sábado

Lema Orante Semanal



EN EL MANANTIAL DE LA PIEDAD
4 de junio de 2018

La nueva humanidad… se encuentra gestándose y mostrándose en miniatura, en dispersos y amplios lugares…

Como semilla nueva, anida en el momento preciso y en el lugar más imprevisto.

Y decir “la nueva”… es tratar de expresar que, en la mayoría de la mayoría de la humanidad que va, que corre, que aprieta, que prohíbe, que castiga, su precipitada huida la lleva a los abismos.

El Sentido Orante nos muestra… una humanidad que desiste de su filiación con la Creación; que se ampara en los logros de sus prótesis; que se siente creadora de un mundo mejor.

Pero su miopía la reduce a… destrucciones parciales que se hacen generales, sin que se genere un ambiente solidario de resolución.

En medio de todo ello, la Consciencia Creadora, el Misterio, nos da signos de esa nueva semilla que se debe cuidar, alentar, custodiar…; que sea consciente de dónde está…; y que mantenga la fidelidad a lo revelado, a lo creado. Que sea consciente de su necesaria creatividad en la belleza, con el arte. Dispuesta a cualquier acontecer, y no, dejar que sucumba a la queja…; que sea atemporal para que,en el transcurso de su germinación, de su desarrollo, de su creación manifiesta, tenga la certeza de su origen y de su función.

Todo ello representa algo nuevo, cuando se ejercita. Porque también, lenguajes parecidos emplea la precipitada huida del poder; y se muestra aparentemente compasivo o solidario o protector…, cuando sabemos que esas palabras son una justificación para mantener un mayor control.



La fortaleza de lo nuevo reside en lo que se le revela, lo que se le muestra, lo que descubre, lo que interpreta;y, en consecuencia, el ejercicioy las muestras del testimonio que trae consigo.



Es significativo de esta semilla, su Fe, su Obedienciaa los Designios…; su consciencia de certeza de su viabilidad, ante el acoso, el merodeo, las tentaciones, los avisos, los miedos…



Parece decir:

“¡No!¡No me asustarás con tus miedos de seguridades! No, no me tentarás con tus placeres precipitados, y menos aún, con tus felicidades prometidas, cargadas de poder y de trampas.No.

No aceptaré las monedas como pago, porque es mi voluntad seguir mis ideales: los que me han sido dados en mis dones.

No.No caeré en la trampa de las comparaciones; en esas envidias solapadas que me reclaman ser ¡mejor!, ¡más! y ¡mayor! Procuraré ser lo que debo ser. ¡Y soy certero en sentir que cuento con la ayuda precisa!Soy certero en sentir con que siento y tengo la ayuda precisa.

¡No!Nocaeré en la trampa de los logros, y del pavoneo que de ellos se deriva.

No está en mi sentir… el mentir, como estrategia. Está el decir, en la flexible amabilidad de la decisión ¡precisa!

No; no voy a caer en la fácil tentación del deshumor, del desamor, de la rabia, del rencor, del “ojo por ojo”, y del “diente por diente”. Ya ha sido suficiente.

Mi consciencia de ser un aliento espiritual sensible, me da la naturaleza de ¡sentirme amado!… y de reflejar esa condición en todo mi hacer.

No.No caeré en la fácil tentación de la adulación, del progreso, del logro; de la vanidad de mi poder.

No soy poder.Soy servicio.

No justificaré la violencia como “el último recurso”, aunque tenga que convivir con ella.

Sabré ejercitarme en recursos dialogantes, silenciosos, de quietud. Y sabré estar en la sombra meditativa y en la intimidad orante.

No es mi sentir aislarme, pero sí he de preservarme.

No es mi actuación enfrentarme.Antes, la huida; antes, la sumisión.



Al escuchar estas proclamas, pudieran parecer exaltaciones de… juveniles alianzas.

Pero no lo son. Más bien son exclamaciones desde la profundidad del auxilio.

Más bien son valentías en aventuras desconocidas.

Más bien son… gritos de esperanza.



Pero sí son… declaraciones de referencia;propuestas de ejercicio cotidiano... que se corresponden con nuestra naturaleza.



Por el ejercicio tan dilatado de un estilo de vivir poderoso, envidioso y violento, el sistema tiene infinitud de recursos para propagar la idea de “el más fuerte”, de “el más valiente”…–en definitiva, de “el más poderoso”- como expresión de la identidad de la Vida.

Y esa propaganda que de ello deriva es… a veces sutil, y otras tan violenta que… o se muere en el intento o se aferra uno a ella.



De ahí que el ser debe realizar una labor de “porosidad selectiva”… haciendo el intercambio necesario y preciso para evitar el enfrentamiento y, sobre todo, no caer en el dominio del dominador y convertirse en dominante.

“Dominio del dominadory convertirse en dominante.Dominio del dominador y convertirse en dominante”.



El signo de esta humanidad preponderante es la soberbia; y ella se insinúa de múltiples formas:se pavonea con el arte, coquetea con la belleza, alienta los afectos, promueve las emociones, hace insidia en la disputa… y se muestra aparentemente generosa… en la pena.

La soberbia se hace fuerte al llegar a alguna bella cota, a algún momento de alegría.

Se hace presente exaltando la egolatría, para así asegurarse su permanente presencia.



¡Ay!... ¡Ay!No es fácil navegar en las aguas turbulentas y engañosas de la soberbia.

¡Ay! ¡Qué fácil es caer en…en ser, y creérselo, la mejor nave que transcurre por las aguas!,sin saber que lo ahogado acecha.

¡Ay! ¡Qué preciso se ha de ser con la prudencia!... Y qué claro se ha de mostrar el ser, en sus intenciones, en sus afectos y en sus propuestas.

¡Ay, Piedad de Piedades!, que emanas de… el Misterio; que brotas como manantial inagotable.

Sí.Como manantial inagotable, queremos estar en Tu seno…para saber permanentemente cuál es nuestra filiación, nuestra guía… y nuestra propuesta.

¡Ay! Y cuando el temor y el desespero aprietan, el saberse en el manantial de la Piedad… alivia, ¡alerta!, ayuda.



No hay lugar para la fácil desidia, ni para el abandono circunstancial…ni para todas esas justificaciones que sólo corroboran la indolencia de la soberbia.

En la piedad.









***