lunes

Lema orante semanal


PROYECTOS, REFLEJOS Y CREACIONES…
02-09-2011

…son… tres… instantes… de lo mismo: Creación.
El “vivir”… ansía… proyectarse… como expresión de sus capacidades, de sus recursos, de las ofertas que su entorno le ofrece y de las necesidades que éste le pide.
Nos… proyectamos… inevitablemente; porque quizás seamos… el transcurrir… de una creación incesante –“seamos el transcurrir de una creación incesante”-. Y el ser trata de… de recoger, desde su conciencia –con la mayor ciencia posible-, un embudo que le conduzca a un objetivo.

Luego…, “del dicho al hecho, el difícil estrecho… de hacer”… se puede convertir –y de hecho lo hace- en obstáculos… y en dificultades ¡que no contaban con la incidencia de la vida!, como expresión… adaptativa.

Probablemente… cuando se decía… en los Textos… Sagrados, aquello de “la imagen y semejanza”, quizás sería “el reflejo… y la semejanza”.
Un reflejo… que, como tal, puede ser considerado como un reflejo de luz, o como un reflejo de… un acto primitivo, sensorial y motor, que… puede ser… desde lo más simple hasta lo extremadamente complejo.

Se suele decir: “¡Eres el vivo retrato de tu padre!… O de tu madre” –no sabemos si esto es un piropo o qué-. “¡Eres el vivo reflejo de tu tío Augusto!”.
“El vivo reflejo de mi tío Augusto”...

“Retrato”… “Reflejo”… Como si nuestras reacciones estuvieran ya muy codificadas, muy acostumbradas a un medio muy estable; con lo cual… repite y repite el mismo comportamiento, a falta de creatividad y a falta de cambio del medio.


Cuando… nos aproximamos a las… esencias… de la vida, nos encontramos con… la Creación. Es un volumen inmenso que… al carecer de límites, nos… ¡abruma! Pero… tenemos algo semejante… a la Creación, porque somos… gestados por ella… –por extrañas carambolas, azares y necesidades de… esas fuerzas-.

Se proyecta, se es “el reflejo de”, y… y… ¿qué ‘creación’ se ha dado? ¿Qué ‘recreación’ se ha producido?
Quizás… sea el momento… de… ¡evaluar!… –a diario- qué… realización creativa se ha… esbozado, insinuado, intuido, realizado…
Qué nuevo momento se ha creado.


¡Parece que la vida llama a… a cada ser, para… reclamarle su cuota creativa!
¡Parece que la vida reclama… en cada instante!... ¡porque no se quiere ir sin cumplir con sus… posibilidades!...
La realización de un… “momento creador”: una frase, una palabra, en un contexto o en una circunstancia… puede modificar… cambiar… empujar… desarrollar…

¡Como un reflejo inevitable de la Creación!, se hace, el ser, creativo…
¡Y se queda, justo, en las repeticiones necesarias! ¡Ni una más!
Quizás, el repetir sea consecuencia de un… primitivismo… que necesita reconocerse…, y lo hemos tomado como una necesidad…; como una exigencia.


Y a la hora de proyectar, proyectarse, el ser ha ido progresivamente… gestando… “una idea” del proyecto, en el que… –fundamentalmente- se busca… el rendimiento… la utilidad… el beneficio… la importancia personal…

Cuando… resulta que el proyecto debería ser como la parte… –en su desarrollo- de un embudo, que comienza en la parte más estrecha –el ser que se proyecta- y se va expandiendo, ampliando…, hasta que… –realmente- se funde, se… ¡conjuga con todo!... No es necesario conocer la procedencia.
Probablemente, la conflictividad de “del dicho al hecho” –en ese estrecho y complicado momento de realización- estriba en que… no se ha visto esa… dimensión… de proyectar; del proyecto. No se ha tenido en cuenta… que no es algo de propiedad…, que no es algo de individualidad… –aunque parte de una “singularidad”-, sino que es la necesidad… de proseguir… en “impulsos reflejos” que… recreen la Creación.

