domingo

Lema orante semanal

CONTIGO, CON VOSOTROS Y, SI ACASO, CONMIGO

19 de julio de 2010

CONTIGO se puede ir más allá de tres pasos.
Contigo puedo… sentir el aliento del ánimo.
Contigo, mi soledad está acompañada.
Contigo, soy.
Contigo, aprendo, descubro.
Contigo… sueño.
Contigo me río, me lloro, me duelo, me aflijo, me escondo…
Contigo, no sé a veces quién eres.
Contigo, ciertamente, me doy cuenta de que estoy vivo.
Contigo, descubro muchos “todos” y… y uno sólo a la vez.
Contigo las palabras alcanzan… lo inquietante de un beso, lo escalofriante de una impresión, el sudor de un esfuerzo, el jadeo de una carrera.
Contigo saboreo el juego, y nuestras miradas se hacen cómplices. Aunque no me veas, te imagino.
Contigo, nos amamos…, nos perdemos en… en nosotros.
Contigo, no me necesito.
¡Ay!, contigo, hasta allí, hasta aquí y más. Y más, un sinfín de lejos.

Y mientras, casi a la vez, CON VOSOTROS.
Con vosotros, con vosotros que adornáis; con vosotros que enlucís; con vosotros que… escucháis; con vosotros que, no estáis.
Con vosotros que sois visibles o invisibles.
Con vosotros, un número impredecible.
Sí, con vosotros se hace, se coincide, se confluye.
Con vosotros, los de la aureola de Dios. Con vosotros, los… vivientes, los que reptáis, los que mamáis, los que voláis. Vosotros.
Vosotros, los amaneceres.
Vosotros, los que dais el sonido del gong del comienzo del día.
Vosotros, los pájaros ¿dónde estáis? ¿Por qué tanto silencio esta mañana?
Vosotros, vosotros sois los signos, las firmas, los que cuentan.
Vosotros, estáis, seguís.
Con vosotros se cuenta. No son números y tienen la magia del número.
Con vosotros, lo imposible se transparenta, se debilita y deja paso a lo posible, expléndido.
Con vosotros, y cada uno es con vosotros, y cada uno es contigo.
Pareciéramos, a veces, ejércitos, ¡pero no somos ejército ni hordas ni ganado! Somos singulares…, precipitados… ¡Ay!, cayendo, cayendo y cayendo por los abismos. Somos, quizás, lo que nadie quiso ser, aunque no se pudo elegir… ¿para qué? Así que, vosotros, los que llenáis, los que dais sentido; vosotros, los anónimos, los que no tienen apellidos; los que, con sus nombres, resplandecen; los que nunca están en el olvido, aunque no se les pueda nombrar.

Vosotros, los íntimos, intima conmigo… ¿conmigo? Y si acaso, Y SI ACASO, CONMIGO.
¿Conmigo? ¿Por qué? ¿Qué tengo yo que ver contigo?
¿Contigo? ¡Ah!, sí, contigo. Pero, ¿por qué tú conmigo? ¿Acaso me amas? ¿O tan solo soy un objeto entretenido?
¿Conmigo? Hay otros más valiosos, más interesantes, más fuertes, más jóvenes, más altos, más atractivos.
¿Conmigo? ¿Para que sea tu juego, tu adorno, tu…? ¡Ay!
¿Conmigo? Quizás. ¡Ah!, sí. Conmigo yo soy, para ti, contigo. Es cierto.

Mira, conmigo hay tensiones, hay demasiadas emociones…, sorpresas e incesantes cambios. Mira, conmigo…, nada permanece tranquilo, todo está inquieto, nervioso, vibrante, al borde del ansia. Jaja, jajajajaja, conmigo no está… la paz. No la conozco. Es más, creo que no existe. Si buscas la paz conmigo, sólo encontrarás el destello. Sí, el destello, no el destello de la paz. ¡El destello! Por sí mismo habla.
Al menos, que sepas que, si acaso cuentas conmigo, no te sorprenda la intensidad. ¡Oh!, no, no, no, no. ¡No pretendas, por un momento, cambiar el sentido de la flecha! Ha sido disparada por el Gran Arquero. Va hacia la diana de Su corazón. ¡No!, no lo intentes. Te sentirás herido. Por si acaso –y si acaso-, ¿conmigo?, siempre estarás a prueba. Nunca habrás terminado.

Y, si acaso, conmigo, incómodo. No, no está el reducto de la comodidad ni de el abandono, ni tampoco el de la renta. Por momentos, parece fatal pero, por otros, parece insuperable. No hay carta que lo identifique. Por eso, mejor “y, si acaso, conmigo”, no vaya a ser que todo lo que planeaste, se caiga; todo el bonito avión que se diseñó, ni siquiera despegue. Porque no soy el suelo del que te eriges y al que contemplas, no. Será muy difícil que descubras que soy el aire que te sujeta. Así que, si acaso, sigue otro camino.
Contigo… ¡Ohhhh! ¡Contigo! Planes y más planes y planos y más planos se han construido. Contigo se crearon proyectos y obras de arte increíbles; muy pocas se representaron. Contigo se apostó muy fuerte, y no te diste cuenta. Pensaste que, total… Te quedaste acomodado.
¿Pero contigo? Contigo se escribió lo que aún no se ha publicado. Pero no te animas, no te acabas de lanzar. Tienes tus recovecos y tus rescoldos…. ¡Ay!, las dudas de siempre. Todo por querer tener más, más y más y más… Te educaron con la fuerza de la cruz y, en el fondo, vives pensando en castigar a tus enemigos. Aún no has perdonado a los que te crucificaron.

