miércoles

Lema orante semanal

DEDICACIONES, DIRECCIONES, OBJECIONES.

15 de marzo de 2010


Objeciones hay… ¡tantas!… como para que sólo haya objeciones. ¡Qué ya es!, ¿eh? ¡Que ya es!...
Se ha ido constituyendo, en las esferas de la cultura más preponderante, todo un sistema de objeciones, dirigidas por los estados, por las políticas, por las leyes, por las justicias… que prácticamente pueden paralizar cualquier imaginación, cualquier fantasía, cualquier ilusión, cualquier cuento o historia.
Incluso los mismos cuentos e historias… están “objetivados”. Y hay objeciones a propósito de esto… a propósito de lo otro…
No sólo ya es que “no llueve a gusto de todos”, sino que, a este paso, no va a llover nunca.
Pareciera que a nadie le gusta… lo que hace cualquier otro, y siempre le pone alguna objeción; algún “pero”.
De vez en cuando, como ejercicio mental, y para mejorar la salud síquica, física, emocional y espiritual, convendría decir –a lo mejor- simplemente:

¡Qué buen día hace!
¡Y ya! ¡No decir nada más!... No objetarle… “Pero”…
.-Sí, ¡pero... hace frío!, ¿eh? La marea… el mar está gris. Las nubes no dejan ver las estrellas…
¡Sí! Y sería bueno para ¡prevención!... de depresiones, obsesiones, sicosis maniaco-depresivas, alucinaciones, alteraciones bipolares y… y demás procesos que perturban o conturban la mente, poner un ejemplo –¡uno, eh!- uno sólo, al día, sin objeciones.
“Noche… buena”… –por ejemplo-.
Y puede ser por anticipado. Es decir, estamos diciendo ahora, que es de día:
.-Esta noche va a ser buena.
.-¿Por qué?
.-Porque va a ser de noche.
¡Nada más que por eso! ¡Nada más! No incluimos cena… ni sueño… No, no, no.
.-Esta noche va a ser buena. ¿Alguna objeción?
.-Ninguna, ninguna. Estamos todos de acuerdo.
.-¡Ay qué bonito!... ¡Qué bonito!...
Sería bueno que este propósito, que hoy queda sellado para siempre, puesto que ustedes… ahora mismo, estaría feo que opinaran en voz alta –y como “el que calla, otorga”-, pues aprovechamos la ocasión para decir que, en comunión con todos ustedes, nos hemos prometido que, antes de dormir cada día, vamos a decir algo… sin ninguna objeción.
“Amo a mi lorito” –por ejemplo-. “Quiero a Euskadi”. “Mi mamá me ama”…
¡Algo así!... Algo así, que no tiene ninguna objeción.
¡Es posible –se sorprenderán- que no les resulte fácil encontrar algo… a lo que no venga enseguida alguna objeción. Aunque pequeña…
.-El caso es que esto… ¡Bueno, no! Voy a pensar otra cosa. A ver… Sí, pero… sí, esto está bien, pero, realmente… creo que…
¡Es sorprendente!, ¿eh? ¡Sorprendente!, sorprendente. Por eso –por eso, por eso, por eso-, recordando la novela famosa “El sí de las niñas”, de Leandro Fernández de Moratín, ¿no?, pues… –¡bueno!, esto es un archipiélago, ¿no?, o sea, una reliquia, pero bueno, es una novela, un escritor, un señor…; bueno, olvídense ya-.
Lo cierto es que decir un “sí” –un sí- así, sin objeciones…
.-¿Tiene usted algo que objetar…?
.-¡No!... ¡no!
Pero tengo que buscármelo.
Es conveniente –así, entre nosotros, ahora que somos pocos… y con Dios tenemos bastante; entonces somos muchísimos-... Y como estamos en oración…
Ahora que somos pocos y tenemos más Dios para nosotros…
¡Ay que ver, qué barbaridad!... ¡qué barbaridad!… ¡qué barbaridad!…
Pues si no nos lo decimos a nosotros mismos, ¿quién nos lo va a decir?
Pues… es conveniente que, cuando hagan esa declaración de no objeción de algo, lo hagan… ¡solos! Porque si lo hacen con alguien, ¡seguro que le pone alguna pega!
Si se les ocurre decir, con otra persona: “Mi mamá me ama”, a lo mejor la otra persona dice: “¿Tu suegra… Mi suegra, me ama? ¿Esa desgraciada?”
¡No, no, no! ¡Tengan cuidado! Háganlo aprovechando el silencio del pensamiento.
Pero es importante… verbalizarlo. ¡Que suene! Entonces, se meten en el cuarto de baño, o en un armario, y dicen: “Mi mamá me ama”.
¡Bueno!, lo que quieran decir. “Me gusta el Rioja”.
¡Sin objeción!


