domingo

Lema orante semanal

AMPLIFICAR, DETALLAR, PERFILES

9 de agosto 2010

La tendencia ¡expansiva! del ser hace que los niveles de consciencia también amplifiquen el criterio, la idea de la realidad.
Es un proceso que ocurre con independencia de la voluntad, si bien es cierto, que la voluntad puede colaborar en ese sentido.
Y tiene sentido, que así sea esa amplificación, puesto que ello permite una mejor adaptación, un mayor conocimiento, una obtención de más recursos.
Podríamos decir que esa consciencia expansiva es una muestra de la actitud “nomádica”, consustancial y única del ser.

Circunstancialmente se conforma en sedentario, pero incluso dentro de ese sedentarismo, busca por necesidad de especie, por necesidad de vivir, expandir sus percepciones.
Se podría decir que ¡Dios estalla por dentro!
Esa expansión inevitable, nos brinda la oportunidad, la ocasión de sentirnos: Universo.
Sentir que estamos en “un-verso”. Y, en consecuencia, sentir nuestra eternidad. Esa conciencia de eternidad, nos debe de acompañar, de envolver, como un peldaño que es el síntoma de culminar una estancia viva.
Y a la vez, y a la vez, los detalles. Los pequeños movimientos, los minúsculos sentires. Y a la vez, ¡la intimidad! de lo que se vibra, lo que se descubre, lo que se siente.

En apariencia parece una contradicción, pero es lo expansivo lo que se recoge sobre su expansión y se mira por dentro y así descubre el detalle, la identidad, la parcialidad.
Es como si Dios fuera una semilla, un detalle. Un detalle de carbón convertido en diamante, es muy valioso.
Un detalle de vida, un virus o una bacteria, es trascendente.
Saber envolver la expansión en detalles, es estar en el latido de la vida.
Al plegarse lo expansivo, se contempla el detalle.
La expansión sería semejante al amanecer y, en su transcurrir -del día-, engendraría la luz de una vela que nos permite detallar un pequeño, minúsculo, pero concentrado universo.
Y como resultante, en ese sentir expansivo, en ese minucioso detalle, surgen los perfiles.

El perfil es contemplar una fracción, una fracción del detalle y, y ver tras él lo expansivo.
Es como darse cuenta de una suerte, es como -de repente- descubrir un efecto o una causa y con ello, sentirnos expandidos, misteriosos, milagrosos.
Perfiles, que captan el movimiento plegado de lo expansivo.
El perfil es la resultante de detalles inmensos sobre cada ser, que hacen que descubramos nuestros estados de misterio.


En lo expansivo, lo Divino nos acoge.
En el detalle, el hombre lo descubre.
En el perfil, Dios nos talla.
En el perfil, el ser se vuelve filo, filo de un acero flexible, brillante.


Con ese filo, el ser recorta su vida. Y así, puede descubrir la posición en el existir, y así puede descubrir su posición en el existir, su necesidad de estar y su función ¡a cumplir!
Es descubrirse como pieza de un puzzle que continuamente se está recreando, expandiendo, detallando.
Expresemos con un sonido esa expansión que se repliega y se perfila para sentirse universo, para encontrarse en su existencia.


Escuchen, por tres veces y luego continúen.
Aaaaa Aaaaa Aaaaa…
Aaaaa Aaaaa Aaaaa…
Aaaaa Aaaaa Aaaaa…

Silencio.