiated.
The
idea to claim to the divine brings fruits and a benefit is still
maintained and remains.
Yes.
It is someone who is wandering around confused and who, if you ask
him properly, will come to you and give you the benefits you need.
That
is there –although intellectually it is not assumed- it is there as
a necessary activity of life.
One
might even say: “Do you really, really want more than you
already are? More? Do you want to excel over others? Do you want to
prevail in power and dominion?”.
We
are not yet aware of the gifts that the fact of existing represents
in Creation. And each one, in their own way, asks for more and for
better.
By
going to the Prayer Call –consequently- our listening is not a
claim. It is a discovery. It involves attentiveness. It involves
becoming aware of the details of every circumstance of living.
In
attitude, the prayerful disposition must be empty, clear,
transparent; in an attitude of becoming sensitive... without knowing
to what.
Knowing
divine plans is absolutely useless; although, to the extent that the
being divinises itself, it becomes egotistical, it is capable of
describing its own and other people's events, of which it is said
“they are written.”
Today,
even the best scribes of our genetic code know that changeable,
mutable variables... -and other "kind" surprises- are
unapproachable. Just, to see a part that is given the value of “the
code!”.
But
yes. The being has permanently tempted Creation. And it dares to read
the designs, the futures and the plans that the divine has foreseen
for this one, that one, the other...
And
of course! Of course, with “X” frequency is often right! Of
course! It's like saying:
.-
At the end of the day... –I don't know, I foresee- I foresee that
at the end of the day you will be tired and sleepy.
.-
Okay thanks.
Something
like this.
And
curiously –to round off this section- the idea of the Creator
Mystery is always as someone whipping, punishing, threatening,
judging, condemning you. Not the provider, the generator, the kind,
the clement, the merciful. No, that one is not the one that is told
by coffee grounds, nor by palmistry, nor by cartomancy... No. Destiny
is usually tinged with terror, horror, drama, tragedy.
And
since all that is as a collective unconscious there, yes, we could...
if it is said so much that God is Love! –and the Beatles already
said it, that all we need is love-, well there is, there is a lot of
it. What happens is that a lot of substitutes are used.
But,
let go back to the point. When you evoke… –because it does
happen, doesn’t it?; yes, it does happen to 'premonition'-, just
remember: “life is wonderful”. And that's it. Everything that is
going to happen to you is good. Everything!
Higher
Goodness is not intransigent. Everything that is going to happen
to you is good.
.-
But anything in particular, like...?
.-
No. Maybe you will never win the lottery. No. Maybe you'll never have
millions, right? But whatever happens to you, it is goodness.
.-
And how will love go for me?
.-
If you love and do not expect gain or profit, will go fine!
.-
Are you sure?
.-
Sure.
.-
But, where do you see that?
.-
Everywhere! The clouds, coffee...
But
you don't normally hear this, do you? We are warned of divorce,
separation, illness, tumour, accident... And a little bit of
attention, a little bit of alert is good. Good. That is as far as it
goes.
But
if the prayer point is... that New Goodness which we are discovering
in the times in which we are living...
And
we say “New”, not because the Creator Mystery has changed its
Goodness, but because we are becoming aware of it. "And we call
it 'New', not because the Creator Mystery has changed its goodness,
but because, given the circumstances, we are becoming aware of it,
and that is why we say 'New'".
And
immediately, of course, the question arises:
.-
And what to do when “the bad” comes?
.-
"The bad"? What is that?
Is
there something “bad” with prayer? Is there anything “bad” in
life?
Just
because we do something that disturbs the stay does not mean that
that particularity exists. Even in the worst circumstances.
It
is true that we have to... –of course!- limit ourselves, for
matters of stay, coexistence...! Yes. But, above and beyond that -and
this is the meaning of the Prayer Call now- is that any event -and it
is difficult to assume it- is Goodness.
The
reasonable, logical and sensible protest immediately arises...
Oh!
What ugly words! –well, there are no ugly words; but they are ugly,
aren’t they?-. And they say: “Well, but what if this happens,
and what if that happens, and what if the other thing happens?”.
The
saying “every cloud has a silver lining” is not a bad one.
Not bad. Because it opens a small window for us to what we may
consider negative, bad, pernicious, dangerous.
And
if we are in the magma of Goodness, and if we do not go for rent and
profit, if we do not demand privileges, if we do not demand
guarantees, but rather we prepare ourselves to please others... the
pleasure of goodness of live, we will develop the nature of
complaisant adaptation, the nature of that New Higher Goodness, the
nature of that unconditional dedication, the nature of that
gratifying service, the nature of that willingness -of the
available-, the nature of knowing that we are permanently created,
daily different.
To
renounce, as a demand, to understand, comprehend, know,
control, dominate. That is usually required.
.-
I just don't understand why this happens to me!
.-
Oh don’t you?
When
the sentence is that, the beginning is... lousy!:“I don't
understand why that happens to me”.
"Happens".
“To me” it is unnecessary.
Ah!
Voilà, voilà, voilà!... When personal importance, when experiences
are restricted to mastery, to knowledge, to knowing, the level of
flexibility, the level of adaptation, the level of coexistence is
very deficient. And it will always clash; always dissatisfied;
will always protest.
And
life is not a protest or a permanent complaint.
It
is a continuous surprise.
A
discovery... an itinerant discovery that, with a clear attitude,
without prejudices and without conditions, allows us to discover...
and realize that we are being taken, and where we are being taken.
And enter into that permanent and grateful being.
Pray
without profit, with the certainty of Permanent Goodness.
Pray
without understanding, with open consciousness... in transparency.
When
love, when loving awakens!, become an echo of its tides, its
currents, its inexhaustible resources.
***