Sentirán un gran alivio, aunque solo sea los primeros días, porque luego se olvidarán… Muy probablemente. Sí.
La dirección que vaya a tomar cada cual… –ya sea hacia el norte, hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste… y noroeste, sureste… etc.-.
“La rosa de los vientos”.
¿Qué dirección voy a tomar?... ¿A quién voy a dirigir?...
Es diferente.
¿Cuál será la dirección? ¿Hay mejores direcciones?... ¿Hay peores direcciones?...
¿Qué nos dice el Feng Shui a este propósito?
¡Feng!... Shui. Es decir, viento sobre agua. ¿Qué nos dice a este propósito? ¿Hay buenas direcciones? ¿Hay buenas vibraciones?
.-¿Cómo se aplicaría el Feng Shui a Dios?
.-¡Qué pregunta! ¿El Feng Shui… de Dios o a Dios?...
.-Bueno, depende de la egolatría de cada cual, puede ser de Dios o a Dios.
La verdad… la verdad –sinceramente- la verdad es que –y toda la verdad- es que, cuando el hombre se sale de su rosa de los vientos y de sus orientaciones, y mira un poco hacia su “univers” o universo o cosmos, pues… eeeehhh
Entonces, cuando mira para allá, dice: ¿Por dónde empezó el Big-Bang? ¿En el norte, en el sur?
¡Uy! ¡Qué perdidos!... Y bueno, el Big-Bang es una parte de nada… que a lo mejor es mentira…
Personalmente creemos que sí, que es mentira –dicho sea de paso-.
Entonces, ¿de qué dirección… me hablabas?
¡Eso! ¡Sí! ¿Qué dirección…?
Probablemente, el Feng Shui de Dios, o a Dios, no tenga ningún sentido.
Está bien… Por ejemplo, en el mundo del Islam, el hombre ora orientándose hacia la Meca.
Los católicos, pues la verdad que no saben orientarse muy bien. Se podían orientar hacia el Vaticano, ¿no? Pero no. O hacia Israel, hacia el monte de los olivos o hacia…
Pero, no. No se orientan. No. No, no, no, no.
Los hindúes, el hinduismo, pues tampoco así tiene unas preferencias especiales…
Los budistas –si son o no son religión… siempre andan con la discusión ésta-… pues tampoco.
O sea que…
.-¡¡Ah!!, pero, ¿a qué dirección? Pero, ¿usted qué dirige?
.-No. Yo no dirijo nada.
.-¡Pues tiene que dirigir algo, hombre! ¡Dirija algo! Los dirigentes… son el futuro de la humanidad! Gracias a los dirigentes se obtiene la “independentzia”…; gracias a los dirigentes, se negocia…; gracias a los dirigentes, se trafica…; gracias a los dirigentes, se roba…; gracias a los dirigentes, se mata…; gracias a los dirigentes, se rebelan…; gracias a los dirigentes…
¡¡¡Qué sería de los hombres si no hubiera dirigentes???... ¡¡¡En qué dirección iría la humanidad, si no hubiera habido dirigentes??? ¡Tatata-chán!... ¡¡¡Cuál sería…!!!
.-¡¡¡Oiga!!! Y Dios, ¿a quién dirige?...
.-¿Cómo? No tiene que dirigir a nadie. ¡Dios no dirige a nadie! ¡Ni siquiera dirige!...
“Todo, está”…
.-¡¡Eeeeennntoooonces!!... ¡¡Fir-mes!! ¿Qué significa?
.-¡Ah! El dirigente de los militares ha ordenado…