Y así, en la medida en que… el “proyectista”… realiza su… perspectiva, en la medida en que cuente con… “dónde”, “en dónde”, “con quién”, “para quién”, “por qué”… se va a proyectar…, contribuirá, se solidarizará con todo el entorno y… renovará la circunstancia.


Sobre la vida incide… la fuerza… que la mantiene y la entretiene; y como consecuencia de ello, somos reflejo… de una Creación.
Es decir…, nuestro “estar”… y nuestro “ser” tienen que ser una muestra –desde su infinita pequeñez- de… la Creación.
¡Y ése sería otro elemento a tener en cuenta!, a la hora de “ser” y “estar”: en qué… medida… represento… a la Creación. ¡En qué medida soy… testimonio… de lo que… veo que ocurre, intuyo que ocurre… e imagino que ocurre –¡y que ocurre en mí!-.


Y a la hora de crear, ¡con todos los medios a nuestro alcance! –y nunca se sabe sin son muchos, si son pocos-… dependerá del “arte creativo” que… sea capaz de esbozar cada uno.
¡Pero es imprescindible que ocurra!… para tener constancia de que se está vivo.
¡Sí! “Constancia de vivo”; porque…, si reflejo proyectado de Creación somos…, cuando tenemos consciencia de ello –o despertamos a ella- es cuando somos capaces de… de mostrar, de ver –¡con todas las materias primas… a nuestra disposición!-, el saber componer ese… pequeño rompecabezas y… escribir una frase…; componer un color…; tallar una madera…; cantar una canción…; preparar un… una bebida o… una alimentación…; hablar con propiedad…, con precisión ¡e ilusión!...
¡Infinitas… opciones!

 Que nunca ocurra: “¡No sé qué hacer!”... “¡No se me ocurre nada!”… 
¡Se pierde la vida! ¡Se pierde! Se diluye y se corta… la comunión… con la Creación.
¡Vale tomarse un instante!, ¡vale… tener paciencia!, pero sabiendo –como así es- ¡que bullen… en todo el ser!... opciones de Creación; que hay un espacio –¡sin sitio!- que está aguardando… a que pongamos la pieza… –“que hay un espacio, sin sitio, que está aguardando a que pongamos nuestra pieza”-… para ir creando y recreando… ¡el suelo que pisas!..., el cielo que ves…, la montaña que contemplas…

Somos… un proyecto Divino… que se expresa en un reflejo… de luz, y que se concreta en un acto creativo. ¡Y como consecuencia!, tenemos… la necesidad de… ejercitarnos en esos tres pasos, que es uno solo: Creación.
Pero que aún precisamos… el “estructurar”… nuestras posiciones. El primitivismo de nuestra consciencia necesita un paso y otro paso y otro paso y otro paso.


Y cada ser podría decir:
“Han proyectado en mí un proyecto que he de proyectar: ser un reflejo luminoso ¡capaz de iluminar!... y enseñar una muestra… de mi devenir… que sea capaz de sintonizar…”


A lo largo de la Historia, ¡la mayoría de los seres han delegado sus proyectos, en otros!; sus reflejos, en otros; sus creaciones, en otros… Así que han quedado esclavizados… ¡a los gustos de otros!; a los caprichos de otros; a las acciones de otros.
Y aún sigue siendo –hoy-… la más ambiciosa opción del ser, poder controlar… manejar, manipular… y ejercitarse… en otras vidas que no sean la propia, ¡y que la propia constituya… ese ejercicio de ¡poder!... sobre los otros!

Quizás… se insinúa que puede… haber llegado… el nuevo aire que… ¡funde los clavos!… hasta el punto de hacerlos vapor.

Fundir la idea de incapacidad, fundir la idea de incompatibilidad, fundir la idea… de Creación…
¡Derretir!... los eslabones… que creíamos que eran propios de nuestra piel; las argollas que… cerraban nuestro cuello y nuestras muñecas… y nuestros tobillos.

Quizás, el aire fundidor… de lo Eterno, ¡se muestra ahora… “inspirado”… y dispuesto a ser inspirado… por el ser!
Ahí está.
Ahí está.

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