Sí, cientos de proyectos, con el visto bueno celestial, gravitan sobre ti, conti-go.
Sí, sí, ya se sabe que… que tú tienes tus… ¿Cuándo te darás cuenta de que tus… no son? ¿Cuándo? ¿Cuándo abandonarás esa propiedad? ¿Cuándo dejarás ese atavismo, ese anclaje, esa soga que sujeta tus pies y amordaza tu boca?
Sí, sí, sí, mucho más de lo que tú podrías imaginar. No, no te lo puedes imaginar.
¡Ah, pero no vayas a creer que CONTIGO se rompió el molde! ¡No, hay otros moldes! ¡Muchos! Pero cada uno… ¡ay!, cada uno es Especial.
A veces son oportunidades que ves en tu vida delante de ti pasar. Moldes que no se llenaron nunca porque la carcasa no quiso; porque el delirio egoísta se… se plegó sobre su cimbre… ¡ah!, ¡qué pena! Pensó que él era la serpiente y que se enroscaba sobre sí misma. -Pero no sabía…
-¡¿No sabía?!
-Bueno, no quiso saber que había un “come-serpientes”, y que ninguna se resistía.

CON VOSOTROS… ¡Ah!, navegamos y… y flotamos y soñamos, con vosotros.
Con vosotros el adorno es un arte, el silencio es clamoroso.
Con vosotros los límites se extienden tanto que… siempre hay alguien que llega más allá.
Con vosotros, los de la sintonía, eh… no importa qué se transmita, todos llegan a escucharlo. Y… y al hacerse vosotros, no hay disidencias, no hay enfrentamientos, hay ¡amplificación!... ¡MÁS!
Con vosotros no hay carencias, hay plenitudes.
Con vosotros no hay pobrezas, hay bonanzas.
Con vosotros no hay tristezas, hay ¡ALEGRÍAS!
Con vosotros otro mundo rodea, otro mundo hay…
Los que sin vosotros están, desnudos se quedan, no saben vestirse ni tampoco adónde van.
(largo silencio)
-CONTIGO. ¿Dónde estás?... eee, ¿por qué te has ido? ¿No estabas a mi lado?
-CONTIGO…
-Espera, no me diste un beso de soslayo. Espera un momento.
-Contigo, contigo…
-No… ¿No era yo el que estaba contigo?
-Ah, disculpa…

-¡Eh, vosotros!...
-¿Con vosotros…?
-Sí..
-¿No me conocéis?... No
-Tú, ¿tú no eres…?
-No, disculpa. Pero, ¿sois vosotros, no?
-No.
-¡Ah!, me habré equivocado…
-Sí, claro…
-Claro, claro, vais…
-No, no…
-Si no sois vosotros… no sé… Si acaso, ¿conmigo?...
-Y contigo, y con vosotros…
-Y, si acaso… conmigo. Pero… No sé, esto es un despropósito. No sé a quién voy a decirle que no; si no es CONTIGO, si no es con VOSOTROS, ¿a quién le digo que no?

¡Ay, Dios, ¿qué haces… qué haces conmigo?! Me arrastras hasta la extenuación… Me golpeas, me cuelgas, me despedazas, me unes… Me dueles, me llamas, ¡me gritas!...
CONMIGO soy una trama sin sentido. Nadie quiere venir.
Y tú, ¿por qué me has puesto ahí?... Oh, sí… el MISTERIO… claro.
Pero, te advierto… ¿advierto?… jajajaja, ADVIERTO… ¡Qué te voy a advertir yo? Qué gracioso… Quería decir… no advierto, quería decir Alberto… ¡Eso, Alberto! Pero Ad… no. Abierto, a… abierto o Alberto, no, no recuerdo bien. Pero no, lo otro no. No quería decir eso, ehh…

¿Y sí, CONTIGO...? (Silencio)
Es difícil interpretar tu silencio.
¿Y si los vosotros que…? Mmmm… quizás, tal vez, a lo mejor… ya, ya, ya…
Así que, ¿a jugar conmigo? Sí, sí, yo soy la pelota y tú eres el pie. Entiendo.
Oh, sí, sí… todos contentos. Ellos, vosotros…
Se me escapan tus previsiones, son largas hendiduras profundas…
-¿Te espero? No, quería decir sigo, ¿no?
-Eso de “La espera”, no se puede esperar… ¿Esperar a qué?
-Eh, sí…
SÍ…
¡SÍ!

*****