¡Qué increíble! ¡Qué increíble, ladies and gentlemen, señoras y señores, en este tiempo de pray… ¡qué increíble! ¡Qué increíble que el hombre siga dirigiéndose a un lado o a otro, pensando que va en la dirección correcta, y dirija a unos y a otros pensando que el destino, y lo que vaya a ocurrir, depende de él!
¡¡Se hablaba del cambio climático, y nosotros hemos acuñado el tema “el cambio telúrico”!! Fíjense, sin estudios ni nada. No tenemos estudios de “telúricos”. Pero, pero, pero, como decía un niño pequeñito, de cinco años –después de vivir un temblor, le decía a su papá-… “Pero, papá, ¿qué le pasa a éste planeta que está tan nervioso”?
¡Oye, tú! ¡Qué buena pregunta!
¿Qué le pasa… qué le pasa? ¿Tendrá que ver algo…?
–Pregunta trascendental; ¡tachán-tachán!-…
¡Atención! ¡Estamos en oración! ¡Podemos hacerla! ¡Tataaa-chánnnnnn! Pregunta trascendental:
¿Tienen que ver algo los seres humanos…? –pregunta al estilo del sonido del parque de Yellowstone-. ¿Tienen que ver algo los estados…? –los Estados Unidos, no-.
¿Tiene que ver algo la especie humana, con todo lo que está aconteciendo en los cambios telúricos del planeta?
¡¡No parece ser una pregunta… absurda, desde el parque de Yellowstone, primer parque natural del planeta creado por el hombre!! ¡Ya estaba el parque, pero el hombre ha dicho que lo ha creado él! En cualquier caso, repetimos la pregunta.
Si… si bien dicen los hombres que el cambio climático está producido por la acción depredadora de la humanidad, ¿no tendrá entonces también que ver, que el cambio telúrico sea producido por la barbarie de la humanidad?
¡Seguiremos informando desde el parque de Yellowstone, a propósito de… esta interesante cuestión! Puesto que… si bien la especie humana ha dicho, a través del responsable de la Organización de Naciones Unidas, que el cambio climático nos puede traer grandes consecuencias, no nos habían hablado de que el cambio climático podría producir grandes cambios telúricos.
En consecuencia deducimos que, gran parte de los cambios telúricos que están ocurriendo en el planeta, se deben a la actividad humana.
¡Seguiremos informando!
¡Igualmente! –como “seguiremos informando”- informamos que… ¿será o tendrá algo que ver…? –pregunta del millón, ¡o de los dos millones!-… ¿tendrá algo que ver el comportamiento y el estilo de vida humano…? –sin pensar en cosas raras, como explosiones subterráneas y demás artefactos de ingeniería militar-… ¿tendrá algo que ver el comportamiento del ser humano, en su convivencia y en su estar, con los famosos movimientos telúricos?
Seguiremos informando desde el parque de Yellowstone, donde se encuentran los osos hibernando y llorando, pensando: ¿Qué pasará con nuestro parque, si sigue temblando la tierra?...
¡¡Seguimos informando desde Yellowstone, en nuestro noticiero “cada segundo”!! Y queremos decirles que, probablemente –probablemente-, si aceptamos que el hombre tiene algo que ver en el cambio climático, por… sus agentes contaminantes, probablemente, también el estilo de vida que desarrolla la humanidad desde hace un tiempo, haya influido decididamente en los movimientos telúricos que se están produciendo… prácticamente en todo el planeta.
¡Seguiremos informando! ¡Esto es… “Radio Yellowstone”! Desde el parque natural norteamericano de Yellowstone! Con Huckleberry-Finn, a nuestro lado –¡que nunca nos falte!-.
¡E informamos!... radio… “radio segundo”, desde el parque de Yellowstone:
En consecuencia, ¿podría decirse que si el hombre varía sus coordenadas mentales, sus arquitecturas sentimentales y sus arquetipos emocionales, podría calmarse la tormenta y la oleada de los cambios telúricos del planeta?
¡Contesten y razonen la respuesta!

¿Es posible también que, independientemente de lo que haga el hombre, y su forma de pensar y actuar –con independencia de todo ello-, los cambios telúricos y los movimientos terrestres actúen en razón a la salud del planeta?
¿Está el planeta, acaso, enfermo y contaminado como un ordenador, por virus?
¿Se resiente el núcleo de hierro fundido de nuestro planeta, por la actividad del hombre, en cuanto a la deforestación, a la eliminación de especies, etc.? ¿Y esto es capaz de producir cambios telúricos?
¿Esto es acaso un anuncio de los prolegómenos del fin del mundo, del 2012?
Seguimos informando desde “Radio Yellowstone”, desde el parque natural norte-americano de Yellowstone.
¡Informamos!
¿Esto significa, en consecuencia, que la tierra va por una parte, el cielo va por otra, y el hombre va por otra?
“Radio Yellowstone” informa, desde el parque natural, con la compañía de Huckleberry-Finn.
¡Seguimos informando! “Radio segundo”, del parque de Yellowstone, aquí en oración, con los osos.
Repetimos.
Nos gustaría saber si puede haber una confluencia entre las fuerzas celestes, y las fuerzas…
¡Porque claro, porque claro!... ustedes pueden imaginar, como es lógico –y ésa es la gran preocupación del parque de Yellowstone-, no solamente los cambios telúricos, no solamente las modificaciones del clima, sino que lo que viene ahora es peor: ¡la lluvia de meteoritos gigantes que caerá sobre la tierra, y que pueden hacer que desaparezca nuestra especie! ¡La de los osos, queremos decir!
Porque ya se ha contaminado el aire, ya se ha derretido lo que se puede derretir, ya se ha movido la tierra… nos quedan ahora los meteoritos, los aerolitos… Los cambios estelares, que aún no se han producido.
Seguiremos informando, radio Yellowstone, del parque natural de Yellowstone, United States of America, con Huckleberry-Finn… de agregado especial a nuestra emisión.
¡Y volvemos a informar, “radio segundo”, desde el parque de Yellowstone!
En el caso de que el cielo empezara a vomitar meteoritos, ¿qué probabilidades tendríamos de librarnos de algún meteorito gigante?... ¿A cuántas especies afectaría?...
Teniendo en cuenta que las tres cuartas partes del planeta son agua, ¿se esperan en consecuencia importantes tsunamis, puesto que los meteoritos, probablemente caerán en algún océano?
¡Tchán-tchánnnnnnnn!... ¡Tchán!
En el caso de caer en algún océano, ¿qué países se verán más afectados por los tsunamis?
¡Evidentemente!... ¡Elemental, querido Watson! Todos aquellos países… ¡costeros! ¡Qué pregunta más tonta! ¡Porque, aunque las olas sean gigantes, será difícil llegar al centro de Europa, o al centro de África, o al centro de… Asia!
Al… centro de Oceanía es más fácil. ¡Pueden desaparecer!
Pero, evidentemente, la península “aibérica”… puede verse seriamente afectada por la caída de meteoritos en los océanos, y podemos vernos envueltos en las costas… con severas consecuencias.
Con lo cual, a partir de ahora, emitiremos y desarrollaremos las técnicas de supervivencia; y en esta santa casa se pondrán… ¡salvavidas! ¡Flotadores! Además de los extintores, flotadores…. ¡Porque el mar está cerca!
Oraremos flotando… ¡Por fin la levitación… tantos años esperada!
¡Pero eso sí, nos convertiremos en una isla a la deriva, porque una de las olas… una de las olas será tan gigante y tan fuerte, que acabará derritiendo los Pirineos. Nos separaremos de nuestra querida Francia, y seremos... un pedrusco a la deriva. ¡La nueva Australia de Europa! ¡Hay que estar preparados!
¡Jo! ¡Qué chulada, oye! Ni a Dalí se le hubiera ocurrido una cosa semejante. ¡Pero hay que estar preparados! La lluvia de meteoritos caerá sobre las aguas… probablemente.
O sea que los tsunamis pueden producirse por movimientos telúricos subterráneos, o por los meteoritos que aún… no se les ha ocurrido asustarnos con ellos, a la ONU. Pero pronto volverán, y vendrán las noticias a propósito de ese… momento.


La luna… parará algunos de ellos, pero habrá otros que se colarán…
Así que… la dirección hacia donde se pueda decidir ir, parece que no tiene mucho valor.
¿Cuál es la dirección correcta... si Dios no tiene ninguna orientación?
¿Qué sentido tiene dirigir… si cualquier dirigente termina enclaustrado en su vanidad de poder?
¿Habrá más bien, que fijarse en las “dedicaciones”?
"¿A qué se dedica usted?" "¿Cuáles son sus dedicaciones?"
A veces se suele decir: "A todo un poco"... o "un poco a todo". Es decir, o sea, que no se dedica a nada en especial, vamos. Es como decir: "Usted no hace nada bien, ¿no? ¡Ni pimientos a la plancha!"
¡Conviene... conviene hacer, al menos, algo bien! ¡Algo! ¡Algo! Enhebrar una aguja… en un segundo, por ejemplo. Dice:
.- A mí me das una aguja, y en un segundo te la enhebro.
.- ¿En un segundo?
.- Sí, sí.
- Cojo el hilo... le doy una mordiscadita… –tengo una vista ultramicroscópica- y... ¡fsssss!
-¡Joer! ¡Qué habilidoso!
¿Por qué puede ser importante, desde el sentido orante, hacer algo bien?
¡Porque desarrolla la bondad! Y eso tiene referencia con Lo Divino. Porque, el hacer algo bien, nos permite tener el refugio mínimo de la virtud, al servicio propio y de los demás. ¡Algo!
Uno debe preocuparse si resulta que descubre que no hace “algo” bien, y todo se queda en "regu" –"regu" es regular-.
¿Qué haces bien? ¿Qué es lo que haces bien? ¿A qué te dedicas?
¡Puedes dedicarte a lo que quieras!, pero, ¿qué haces... bien?
Para eso sirve la "de"... –de dar-, "di" –de decir-, "cación" –lo que puedas-.
La opción y la posibilidad de hacer “algo” bien, la tienen todos los seres humanos. ¡Esto es muy importante! !Sí! ¡Sí, sí, sí! Muy importante, porque pone en evidencia que todos los seres humanos pueden llegar a ser "bon-dadosos". ¡Buenos!
"Este ser fríe muy bien los huevos" –Por ejemplo-.
Oye... ¡qué bueno!
"Esta persona lee ¡muy bien! Entona y tiene una voz ¡bellísima! Es ideal para hacer un relato".
"Esta persona escribe ¡muy bien! Tiene una letra preciosa".
Sin duda, hay que mínimamente ejercitarse –"mínimamente"-, para alcanzar una maestría; para alcanzar una maestría en... saber estar muy bien.
“Dedicación”.
“Direcciones”, “objeciones”...
En la medida en que la dedicación en algo puntual es correcta, es buena, es bondadosa, ¡no hay objeciones! ¡Aaah... Chachán! ¡Chachán!
O sea que podemos... tenemos un mecanismo para evitar objeciones, ¡al menos en una cosa!
.-¡Qué increíble! Y entonces, ¿los que sean malos, malos, muy malos...?
.-Si son realmente muy malos, muy bien; no hay nada que objetar. ¡Son malísimos! ¡Malísimos! Y lo hacen a conciencia, ¿no?
.-Sí, sí. A conciencia lo hacen.
.-Oye... ¡qué virtuosos!
.-¿Están dedicados a contar malos chistes siempre?
.-Siempre. O sea, nunca contarán un buen chiste. Además, ¡no tienen ni pizca de gracia! Pero se empeñan en ser especialistas en... contar malos chistes.

Las dedicaciones... son urgentes. No solamente en lo que pueda aportar el ser, en su transcurrir vocacional, sino en lo que puede suponer de ofertarse como recurso para las necesidades de los demás. No importa hacia qué dirección; en cualquiera de ellas encontraremos la necesidad que nos reclama.

La disposición hacia la dirección que nos marquen los... ¡amores!, será siempre la adecuada.
Dejemos que las objeciones se… descoloquen; no demos ocasiones para ello. Aunque no olvidemos… prevenir.

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